jueves, 13 de octubre de 2022

Cómo pasa el tiempo

 

Ya hace casi un mes que abandonamos el verano, el calendario y el otoño avanzan sin compasión


Calendario


De momento nos vamos librando de las lluvias, pero todos hemos notado que, a primera hora de nuestras rutas, las mañanas invitan a abrigarse un poco más.

Sin mucho afán puesto en ello, no ha quedado más remedio que rebuscar en los armarios para encontrar algo más de ropa de abrigo, manga larga, alguna chaquetilla y seguro que alguno habrá pensado en renovar su equipación, aunque de momento nos resistimos a cubrirnos las piernas.


Otoño

Los árboles empiezan a tornar el color de sus hojas o se despiden de ellas dejándolas caer, pero lo que no cae, ni decae, es el entusiasmo de AlfonsoyAmigos en cada una de sus rutas.

Ahora mismo, en esta época, casi cualquier lugar es bello para ser visitado pero nuestra imaginación empieza a viajar en busca de lugares otoñales emblemáticos.


Otoño

Rutas de ir y volver en la mañana como la que hoy vamos a proponer, pero id dejando fechas libres en vuestra agenda porque van a llegar propuestas de “escapada” que ninguno querrá perderse.

 

Domingo, 16 de Octubre de 2022

 

No siempre debes repetir historias, descubre nuevos caminos


Y eso hemos hecho Fer y yo este pasado miércoles festivo, descubrir nuevos trazados sin alejarnos de paisajes conocidos que esperamos os parezcan diferentes.


AlfonsoyAmigos

El track que acompañamos es sólo a modo de referencia, dejaros guiar.

¡Ah!, no os olvidéis de abrigaros un poquito más a primera hora.

Lugar de encuentro: Plaza Coyote - San Rafael



Hora de encuentro: 8,45


domingo, 9 de octubre de 2022

Siete para Diecisiete... y lo que nos echen

 

Las zetas trialeras de El Escorial


El Escorial


El jueves día 6 se nos emplaza desde AlfonsoyAmigos a acudir a El Escorial, en concreto al aparcamiento de la Herrería, frente al arroyo del Batán






Crónica: Samuel de Diego

Sin posibilidad de acudir a la cita de hoy, Alfonso ya se hizo ayer sábado la misma ruta en solitario y en esta jornada dominical nos reunimos: Enrique, Fer, Juan, Luis Ángel, Pawel, Rafa y Samuel, para formar un grupo de 7 valientes. 


Trialeras de El Escorial
Trialeras de El Escorial

Comenzamos a rodar por el Bosque de la Herrería para alcanzar en unos minutos el paseo de Carlos III, con espléndidas vistas al Monasterio de El Escorial y la posibilidad de disfrutar del amanecer desde el precioso estanque de los cisnes, lo que augura que tendremos un maravilloso día a pesar de la niebla que casi tocaremos con la punta de los dedos.


Monasterio de El Escorial
Trialeras de El Escorial

Callejeamos un poco y pronto entraremos en calor pues a partir de ahora nos espera subir y subir, comenzando por la parte alta del embalse del Romeral, con muy poca agua y en obras. Resulta fácil vadear el arroyo del Romeral para coger camino forestal con tramos pedregosos y toboganes que nos van entonando hasta situarnos a los pies de las zetas, de las 17 zetas.   


Zetas de El Escorial
Zetas de El Escorial
 

Que cada cual comente, si es su antojo, cómo le fue en el ascenso trialero, pero a fin de cuentas todos finalizamos encontrándonos en el alto y dispuestos a superar las duras pendientes que nos restaban en busca del Puerto de Malagón (1536 m). Ya arriba, es momento de felicitarse y bajar pulsaciones mientras nos tomamos unas barritas energéticas.


Zetas de El Escorial
Zetas de El Escorial

Hoy no miramos hacia el Pico de Abantos sino a nuestra izquierda, hacia el Embalse del Tobar y la zona de Las Cercas, que no tardaremos en visitar en fechas próximas. Saltamos puerta y atacamos en subida el Camino del Pinar o Camino de la Cancha, dejando a un lado la bajada hacia el Prado Retamal y al otro el Pico del Helechal y el Pico de Risco Alto


Zetas de El Escorial
Zetas de El Escorial

Un pequeño desvío hacia gran canchal de piedra que será el punto más alto de nuestra ruta y que alcanzamos a pie los últimos metros (1618 m). Merece la pena disfrutar de los 360º de formidables vistas que se pierden en la lejanía. Aprovechando la parada y viendo que el sol empieza a jugar al escondite, Juan, Pawel y yo nos pondremos ropa de abrigo antes de comenzar el rápido y largo descenso hacia Robledondo.


Zetas de El Escorial
Zetas de El Escorial

No llegamos a tocar el pueblo y si la M-535 que enseguida abandonamos para coger a escasos 100 metros de carretera sendero muy roto al principio y más transitable a continuación, aunque va faldeando por los Corralillos el Collado, el Puerto de la Paradilla (1347 m) y la carretera de Santa María de la Alameda, pasando bajo el mirador de Ángel Nieto y desembocando finalmente en el puerto de la Cruz Verde (1256), conocido punto de encuentro de numerosos motoristas que hoy también se han reunido.


Robledondo
Robledondo

Recorremos apenas un kilómetro por carretera, dejando atrás y a nuestra derecha la antigua mina de magnesita trabajada durante más de 40 años y hasta 1980. Actualmente, se ha reconvertido a escenario de teatro a cielo abierto donde se celebran festivales en julio y agosto. Abandonamos el asfalto tomando desvío en curva pronunciada a izquierda y entramos sin detenernos en pista forestal rota y polvorienta en descenso pero que se logra trazar bien por la Umbría de Matarrubia.


Cruz Verde
Cruz Verde

Algo más de 3 kilómetros de rápido y divertido descenso por zona que conocemos tanto de bajada como de subida y que sabemos nos llevaría en otra ruta hacia Las Navas del Marqués, Robledo de Chavela y la ermita de Navahonda.


Zetas de El Escorial
Zetas de El Escorial

Estamos por encima del Túnel de la Cañada de las vías del ferrocarril. Cogemos descenso pronunciado, pero también se podría haber cogido senderillo revirado más a la izquierda hasta superar puente por encima de las vías, para llegar igualmente a La Estación y Pajares, considerada barrio de Zarzalejo.


Zetas de El Escorial

Juan propone que nos tomemos allí mismo un refrigerio, pues en las cercanías del coche no tenemos ningún Bar, así que allí nos detenemos a tomarnos un refresco, unos torreznos y una tortilla. Pawel decide que es mejor continuar para no quedarse frío y allí nos despedimos de él. Degustamos los ágapes y continuamos la ruta con pocos minutos de diferencia, pero no nos volveremos a encontrar.


Zarzalejo

Antes de desviarnos descubrimos antiguos pilares de madera de potro de herrar que no habíamos visto antes. Nos vamos acercando a los pies de La Machota Baja (1404 m), pasando por zona donde están urbanización actualmente y coger el camino de los Ermitaños, siempre agradable de recorrer.


Zarzalejo

Por aquí tenemos varias opciones para coger senderillos trialeros o pista que nos acercaría a la Silla de Felipe II, pero ya vamos encontrando muchos andarines y excursionistas que nos hacen ralentizar la marcha. Parece ser que hoy se está celebrando una misa multitudinaria junto a la Ermita.


Zarzalejo

Un poco más adelante, surgió el único contratiempo de la mañana. Rafa tuvo que tirar de freno para no toparse con un bonito roble y Luis Ángel, al detenerse junto a él, tuvo el infortunio de ser agredido hasta en dos ocasiones por unas avispas traicioneras por las que no fuimos bienvenidos. En un principio, no parecía muy serio, Rafa le proporcionó un poco de Afterbite y pudimos llegar a los coches sin mayor problema.


Machota Baja

Choque de manos y abrazos de despedida hasta la próxima ruta, donde esperemos que Alfonso, nuestro anfitrión y “Alma Mater” se encuentre de nuevo con nosotros.



jueves, 6 de octubre de 2022

¡Sólo un despiste!

 

Ha bastado que la semana pasada cambiáramos la ruta al sábado para que estos días ande yo un poco despistado



Tras haber repetido en muchas ocasiones unas rutinas y unos preparativos que van vinculadas a la noche de los sábados y la mañana de los domingos, el cuerpo y la mente casi acaban actuando con el piloto automático hasta que aparecemos en el punto de encuentro listos para montar en bici.

Supongo que ocurre lo mismo en otros ámbitos de la vida, con los hábitos que nos creamos para ir diariamente a trabajar o al gimnasio o de compras, tantos otros en la vida diaria.


Cambiar de costumbre de manera repentina implica, creo yo, un esfuerzo mental que puede tener sus consecuencias y en este caso, la más leve, no saber en qué día vives.

Mi mujer no es de las que salen al rescate, al contrario, y aprovecha para decirme: - No busques excusas, has sido despistado toda tu vida -. Y es verdad, pero siempre he mantenido que nunca he olvidado aquellas cosas que implicaban responsabilidad y eran, al menos para mí, verdaderamente importantes.


Rebusco en un internet donde hoy en día podemos hallar de todo y encuentro:

Ser olvidadizo y despistado es un signo de que se posee mucha inteligencia”… ¡¡Tóma ya!!


¿Sueles pensar que has perdido las gafas que tenías hace un rato en las manos? ¿No sabes dónde has metido las llaves? ¿De repente olvidas el nombre de la persona a la que te vas a dirigir? ¿No recuerdas lo que ibas a hacer en ese momento?

Voy a ver si encuentro una foto y la enmarco del profesor Blake Richard, de la Universidad de Toronto, en Canadá, que estudió y más tarde explicó:


Es importante que el cerebro olvide detalles irrelevantes y se centre en las cosas que ayudarán a tomar decisiones en el mundo real.

Aquellos que recuerdan en exceso hechos, nombres, fechas… tienen muchas dificultades a la hora de tomar decisiones, los olvidadizos se centran en lo importante y olvidan detalles irrelevantes”



El estudio es largo, sesudo y profundo, pero a mí me basta con lo dicho.


 

Domingo, 9 de Octubre de 2022



Con ánimos renovados y confiando en que nadie se despiste. 

Hora de encuentro: 8,30

Lugar de encuentro: Aparcamiento de La Herrería – El Escorial



Nuestra propuesta. 



Herrería, Malagón, Cruz Verde


martes, 4 de octubre de 2022

Fin de Semana en San Miguel de Valero con AlfonsoyAmigos - Jornada II

 

MONLEÓN

 

Había preparado una ruta sencillita, 33km y solo 700m de desnivel, para llegar pronto, comer y de viaje para casa


San Miguel de Valero


Crónica: Ernesto Alonso

El objetivo era visitar Monleón, con su bonito Castillo y barrio judío. El primer pueblo al que llegaríamos es El Tornadizo, a sólo 4 km. El camino lo conocía de chaval, había ido varias veces por él. 


San Miguel de Valero

Pero ya no hay quien recorre los caminos, no quedan pastores y el monte se está apropiando de lo que un día le quitaron. El último km costó pasarlo y nos llevamos bastantes raspones de las ramas de los robles y zarzas. Preferí ignorar la mirada de reproche de Nano y seguir adelante. Esto no sería nada comparado con lo que esperaba.


San Miguel de Valero
San Miguel de Valero
 

Por bonitos caminos entre bosques de robles llegamos al río Alagón, que cruzamos por encima de algunas piedras entre risas. Al rato llegamos a Monleón, donde disfrutamos de un café con magdalenas antes de visitar el castillo por fuera, pues es de propiedad privada. Aquí Miguel Ángel pudo hacer una vez más gala de sus estupendas dotes para hacer las mejores fotos.


San Miguel de Valero

Este pueblo es famoso por el viejo romancero ‘Los mozos de Monleón’ del siglo XV que se transmitió de forma oral. He leído las versiones de Menéndez Pidal, Dámaso Ledesma y García Lorca pero sólo se parecen un poco al que me cantaba mi abuelo. Eso sí, en todos el hijo de la viuda, Manuel Sánchez, moría pillado por el toro de 8 años. ¡¡Qué tragedia!!

 

San Miguel de Valero

Muy contentos y relajados emprendimos la vuelta pero aún tendríamos un par de sorpresas: una buena y otra mala. 


San Miguel de Valero

Primero la mala: unos 2, 3 ó 4 kms, quién sabe cuántos y ¡¡qué largos se hicieron!! transcurrían por caminos que separan los prados y que están delimitados por paredes de piedra. Estos caminos ya no se usan y las zarzas y ramas caídas se han apoderado de ellos y son casi intransitables. 


San Miguel de Valero

La ropa de alguno terminó con bastantes agujeros y yo mismo llevo marcas en la cara de algún raspón. Por fortuna, en algún momento Enrique nos confirma por el walkie que los raspones no van a durar para siempre. Esta vez no pude escapar a los reproches, especialmente de Nano, que me dijo que no era buen momento para dirigirle la palabra.

 

San Miguel de Valero

La ruta continuó por bonitos senderos entre bosques de robles hasta Linares. Aquí advierto que hay que tomar altura pero que hay escapatoria por la carretera hasta el destino. Andrés dice: "ya que estamos aquí vamos a subir". Y menos mal que lo hicimos pues aquí llegó la sorpresa agradable de la ruta: tras tomar altura encontramos preciosos senderos estrechos, pero ciclables que transcurrían entre preciosos helechos cobrizos y robles. No sabía si estaba en otro planeta o en el paraíso.

 

San Miguel de Valero
San Miguel de Valero

Ya sólo quedaba llegar a San Miguel, donde dimos buena cuenta en la terraza de manjares entre los que destacaban el jamón y el lomo de la tierra además de patatas fritas y aceitunas, bañado todo ello por frescas cervezas y refrescos. Un buen colofón para un fin de semana inolvidable.


San Miguel de Valero
 

Gracias amigos, a los que vinisteis y a los que nos acompañasteis de espíritu. Ya no me puedo lamentar de no haber montado en bici por mi pueblo. 


Accede a la crónica de la Jornada I - La Sierra de Quilamas