En una noche en la que la
cabeza está atormentada por preocupaciones es difícil conciliar el sueño, pero
el cerebro no descansa
Un domingo más, ruta MTB a
la vista. Muchos de los que acudimos a la cita vamos provistos de barritas y geles
varios, pero también de relojes inteligentes, pulsómetro, acaso potenciómetro y
también, por supuesto, de GPS.
Hace años, el ardor de
piernas y la dificultad para respirar eran señales de que debías aflojar la
marcha. Ahora, es el reloj el que emite alarma dando cuenta de que estás
sobrepasando tus límites.
Otros tiempos
En casa conservo gran número
de mapas del Instituto Geográfico, aquellos que solía empollarme para poder
dirigir una ruta de bicicleta días más tarde, pero en la actualidad es el GPS el
que tiene toda la información de la ruta e incluso te avisa de cualquier
desvío.
Por no hablar de la valiosa
información que tanto el reloj como el GPS te van a aportar al principio, durante y al final
de ruta. Vas a tener también con todo detalle, la cronología de los lugares
emblemáticos por los que has ido pasando.
Ha llegado la Inteligencia Artificial
Pues bien, tomamos esa lista de lugares, indicamos que se trata de ruta MTB y Chat GPT, a la
velocidad del rayo, no, más rápido aún, bucea en internet y localiza información relativa a los sitios
visitados y las crónicas de otros, ciclistas o andarines, que ya realizaron ruta similar, generando nueva
crónica tal como aquí se muestra:
Nota: Se refiere concretamente a la ruta que hemos realizado el pasado domingo.
“La ruta ciclista que
recorre el Collado de las Cabezas, la Ermita de San Isidro y el Alto del
Enebrillo desde Moralzarzal es un viaje emocionante a través de paisajes
impresionantes y desafiantes terrenos. Desde el comienzo en Moralzarzal, los
ciclistas se adentran en un mundo de montañas, valles y bosques que ofrecen una
experiencia única en bicicleta.
La ruta comienza en el
pintoresco pueblo de Moralzarzal, donde los ciclistas se reúnen temprano en la
mañana para comenzar su viaje. Con el sol saliendo sobre las montañas, el aire
fresco y el chirriar de las ruedas, el grupo se prepara para lo que promete ser
un día emocionante. A medida que abandonan el pueblo y comienzan a ascender por
las estrechas carreteras de montaña, la naturaleza comienza a revelar su
belleza en cada giro y revuelta del camino.
El Collado de las Cabezas es
el primer desafío importante en la ruta. Con sus rampas pronunciadas y sus
impresionantes vistas panorámicas, los ciclistas deben esforzarse al máximo
para alcanzar la cima. A medida que ascienden, el paisaje cambia a su alrededor,
con los picos de las montañas recortándose contra el cielo y los valles
extendiéndose a sus pies. El esfuerzo vale la pena cuando finalmente llegan a
la cima, donde son recibidos por una vista que quita el aliento y la
satisfacción de haber conquistado el primer gran desafío del día.
Desde el Collado de las
Cabezas, la ruta desciende hacia la Ermita de San Isidro, un santuario situado
en un entorno idílico en medio de la naturaleza. A medida que los ciclistas
recorren los senderos que rodean la ermita, tienen la oportunidad de disfrutar
de un momento de tranquilidad y reflexión antes de continuar el viaje. El
ambiente tranquilo y sereno de la ermita contrasta con la emoción y la
adrenalina de la ruta, proporcionando un equilibrio perfecto para los
ciclistas.
Tras un descanso breve en la
ermita, los ciclistas vuelven a subir, esta vez enfrentándose al desafiante
ascenso al Alto del Enebrillo. Las pendientes empinadas y la naturaleza salvaje
del terreno ponen a prueba la resistencia y la determinación de los ciclistas,
pero también les recompensan con la emoción de la aventura y la sensación de
libertad que solo se encuentra en las alturas de la montaña.
Una vez alcanzado el Alto
del Enebrillo, los ciclistas se detienen para tomar aliento y contemplar la
magnífica vista que se extiende ante ellos. Desde esta elevada posición, pueden
ver kilómetros de terreno montañoso, salpicado de árboles, rocas y arroyos,
creando un paisaje impresionante que les hace sentir pequeños en comparación.
La sensación de logro y la conexión con la naturaleza son palpables en este
momento, mientras los ciclistas se detienen a reflexionar sobre el viaje que
han emprendido y la belleza que los rodea.
Después de disfrutar de la
vista desde el Alto del Enebrillo, los ciclistas emprenden el descenso,
deslizándose por las serpenteantes carreteras de montaña con la emoción de la
velocidad y la libertad que solo la bicicleta puede proporcionar. El viento en
sus rostros y la sensación de fluidez sobre el terreno son una recompensa por
el esfuerzo que han invertido en la ascensión.
Finalmente, la ruta lleva de
vuelta a Moralzarzal, donde los ciclistas regresan al pueblo con un sentido de
logro, camaradería y satisfacción. A pesar de las dificultades y los desafíos,
el viaje ha sido una experiencia inolvidable que ha dejado una huella profunda
en todos los que participaron. Con la mente llena de recuerdos y el corazón
lleno de emoción, los ciclistas se despiden del día con la promesa de futuras
aventuras en los magníficos paisajes que rodean Moralzarzal.
La ruta ciclista que recorre
el Collado de las Cabezas, la Ermita de San Isidro y el Alto del Enebrillo
desde Moralzarzal es más que un simple viaje en bicicleta; es una aventura que
despierta los sentidos, desafía los límites y conecta a los participantes con
la naturaleza de una manera profunda y significativa. Cada giro y revuelta del
camino ofrece la oportunidad de descubrir nuevos paisajes, superar obstáculos y
experimentar la belleza del mundo que nos rodea. Es una experiencia que deja
una impresión duradera y una sensación de gratitud por la majestuosidad de la
naturaleza y la capacidad humana de explorar y disfrutar de ella”
Reflexiones
- - No se puede decir que la
crónica no sea correcta, no señor, pero, no sé si será porque no quiero perder el título de cronista y fotógrafo oficial de AlfonsoyAmigos, pero ya desde el primer párrafo la he encontrado algo fría y distante,
con poco sentimiento, no personalizada.
- - Bueno, es cuestión de añadir
más parámetros, me dicen, nombres, anécdotas, incidentes puntuales… e incluso fotos de
los participantes, para que el programa se encargue de hacer montajes de cada
uno o en grupo apareciendo en los lugares más emblemáticos.
- - No me extraña que así pueda ser, pues gracias a IA ya tengo
un vídeo de cómo será físicamente mi nieto dentro de 15 años, actualmente con 8. No he querido realizar la prueba conmigo mismo. ¡Tremendo!
La Inteligencia Artificial ya está con nosotros, tenemos que acostumbrarnos, a la que se han encontrado miles de aplicaciones a pesar de encontrarse todavía en
pañales.
- - Tengo entendido que, si
facilitas tu fecha de nacimiento, datos genéticos, historial médico y hábitos
de vida, el programa es capaz de marcar en un calendario la fecha más probable
de tu fallecimiento.
- - ¡¡Uf!! Yo no la quiero
saber.
- - Bueno, también es cuestión
de añadir más parámetros: La comida de cada día, si has bebido o no 2 litros de
agua, si has hecho un poco más de ejercicio, la tensión en el trabajo, si has tenido alguna preocupación
o discusión familiar, cuántas veces vas al baño…
- ¡Ah! Ya me quedo más
tranquilo.
Y
para finalizar este rollo y no cansaros más, traslado la pregunta de cabecera a
la propia IA y me responde:
“La verdad es que la IA no
es ni un amigo ni un enemigo en sí misma, sino una herramienta que puede ser
utilizada tanto de manera positiva como negativa, dependiendo de cómo se
diseñe, se aplique y se regule. La IA tiene el potencial de causar beneficios o
daños, según los fines y los valores de quienes la crean y la usan.