La Risca del Río Moros
Junto a la Ermita de la Losa |
Pese a las negativas previsiones meteorológicas, a las 10 de la mañana los trece de la fama estábamos en ruta. Desde San Rafael: Antonio Martín “Pispajo”, Fernando, Iraitz, José Kona y José Villena.; de El Espinar: Eusebio Minguita, Javi B, Javi Galo, Juan, Santi y Toño; Jorge viene desde Collado Mediano y Carlos nos espera junto al puente del Molino de la Villa.
Un grupo sólido, que con un
tiempo nublado y una temperatura fantástica, sobre 8 grados, nos vamos al
encuentro de Carlos. Encuentro que viene precedido de un desencuentro, ya que
Javi Galo decide llegar a Junto a los Ríos renunciando al asfalto y Javi B que
había quedado con Carlos se va por la ruta más corta, directo por la carretera.
Aquí Jorge tiene un siniestro percance, ya que se le rompe la llanta y abandona el grupo.
Sobre la Risca del Río Moros |
Risca del Río Moros |
Aquí, Javi Galo nos lleva en fila
india por esa trialerita que él conoce. Un avance exigente, en el que los
rezagados tenemos el apoyo de Pispajo
–venga muy bien, apoya el cuerpo y supera el repecho…etc.- un privilegio contar
con este compañero.
Puente de Valdeprados |
Salimos de los Ángeles por su parte inferior,
y tras cruzar la carretera que va de Otero a Vegas de Matute cogemos la pista
que paralela al Río Moros nos llevará hacia Valdeprados.
El Moros nuestro río por
excelencia, se merece un homenaje y alguna foto, así que junto al mismo sacamos
esas fotos que enviamos on line –cosas de la tecnología- a Alfonso-. Siempre
con nuestro rio a la izquierda nos acercamos a Valdeprados, desde donde nos
pegamos al cauce.
Nuestro Campeón: Antonio Martín, Pispajo |
Sin pasar el rio cogemos el
sendero que sale a la derecha y
ascendemos en diez minutos a la Risca del Río Moros.
Reseñar los cuatro de la fama:
Eusebio, Javi Galo, Iraitiz y Pispajo. Hasta La Risca en bici, los restantes la
dejamos a medio camino.
La Risca, un estrechamiento
natural entre paredes de granito del Moros. Si uno acude a La Risca en invierno o primavera, disfruta de la
violencia del agua, del caudal de nuestro rio y hasta apetece bajar para
disfrutar de “aguas bravas”. Lo mejor, que
algunos amigos desconocían este paraje singular.
Para los muy cómodos comentar que desde Valdeprados en un paseo de 20 minutos uno se coloca en este centro de disfrute. Y muy cerquita, accediendo por la N-110, tenemos el caserío fantasma de Guijasalbas, que bien merece otra excursión, aunque es de propiedad privada.
Volvemos al puente y tras
cruzarlo el camino nos lleva a Vegas de Matute, donde a la vista del pueblo nos
detiene un doble pinchazo en una sola bicicleta. Se repara y adelante. Subimos
por el camino del depósito –camino medieval que va de El Espinar a Segovia-, y
hacemos un alto para reagruparnos en las ruinas de la Ermita de Nuestra Señora de la Losa.
La lluvia no puede faltar, y bajo
un ligero orvallo, cala bobos o chirimiri, llegamos a El Espinar.
Un gran día y mejores amigos.