Ha estado lloviendo durante toda
la noche y aún lo está haciendo unos minutos antes de acudir a la cita.
Veo a Fernando preparado para afrontar
lo que nos echen y Javier me confirma lo mismo por teléfono.
Pues allá que vamos...
Ya vemos que nadie más acude al
primer punto de encuentro, por lo que Fernando y yo marchamos hacia el segundo.
Enseguida nos encontraremos con
Santi Calleja y al rato aparecen Carlos y Javier B, nadie más. Si está
lloviendo y te lo piensas... malo.
Pero la valentía se ve
recompensada y al poco de iniciar la marcha juntos, la lluvia (que era un
escaso chirimiri en estos instantes) se detiene y aparece el sol. No volverá a caernos agua en
esta salida.
Nos moveremos por los pinares y
robledales que rodean nuestro Municipio de El Espinar, sin dejar de realizar opciones que nos
harán afrontar duros repechos. Difícil explicar el trayecto que hemos
realizado, mejor ni lo intento, pero todos disfrutaremos.
Mucha humedad a nuestro
alrededor, pero los senderos que tomamos han absorbido gran parte del agua caída y no encontramos barro.
Da gusto ver las diferentes
tonalidades de la vegetación que nos rodea. Los helechos se dejan ver rojizos y
los troncos de algunos pinos se tiñen del mismo color.
La Charca |
El Arroyo Gargantilla y el Arroyo Goyato (o
Boyato según las fuentes consultadas) fluyen con bastante más agua que en
semanas anteriores. Ahora tienen vida.
En ocasiones como esta, te das
cuenta de lo privilegiados que somos en San Rafael y El Espinar.
Ha habido más improvisación que premeditación, pero finalmente nos han salido unos buenos kilómetros y hemos disfrutado del color del otoño.
Fernando, Santi y yo acabaremos en el Restaurante Volvoreta tomando unas cervezas y excelentes aperitivos.
Santi y Carlos no nos acompañarán mañana, pero a los
tres restantes nos espera una escapada a Manzanares El Real para realizar la ruta de La
Pedriza.