Asturias era uno de los destinos que nos habíamos propuesto desde AlfonsoyAmigos desde hacía mucho tiempo
Cronista: Luis Ángel
Ruta realizada el 9 de Septiembre de 2018
No en vano, hace ya algunos años que el grupo había visitado estas preciosas tierras. Por ello 7 amigos confirmamos en su día el visitar Lagos de Covadonga, coincidiendo además con el final de etapa de La Vuelta a España.
Ruta realizada el 9 de Septiembre de 2018
No en vano, hace ya algunos años que el grupo había visitado estas preciosas tierras. Por ello 7 amigos confirmamos en su día el visitar Lagos de Covadonga, coincidiendo además con el final de etapa de La Vuelta a España.
Los siete magníficos para
este viaje, seríamos: Andrés, Ángel, Enrique, Ernesto, Fernando, Santi y Luis
Ángel.
El mismo viernes cenando y
tras unas sidras, ya en Cangas de Onís, donde sería nuestra residencia para
todo el fin de semana, decidiríamos hacer una ruta por el Valle del Güeña para así
no repetir la subida a Los Lagos, programada para el domingo coincidiendo con
el final de etapa de La Vuelta.
La ruta por el Valle del
Güeña fue con un absoluto sabor a
Asturias: paisajes preciosos, valles verdes, pueblos en la montaña y lo que
puede ser más raro para estas tierras, un espectacular día de sol sin una sola
nube. El espectáculo era incomparable.
En esta ruta combinamos
pistas forestales con carreteras comarcales donde las subidas verticales se
sucedían con bajadas importantes.
Algunas de esas subidas llegan a tener el 20% y aunque las mismas no son muy largas el desgaste físico sería máximo ya que aparecen en nuestro recorrido de forma continua. Santi y Ángel son los que llevarían la ruta en sus GPS's y de forma fácil nos van indicando el track del día.
Algunas de esas subidas llegan a tener el 20% y aunque las mismas no son muy largas el desgaste físico sería máximo ya que aparecen en nuestro recorrido de forma continua. Santi y Ángel son los que llevarían la ruta en sus GPS's y de forma fácil nos van indicando el track del día.
Los paisajes magníficos
hacen que las paradas sean frecuentes para divisar semejante espectáculo y hacer
infinidad de fotografías. Desde primeras horas de la mañana pudimos contemplar
el amanecer en todo el valle siendo la niebla en la parte inferior de las
montañas lo que más nos llamaba la atención. Y enfrente nuestro se elevaban los
Picos de Europa. Un auténtico regalo de día y de vistas.
No serían muchos
kilómetros pero las subidas continuas harían que la ruta fuese más dura de lo
que en principio pensábamos. Ángel va desmenuzando la ruta y va avisando de los
"dientes" que vamos salvando en el perfil de la excursión. Sería una
ruta de "dientes" de Sierra.
Llegamos al primer
objetivo intermedio, Benia de Onís a pocos kilómetros de Cangas y la vuelta a
casa seria de similar recorrido al ya descrito anteriormente. Sin embargo, las
paradas ahora no serían tan frecuentes. Parece que hay ganas de llegar al hotel
ya que una magnifica comida nos espera.
La llegada a nuestro hotel es de una
satisfacción doble: habíamos completado una excursión que no estaba planeada, y
todo había salido sin el más mínimo percance en toda la mañana.
Comimos de maravilla en
el Molin de la Pedrera, donde las atenciones fueron exquisitas y la comida
tradicional de la tierra sensacional. Habíamos completado un gran día.
El domingo se presenta
como la gran jornada de este fin de semana. No hace falta madrugar en exceso.
Recordamos que la etapa finalizaría alrededor de las 17,30 y nuestro objetivo
es subir a Los Lagos. Disponemos para ello de todo el día.
Por eso, a las 10 nos
ponemos en carretera tras agenciarnos de algunos víveres para el resto del día.
Los primeros kilómetros de salida de Cangas de Onís son fáciles, sencillos, eso
sí por carretera y con la debida precaución ya que aunque todavía es temprano,
ya empieza a haber mucho tráfico y sobre todo muchas bicicletas que se dirigen al
mismo destino que nosotros.
Pararemos en la Basílica
de Santa María la Real de Covadonga, y más concretamente en la Santa Cueva de
Covadonga, sitio absolutamente sobrecogedor y de obligado destino. Tras una más
que breve parada, iniciamos la gran prueba del día: la ascensión a Los lagos.
Nada más salir de las
inmediaciones de la Basílica, comienza en serio el puerto. Un puerto en el que
ya hemos recorrido hasta ese punto 6 kilómetros. Quedan otros 12 de ascensión,
pero de un nivel aterrador. Las primeras rampas son duras pero se hacen bien
por la vegetación de los lados de la carretera, pero la dificultad va en
aumento a medida que pasamos las pancartas de La Vuelta que indican los
kilómetros a meta. Cada una de esas pancartas se hacen eternas, hasta que llegamos
al punto más dramático de la subida: La Huesera.
La Huesera es una recta
de 900 metros con rampas del 15% constante y que por su perfil parece no
acabarse nunca. Allí vimos a mucha gente bajarse de la bici y continuar
andando. Pero el grupo nuestro se comporta de manera insuperable y culmina esa
subida incluso con una sonrisa en la cara.
El esfuerzo ha sido
inimaginable. Tras reunir al grupo continuaríamos. El puerto sigue siendo
durísimo pero parece que hemos atravesado lo peor (lo mucho más que peor)..., y eso hace que el esfuerzo parezca menor. De
todas maneras habrá que salvar todavía importantísimos desniveles hasta llegar
a la meta montada por la organización de La Vuelta.
Las bicis que suben y la
gente andando nos impresionan. Un auténtico río de gente para ver La Vuelta
desde cualquier punto del puerto. La gente parada nos animaba a nuestro paso,
lo cual nos anima aún más para proseguir y acabar. A pocos kilómetros de la
cumbre nos encontraríamos con Galo y la emoción y los abrazos se desbordan al
verle.
Finalmente divisamos el
primer lago, el Enol, de una belleza máxima y de ahí a la meta
donde haríamos las máximas fotos posibles ya que el destino y el momento lo
merecían. Nos dirigiríamos acto seguido
al lago Ercina, separado de las inmediaciones de la organización, donde paramos
a comer y descansar y aprovechamos para decidir desde donde veríamos el paso de
La Vuelta.
Finalmente nos colocamos
en una curva próxima al Mirador de la Reina a 3 kilómetros de la meta. Veríamos
pasar La Vuelta emocionados y con gran ilusión. Al ser un puerto tan durísimo
el pelotón llegaría muy roto, lo que nos permitió ver pasar a corredores
continuamente. Aunque el día había sido soleado con alguna nube, la niebla
finalmente hizo acto de presencia lo que le dio al paso de los ciclistas esa sensación
épica que rodea siempre al ciclismo.
Momento de emprender el
descenso hacia el hotel para volver a Madrid. Pero el descenso lo haríamos con
extrema precaución. El número de personas que bajan, tanto a pie como en
bicicleta es máximo y hay que tener mucho cuidado para no tener ningún
incidente.
Tras cargar nuestras bicis y equipaje emprenderíamos nuestro regreso a Madrid tras otra
jornada increíble. Llegaríamos a Madrid cerca de las 3 de la mañana, pero creerme
si os digo que mereció la pena, y de qué manera.
Amigos ha sido un fin de
semana espectacular, de principio a fin, en todos los aspectos. La convivencia
ha sido como os podéis imaginar y las dos rutas dignas de llevarlas en mente
para siempre.
Estos viajes que hacemos
refuerzan aún más, si cabe, el espíritu de amistad y deporte que siempre
llevamos con nosotros. Por eso desde Asturias, os mandamos un abrazo a todos
sabiendo que habrá nuevas oportunidades para compartir nuestra pasión por la
bici y los amigos.
Como final de crónica solo
dar las gracias a mis 6 compañeros de este fin de semana por haberlo hecho tan
fácil, tan ameno y tan inolvidable.
Un abrazo y deciros que
el próximo viaje de AlfonsoyAmigos... cada vez más cerca.
El vídeo de Fenando Martín
Nuestro recorrido de calentamiento
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El vídeo de Fenando Martín
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