En las relaciones personales, la amistad es una elección, pero la confianza debería ser una obligación. Sin ella es más difícil entenderse y llegar a ser buenos compañeros
Recuerdo que cuando mi hija tenía unos tres años de edad, ya era una niña especialmente afable y simpática. Llamaba la atención porque a nadie extrañaba y siempre ofrecía la mejor de sus sonrisas, fuera a adultos o a niños.
Pronto
debió descubrir que no todos sus amiguitos eran igual que ella, pues al
acercarse a ellos para compartir juegos o juguetes, en muchas casos obtenía
algún gesto de rechazo e incluso más de un empujón que la hizo acabar con el
culete en el suelo.
Es
habitual que nuestros hijos, siendo pequeños, acudan a casa todo ilusionados por tener un amiguito nuevo. Deberán pasar muchos años, antes de
que se den cuenta de que la mayoría de las personas que se cruzarán en sus
vidas, durante su etapa de estudios, en el trabajo, con la convivencia entre vecinos o compartiendo deporte o aficiones, no llegarán a pasar el tamiz de la
amistad. La inmensa mayoría habrán sido compañeros de viaje de los que, posiblemente pasado un
tiempo, no lleguen ni tan siquiera a recordar el nombre.
Valoramos
la AMISTAD, cómo no, y admiramos a aquellos que la muestran como estandarte
y logran mantenerla viva a pesar de la
adversidad. Pero
puede que, por pronunciarla de forma indiscriminada, por considerar amigo a
todo aquel con el que cruzas dos palabras, a aquel con el que compartes unas
horas o a los followers de tus redes sociales… estemos menospreciando el
verdadero valor y sentido de la AMISTAD.
La
amistad es… no, no voy a explicarlo ahora.
Unos
estamos convencidos de que un amigo es
un tesoro... y así lo valoramos, pero puede que quien tengas enfrente se conforme con ser tan sólo un compañero...
Al
fin y al cabo, a los amigos los elige cada cual. ¿No?
Para los amigos, compañeros y conocidos:
Domingo 11 de Noviembre de 2018
Teníamos
otras intenciones y hemos aguardado todo lo que hemos podido, pero hay previsión de lluvias generalizadas para
este domingo.
La
sensatez recomienda no proponer una ruta
larga en la que no sea posible un punto
de retorno rápido .
Posponemos
nuestra primera idea y optamos por ruta que nos permita volver rápido a los coches si fuera necesario, aún a costa de acabar mareados por el
monte.
Lugar
de encuentro: Aparcamiento de La Berzosa – Avda Berzosa 12
Hora de inicio de ruta: 9,00
Hora de inicio de ruta: 9,00