Más vale salir que lamentar
Escribo este reportaje al amparo
de una buena calefacción, viendo a través de los cristales caer una formidable
y preciosa nevada.
Cuajar cuaja, pues ya cae sobre
la nevada de esta noche, que no por esperada ha sorprendido menos esta mañana.
Para algunos era la primera de la
temporada y siempre tiene un encanto especial.
Nevar ha nevado pero las calles parecen estar limpias y no llueve. No hay motivo para echarse atrás y
apetece salir con la bicicleta y rodar sobre nieve.
Algún cruce de mensajes
confirmará que no hay desconvocatoria y ya dependerá de cada uno abrigarse y
lanzarse a la aventura.
A la hora prevista coincido con
Fernando y juntos vamos a ver a quien nos encontramos hoy.
Irán llegando habituales y otros
no tanto para juntarnos y cruzar saludos. A la lista de hoy hay que añadir a Andrés, Carlos, Forlán, Galo, Iraitz
(después de bastante tiempo), Juan y Quique, que no se deja ver demasiado.
Desde el primer momento los 9 disfrutaremos del paisaje, de nuestro entorno, pero seremos conscientes de que
fácil, lo que se dice fácil, no lo tendremos para rodar.
El recorrido inicial será
conocido de todos, pero alguno se extraña de que emprendamos ascensos por
algunos tramos donde la nieve dificulta la adherencia de las ruedas y no se ve claro lo que esconde. Pero es lo que toca y la experiencia merece la pena.
Marchamos por algunos senderos no complicados de seguir, los conocemos de memoria... o eso creo, pero
lo cierto es que en cuanto dejamos a Galo en cabeza acabamos pedaleando campo a
través, con la correspondiente dificultad añadida.
El Arroyo Goyato es nuevamente protagonista en nuestra escapada.
Sigo con el relato y la nieve
arrecia en el exterior.
Se complica más y más la salida prevista para mañana y
espero que no acabe bloqueando las carreteras para el regreso a
Madrid.
Intentamos evitar poner pie en
tierra, pues si apoyas el pie en el suelo, aunque sea ligeramente, las calas de las
zapatillas se llenan de nieve helada e impide después su ajuste al pedal. Ya
algunos no sabemos pedalear sin llevar el pie anclado.
Las zapatillas, los pedales y las
bicicletas acumulan nieve mezclada con barro y suciedad. Todavía algunos no
hemos puesto los guardabarros, pero a una marcha lenta se salpica menos.
La Fuente de la Barranca será
testigo de nuestra llegada. En esta ocasión no apetece mucho refrescarse con
agua clara, pero Fernando aprovecha para limpiar los pedales. Le avisamos de
que se le puede quedar el agua congelada a la cadena.
Quique dice estar bebiendo agua escarchada
de su camel-bak de la mochila.
Mi botija acabará llegando prácticamente llena a
casa.
La temperatura parece descender.
Se diría que la sensación térmica es inferior a la temperatura real.
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Forestal - Foto: Quique Santos |
Rodamos agrupados por la forestal.
Nos envuelve la niebla.
Podríamos seguir esta pista, nuestra pista, sin problemas, rodar sin grandes esfuerzos, dejándote llevar y acumular kilómetros, pero...
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Forestal - Foto: Quique Santos |
Ya me conocéis, no me resisto a atacar cuanto sendero se nos presenta a izquierda y derecha y mis compañeros, unos fenómenos, se dejan guiar sin un asomo de queja o de duda.
Yo por o menos no les he oído.
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Arroyo Goyato |
Dar la vuelta al
Prado Goyato resulta francamente duro.
Hay tramos en los que nos encontramos más de quince centímetros de nieve y no se ve con claridad lo que esconde.
Las ramas ocultas, muy húmedas, resultan especialmente peligrosas y las cubiertas resbalan con bastante frecuencia.
La nieve helada bloquea en ocasiones los frenos y no puedes saber con antelación si te van a responder en los momentos más complicados.
Hay que rodar con muchísima precaución.
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Prado Goyato |
Un respiro y seguimos, no son aconsejables las paradas largas para no quedarte frío.
Rodaremos por senderillos muy complicados, ascensos y descensos se acumularán. Pistas de entrenamiento extremo que nos darán a todos un punto más de habilidad.
Les doy algún respiro por senderos más amplios, pero solamente es para que se confíen pues inmediatamente atacamos nuevos senderos single y complicados.
No recuerdo haber realizado ninguna parada larga y creo que nadie se llegó a comer ni media barrita.
Los que sois habituales de la bicicleta o el senderismo por San Rafael y El Espinar, seguramente reconoceréis algunos de los decorados mostrados en nuestras fotografías, pero os garantizo que en los tramos más complicados ha resultado imposible pararse a hacer una fotografía, bastante tenías con mantenerte en pie.
Hoy he vuelto a tener el privilegio de disfrutar enseñando senderos nuevos a más de un compañero, viendo sus caras de sorpresa y sabiendo que lo estaban pasando en grande.
La nieve le ha dado a todo el recorrido un toque diferente. Creo que Fernando es al único que no le ha alegrado ver hoy la nieve, su trabajo le obliga a soportarla más de lo deseado.
Y el recorrido va llegando a su fin, ya tenemos bastante por hoy y estamos pensando en mañana, aunque puede que se complique mucho el salir. El cielo se va poniendo gris por momentos y no presagia nada bueno.
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Fuente de El Cadete |
Y emprendemos el regreso, pero antes nos acercaremos a ver cómo ha quedado restaurada la
Fuente del Cadete, (
ver otras fuentes) que ha ganado en presencia.
Curiosamente, también era desconocida esta fuente para alguno de los compañeros de hoy.
Carlos, Galo, Iraitz y Quique se despedirán de nosotros hasta la próxima ocasión y el resto nos acercaremos a visitar a nuestros amigos de Cafetería Jara.
En esta ocasión, a Daniel y a mi nos apetecerá tomarnos un café con leche para entrar en calor y no nos resistiremos.
Después sabremos que Jesús y Carlos han salido más tarde y han visto nuestras huellas en la nieve. Lástima no haber coincidido. Un abrazo.
Y un abrazo también para los que hayan dudado y preferido quedarse hoy en casa. Otra vez será.
No me he resistido a poner esta fotito que me ha hecho Quique.
Creo que falta alguno por apuntarse a la
Gran Ruta El Tiemblo de la semana próxima. ¿
A qué esperáis?