jueves, 12 de octubre de 2023

Hoy completamos la ruta sí o sí – Al puerto de La Cruz de Hierro

 

12 de octubre, Fiesta Nacional para tod@s y que cada cual la celebre como guste. Nosotros, dando pedales.


Puerto La Cruz de Hierro

Convocatoria un tanto o un mucho atípica pues, por circunstancias, decidimos marcar la hora de partida a las 10 horas. Y así, nos presentamos a la cita: Andrés, Fer, Juan, Nacho y Alfonso, ni más, ni menos.


El Espinar

En mi mente, la ruta que la lluvia nos obligó a recortar-modificar el pasado 17 de septiembre. Ruta muy engañosa que, en anteriores ocasiones, nos ha originado problemas por averías, lluvia, barro o nieve y que siempre se nos ha ido de hora. Hoy, precisamente, no es que hayamos madrugado.


Ermita de San Isidro

No madrugamos y tampoco partimos puntuales, pues nos pondremos en marcha poco después de las 10,30. En ese momento, no quiero pensar, ni comento a mis compañeros, la que nos puede esperar… aunque todo vaya bien.


Mata de Santo Domingo
Mata de Santo Domingo

Desde El Espinar y como si le hubiéramos cogido gusto al inicio de ruta, nos dirigimos hacia la ermita de San isidro y la Mata de Santo Domingo, cogiendo rápido buen ritmo. Pero nos surge el primer contratiempo: En la puerta metálica de la zona de La Cuadrada cuelga un cartel que avisa de que están cazando. Mejor no pasar.

Cantera de Navalvillar

Retrocedemos y buscamos alternativa, acercándonos a la cantera de Navalvillar, que siempre invita a dejar algún recuerdo fotográfico y viéndonos obligados a atravesar alguna finca en la que encontraremos un pacífico rebaño de búfalos “de agua”, (originarios del sudeste asiático), para acabar tomando la Cañada Real Soriana Occidental.

Búfalos
Búfalos

Dejamos a la izquierda la Cerca Portillo y uno de los nueve mojones conmemorativos de la Carta Puebla y seguimos adelante atentos a realizar desvío y coger sendero a media ladera, que procuramos no perder a lo largo de casi 5 kms y que nos sitúa en collado (sin nombre) por el Camino de Vallestuertos. ¡Por fin he conseguido que Fer hiciera este trazado!, aunque a regañadientes.

Puerto La Cruz de Hierro

El avance se complica bastante más a partir de ahora. Hay que estar muy atentos al track e intentar además seguir sin pérdida lo que parecen ser más las huellas de vacas que un sendero. En cabeza se coloca Juan, que con habilidad y sin extravío avanza zigzagueante llevándonos al resto tras su ”sendero luminoso”.


Puerto La Cruz de Hierro

Realmente complicado y más cuando tenemos que saltar en dos o tres ocasiones el muro de piedra que se planta ante nuestro camino. Zona de roquedales, de cardos, de espigas altas que ocultan piedras o agujeros en los que poder hocicar, pero que encienden el ánimo de todos al comprobar que avanzamos sin incidencias.

Parque Eólico de Villacastín
Parque Eólico de Villacastín

Un último esfuerzo por el Alto de la Hoya, en la ladera de Peña Morena (1441 m) con estupendas vistas a Campo de Azálvaro y nos situamos en la pista de servicio del Parque Eólico de Villacastín, en la Sierra de Ojos-Albos, uno de los seis instalados en la provincia de Segovia.

Parque Eólico de Villacastín
Parque Eólico de Villacastín

Impresiona de verdad encontrarse a los pies de estos gigantescos molinos, que seguramente habrían asustado al mismísimo Don Quijote con el mover de sus largos y poderosos brazos.

Parque Eólico de Villacastín
Parque Eólico de Villacastín

Dos, tres, ¿acaso fueron cuatro? Varios repechos, de durísimo desnivel, hasta completar recorrido de algo más de cuatro kilómetros y poder llegar al Puerto de la Cruz de Hierro (1467 m). Algo más de las 13 horas y aún nos queda regresar, pero parece que nos hemos hecho a la idea.

Puerto La Cruz de Hierro

Andrés, tal vez el más sensato del grupo, opta por descender por la carretera (AV-501) y el resto, decidimos bajar por el sendero trialero a pesar de que una cuerda atravesada sugiere tímidamente no intentarlo.

Ermita del Cubillo

Malo el comienzo y peor lo que viene detrás pues, al desnivel propio de la zona, se le añade un terreno muy duro y seco, donde cuesta frenar y que además desemboca en grandes zanjas que no logras evitar si no es a pie. Después, zona de cardos, de altos arbustos que se han comido la senda y de zarzas en las que acabas dejando recuerdos de la piel de brazos y piernas. Una tortura.


Ermita del Cubillo

Recibo llamada de Andrés, que ya ha llegado a la ermita del Cubillo y de Fer para avisar de lo malo del camino, con lo que pierdo de vista al resto. Acabaré rodando bastante mejor y rápido en la segunda parte del tramo y desembocando directamente en la ermita sin más problemas, pero los que iban delante no han llegado.

Ermita del CubilloErmita del Cubillo

Parece que se han fiado de su intuición y acabarán llegando por distintos puntos algunos minutos más tarde, cuando el calor ya se deja notar. Se agradece tomar un refresco en la cantina de la propia ermita. ¡Vamos, hay que seguir!

Telégrafo Óptico
Telégrafo Óptico

La marcha se acelera en recorrido hasta Las Navas de San Antonio y será bastante duro en el ascenso hasta la Torre del Telégrafo con un calor que casi quema y el esfuerzo acumulado en las piernas. Sólo Fer parece estar fresco como una lechuga.

El Espinar

El descenso hacia El Espinar de sobra conocido. ¡Ah! No se escuchó un sólo tiro en toda la mañana.

Orgulloso de mis compañeros.




miércoles, 11 de octubre de 2023

Desde La Berzosa al Alto del León por Lomitos y regreso por La Jarosa

 

La Ruta sin crónica 

 

Vacaciones, una mudanza, un radio roto, una noche ajetreada y otros motivos, no confesados, los esgrimidos por los que tuvimos que faltar a la cita, pero todavía hubo compañeros que acudieron fieles


8 de Octubre de 2023


Fotos de archivo

Cuando estas palabras surgen del teclado, no ha llegado a esta redacción una crónica, mini crónica o pre crónica en la que basar el relato y ni siquiera una foto con el que documentarlo. (Enrique se apresura a mandar varias fotos).Tampoco tenemos la suerte de disponer de la nómina de asistentes y aunque aventuramos conocerla, no queremos pecar con ninguna omisión.

Relato breve y de ficción, cualquier parecido con la realidad será pura coincidencia. ¿La intención? Dar respuesta a quienes se preguntan si el domingo hubo ruta, que la hubo, y en todo caso, para no dejar hueco en el calendario. 


Embalse Irrios


Se dice

Que la ruta se preparó previamente, intentando aglutinar algún repecho duro, trialeras con distintos niveles de complejidad, terrenos en los que poder coger velocidad y, sobre todo, la posibilidad de realizar una escapada llegado el momento.

Alto del León


Se cuenta

Que los asistentes, al poco de iniciar la marcha, pudieron darse cuenta de que la ruta sería diferente a las habituales pues, desde casi el principio, pareció que se daba rienda suelta a los galgos, como en el antiguo y desaparecido canódromo de Vía Carpetana de Madrid.

Que la marcha se ralentizó algo, obligados por el desnivel, después de superar Los Molinos y tocar los límites de Cercedilla e iniciar ascenso por el Camino de La Solana y Los Lomitos. Puede que alguno batiera su propio récord.      

Que nadie desvió la vista hacia el león, el viejo amigo en el Alto, pues la marcha proseguía hasta la fuente de Las Hondillas. 


Alto del León


Se rumorea

Que aún restaba algún repecho que superar antes de coger desvío hacia el Cerro del Cebo de los Lobos.

Que las trialeras de antes y después de superar el Cerro de los Hornillos seguían donde siempre, tal vez con el terreno más seco, más roto, más pedregoso y se formaron dos grupos, puede que tres, con distinto nivel de arrojo para solventarlas.

Que, llegados al merendero y el aparcamiento del esquilmado embalse de La Jarosa, se presentó la posibilidad de llevar el track marcado a término o recortar por la vía más rápida hacia Guadarrama. Parece ser que la opción fue “fuenteovejuna”, no separar el grupo. 

Metropolitano

Se chismorrea

Que algunos atléticos llegaron al Metropolitano antes de que extendieran el césped. 

¡¡Aúpa Atlético!!



domingo, 1 de octubre de 2023

La Garganta del Río Moros... tiene cosquillas

 

Cada año, somos muchos los ciclistas que esperamos con cierta ansiedad el poder ver en el calendario el día 1 de Octubre



Es la fecha en la que abre sus puertas, al acceso libre, la Garganta del Río Moros, entrañable, familiar, acogedora, pero hoy vamos a intentar buscarla las cosquillas.

Garganta del Río Moros

En el aparcamiento de Renfe de La Estación de El Espinar nos damos cita: Andrés, Ángel, Fer, Luis Ángel, Nacho, Rafa y Alfonso…, no, espera, que hoy se nos une por primera vez JuanRo, que con su flamante e-bike, quiere darnos réplica.

Garganta del Río Moros

Entrando a La Panera se nota algo de fresquillo matutino a lo que ayuda el agua que discurre por el río Moros pero, aviso: Tranquilos que pronto vamos a entrar en calor.

Garganta del Río Moros

Iniciamos ascenso que puede parecer duro al principio, pero veo que mis compañeros lo afrontan sin problemas e incluso se diría que disfrutando, dejando escapar además palabras de admiración por el entorno.

Garganta del Río Moros

Delante de nosotros el Pino Cardosillo, (o pino de Esteban) que suponemos sigue ostentando el título del de mayor diámetro de la Garganta. Buen lugar para un breve descanso y la toma de unas fotos.

Pino Cardosillo
Garganta del Río Moros

Poco que decir del rodar por la pista, salvo que lo realizamos a muy buen ritmo, con alguna breve parada para intentar arreglar la tija juguetona de JuanRo que le obliga a pedalear algo encogido, pero todos sabemos que debemos detenernos donde “nunca hemos hecho una foto”, en las peñas que dejan a nuestras espaldas formidables vistas al Montón de Trigo (2161 m).

Garganta del Río Moros
Hemos dejado atrás puentes sobre el arroyo del Retamarón y el arroyo de los Horcajos y más adelante el discurrir de las escasas aguas de los arroyos de los Hornillos y del Patarro. Estamos en la ladera de la Pedriza del Gamonal.

Garganta del Río Moros
Garganta del Río Moros

Ya tenemos a la vista el embalse de El Espinar o del Vado de las Cabras pero dejaremos la pista para acercarnos a vadear y no será la última vez, el Río Moros y ascender hasta el altiplano de Las Barandillas.

Garganta del Río Moros
Garganta del Río Moros
Dicen, que ver unos paisajes a través de los ojos de quien los ve por primera vez es como conocerlos de nuevo y Juan nos ha dado oportunidad de ello con sus caras de sorpresa.

Garganta del Río Moros
Garganta del Río Moros

De nuevo en la pista, dejando para otra ocasión el endiablado ascenso al collado de Marichiva y sin que ninguno se detenga a coger agua en la fuente de la Chispa.

Garganta del Río Moros
Chozo Madrid - Garganta del Río Moros

El refugio de La Vaqueriza, con su preciosa ladera de verde vivo en estas fechas, pero seguimos hasta el puente del arroyo Gargantilla para descender por nueva pista hasta tomar desvío que nos llevará hasta el abandonado chozo Madrid.

Chozo Madrid - Garganta del Río Moros

Decenas de senderos que van discurriendo bajo nuestras hábiles ruedas, que esquivan una y mil ramas secas caídas fechas atrás, obligándonos a evitar el menor descuido para no acabar por los suelos.

Garganta del Río Moros

Alternancia constante de sendas y pistas que a alguno le hace perder el sentido de nuestra localización, pero no hay extravío, pues procuro ir en cabeza sin perder de vista a los que marchan algo rezagados.

Garganta del Río Moros

A lo largo de la mañana hemos superado duros desniveles, entre el 10 y el 17%, pero ahora, cuando en las piernas se acumulan 30 kms recorridos y se podría pensar que llega lo fácil, parece plantarse delante una “pared”. Algo más de 100 metros al 17% por un cortafuegos, pero no escucho ninguna queja, sólo palabras de ánimo.

Garganta del Río Moros

Estamos en la zona de Navalatienda, allá donde Guillermo del Toro decidió rodar la espectacular escena del descarrilamiento de un tren en la película de El Laberinto del Fauno en 2005.

Río Moros - Garganta del Río Moros
Río Moros - Garganta del Río Moros
Un camino forestal, inédito para la mayoría, ayuda a bajar pulsaciones y a disfrutar de los parajes hasta alcanzar la ladera de La Vaqueriza y descender, siguiendo apenas una senda de vacas, hasta un río Moros que se deja de nuevo vadear sin problemas.

Garganta del Río Moros
Garganta del Río Moros

Ya no hay pérdida, sólo hay que dejar que las bicicletas casi rueden solas regresándonos hasta La Estación.


Garganta del Río MorosGarganta del Río Moros

Creo que la ruta de hoy, bien sea vista desde los puntos más altos alcanzados o dejándose recorrer por senderos entre pinos, ha sido un auténtico regalo para la vista, pero no tengo claro si mis compañeros son inmunes al sufrimiento o es que la ruta y el esfuerzo les ha merecido la pena.