Hoy, después de
un día de lluvia fina se ha congregado el grupo de AlfonsoyAmigos para hacer
una ruta corta pero intensa por la sierra de Hoyo
Crónica: Patrick
Después de la ruta de “transición”
del viernes que se marcaron los velocistas del grupo con 50 km a más de 16km/h
de media por alrededor de Valmayor, hoy hemos optado por una ruta de trialeras
rompe-piernas con tramos de empuja-bike incluidos ya que queremos enseñar al
grupo la trialera del Hilo Blanco que es de difícil acceso y que investigamos Chicho
y yo durante la primavera. ¡Así que hoy entreno de fuerza y técnica!
Sabemos que para
los senderos y las trialeras de la Sierra de Hoyo el terreno mojado le va de
perla porque con la lluvia su suelo arenoso y de piedras sueltas se vuelve muy
agarrón y es perfecto para encontrar el tan ansiado “Flow” que siempre
buscamos.
Algunos han
llegado pronto y el taller móvil de Toño se ha desplegado para purgar los
frenos de Barri que no responden … El aceite que sale de las pinzas, lejos del
color rosado típico del “Red-Rhum” (entiéndase
Ron Rojo) de Shimano parece más bien agua sucia saliendo de la fregona de
un bar de mala muerte! Barri admite que nunca ha cambiado el aceite ni purgado
los frenos… (¡No sabes nada Barri! –
léase la crónica de la semana pasada para entender esta referencia).
Frenos purgados y como nuevos. Los necesitará Barri durante la ruta, y ¡lo
sabe!
Mientras tanto,
nuestro amigo Nico lanza llamadas de emergencia porque ha ido a parar a la
Berzosa pero la calle del mismo nombre ubicada en… ¡Collado Villlalba! Le lanzo
una bengala y se reagrupa enseguida. Otros comentan las prendas técnicas de
invierno que han comprado durante la Black Week y que van a estrenar hoy…
Víctor que
participó hace poco en su primera ruta con AlfonsoyAmigos, repite y además está
en sus dominios porque vive aqui mismo. Esperemos poder enseñarle alguna senda
desconocida por él.
Más tarde que
temprano se pone el grupo en marcha y el recuento da 19 bikeros: Alfonso, Andrés,
Barri, Chicho, Chupo, Dani, Enrique, Eva, Ferluy, Fernando, Forlán, Jesús, Juan,
Luis Angel, Nico, Toño, Santi, Victor y Patrick.
Como aperitivo
una single Trail de bajada muy “disfrutona”, rápida y con mucho Flow que nos
lleva al puente del arroyo de Peregrinos donde empieza la larga subida por la
pista del “Camino de Torrelodones a Moralzarzal” hasta el cruce con la senda de
Peñaliendre.
Duro Single
Trail con tramos técnicos, rotos, roderas, escalones donde desmontar es
obligatorio… Algo que desgasta y nos hace rápidamente entrar en calor. Algunos
quitamos gorros, bufandas y alguna que otra prenda. Llegamos finalmente a la
casa en ruinas de Peñaliendre, antigua casa de guardia, y su mirador, pero hoy
solo podemos contemplar un denso mar de niebla.
Nos volvemos
unos metros atrás para poder coger la senda que sube hasta la cresta de la sierra,
pero de repente nos paramos porque se acaba de caer nuestro amigo Juan al
resbalar su rueda en una piedra mojada y se ha golpeado con el pedal en la
rodilla.
Después de
reponerse seguimos la marcha y nos toca ahora la parte menos agradable de la ruta,
pero necesaria si queremos probar la nueva trialera. Son 300 metros de
empuja-bici por un sendero muy roto y empinado que desgasta piernas y músculos
que no solemos usar mientras pedaleamos.
Por fin llegamos
arriba y seguimos la cresta y el muro del campo militar del Palancar. Estamos
en el lugar conocido como Peñacovacha y desde este punto, los días soleados se
pueden contemplar la sierra de Madrid, la Pedriza y el embalse de Santillana.
Por fin podemos
rodar y después de bajar unos metros a nuestra izquierda, muy escondido,
aparece el principio de la trialera del Hilo Blanco. El nombre de esta cresta
que vamos a bajar se debe a la veta de cuarzo blanco que la recorre y
efectivamente nos toparemos con estas rocas blancas durante todo el descenso.
La trialera se
empina cada vez más y las piedras y rocas sueltas hacen difíciles varios tramos,
pero con cierta pericia y con la ayuda de las piernas como improvisadas patas
de cabra se sortean y el camino desaparece literalmente en un mar de Jaras.
Llegamos de
nuevo a cruzar la senda de Peñaliendre pero seguimos de frente para rodear el
Cerro Lechuza por su trialera más rota que otras veces y que se complica en su
parte final. Pasamos por encima de la cascada del Covacho que todavía no se ha
recuperado después de tan seco otoño.
Nos reagrupamos
justo al principio de la single trail de la casa del Huerto que conocemos bien
y que bajamos a una velocidad increíble aprovechando las curvas peraltadas
donde agarran perfectamente las cubiertas.
Cruzamos arroyo
seco y pista para toparnos con una pareja de e-bikers en apuros. Los mecánicos
de AlfonsoyAmigos despliegan sus dotes y en un periquete la bici esta lista
para seguir la ruta. Los e-bikers muy agradecidos nos invitan a quedar para una
salida con e-bikes prestadas de su tienda.
Nos seguirán por el Blog y seguro que tendremos noticias de ellos.
Seguimos por una
nueva trialera que también investigamos hace tiempo con Chicho y después de
seguir la rueda de Nico, sin casi darme cuenta logro pasar un paso técnico en
una lancha de piedra muy empinada que en su tiempo no logre bajar!... me consta
que por primera vez agoté casi los 120mm de mi horquilla!
Rápidamente
pasamos por el aparcamiento y una parte del grupo decide acortar la ruta y
volverse más pronto al hogar barruntando posibles atascos por la vuelta del
puente. (Después se confirmarán)
El resto del
grupo sigue por lo que ya es una clásica, trialera de las Machorras, subida a
la senda de la Casa del Canto del Pico para bajar por su single Trail muy
rápido hasta la carretera M-618, rodear la charca de las ranas y volver a subir
por sendas de la Cruz del Pan hasta la zona del Chaparral, lugar de antiguos
set de rodajes de numerosas películas en los años 50 y 60.
Antes de llegar
a los coches nos encontramos con un grupo de Bikers y reconocemos a 2 wikilocos
que seguimos con asiduidad Chicho y yo: Nievesbladerunner y Nanoflojo que
saludamos.
Conocen el grupo
y nos comentan de una posible quedada MTB entre Wikilocos y de la quedada “Red
MTB” que se realiza cada año y a la cual nos invitan a participar. Nos explican
brevemente que se da un lugar como punto de llegada (la última fue en Moralzarzal) y cada grupo que quiere participar se
organiza su propia ruta por los alrededores con el objetivo de llegar al lugar
de encuentro al acabar la ruta y poder conocernos y confraternizar todos… ¡Idea
original sin duda!
Visto la hora
temprana, quedan todavía fuerzas para bajar a Hoyo de Manzanares y tomarnos
unas merecidas cervezas en una tasca del pueblo. Pocos kilómetros, pero muy
exigentes han hecho mella en cuerpo y mente… ¡Descansaremos muy bien esta
tarde!