La tarde era de esas que pintaban bastos
en los Juegos Olímpicos y nuestros vecinos los franceses nos estaban dando
sopas con onda en balonmano, baloncesto…. de modo que 6 biciosos decidimos
sacar las bicis del garaje y enjugar las penas dando pedales.
Las 18:30 en la Plaza del Arenal en El
Espinar. Aparecemos a la cita Santi Fernández, Daniel (Forlan), Juan (Platón),
Jose (Cheli), Toño (de San Rafael) y un servidor Santi Calleja. Por teléfono
disculpan su presencia por distintas razones nuestros amigos Ferluy, Paco y
Ramón.
En
una rápida jugada envolvente les animo a todos a realizar una ruta sorpresa.
Con buen ánimo tomamos camino en dirección al Boquerón, por el camino que sube
por la quebrada y que recorre la ladera de Aguas Vertientes. La subida es dura
de lo lindo y tenemos el hándicap de Jose Cheli que se resiente de sus
problemas en las lumbares, algún pequeño traspiés de Forlán y de Juan Platón... pero finalmente llegamos hasta el cruce con el Camino del Ingeniero.
La
sorpresa para todos fue que con buen ánimo y predisposición (Forlán el que más)
decidimos tomar camino hacia la derecha y recorrer las ultimas curvas, subidas
y bajadas del Camino del Ingeniero, hasta el punto que hay que cruzar el Arroyo
del Boquerón y caminar con la burra. Finalmente nos vemos arriba en La Cepeda.
Toca decidir, camino en dirección del
vertedero rodeando Cabeza Renales o bien tomar dirección por Peguerinos hacia
el Collado de Gargantilla. El criterio de Santi Fernández se impone con el
asentimiento de Jose Cheli que es el que
más tiene que decir por el tema de sus molestias. Buena decisión ya que el
recorrido nos gustó a todos y Jose marchó de maravilla. Pequeño avituallamiento
en la fuente que encontramos pasada la zona de Las Lagunillas y llegamos
rápidamente al Collado de Gargantilla.
A Toño le gustó aprender que desde allí puede subir a Cueva Valiente
(aunque no se si imagina lo que todavía le falta por subir), pero eso será otro día.
Tomamos dirección a San Rafael para
acompañar a Toño y en una de las primeras rampas…. tengo la fatalidad de
engancharme con una rama de un pino, y menos mal que la piel del cuello está ya
algo cuarteada por tanto entrenamiento (¡¡¡¡Gracias Alfonso….!!!!) y en lugar
de romperse mi cuello se rompió la rama. En fin las desgracias nunca vienen
solas y en nuestro descenso alguna caída más (José Cheli que soltó la bici a
tiempo) y para redondear la faena la cadena de mi bici le dió por colarse por
un lugar imposible que nos obligó finalmente a soltar el pasador e intentar
recomponerla con las luces ya algo escasas dada la hora que era. Gracias a la
habilidad mecánica de Juan, y la asistencia y apoyo moral de Toño y Forlán
conseguimos volver a poner la bici en marcha y llegar hasta la carretera
forestal y desde allí ya un vertiginoso descenso hasta El Espinar. A Toño le despedimos
camino de San Rafael, poco antes.
Te queremos ver más veces con nosotros
Toño…. no nos olvides.
El recorrido si os fijáis en el Wikiloc
tiene una curiosa forma.
Un rápido saludo a nuestro querido Javier
B al que encontramos por sorpresa y nos recogimos cada uno a nuestras casas ya
con las luces de las farolas encendidas en todo el pueblo.
Lo hemos pasado bien y creo que merece la
pena contarlo.
PD: A los franceses acabamos ganándoles
en baloncesto en un cuarto final casi de infarto y casi perfecto. ¡¡¡¡ VAMOS
ESPAÑA !!!!