MTB hasta Alto del León desde Los Negrales

Deslomamos el Camino de los Lomitos

El tiempo está loco, loco, loco y nos vuelve locos a todos. Llega la víspera de la ruta prevista con AlfonsoyAmigos y se complica tomar la decisión más importante: Qué equipación preparar para el día siguiente.

Las previsiones nos avisan una vez más de lluvia y temperaturas bajas pero ¡bah!, no será para tanto, pensamos. Además, tampoco vamos a tomar tanta altura ¿o sí?

Hemos quedado en Los Negrales, localidad cercana a Collado Villalba, y aunque ya tenemos la confirmación anticipada de varios compañeros, siempre surge el factor sorpresa. Hoy el grupo ha estado formado por:

Vadeando el Arroyo Labajos

Andrés, Ángel, Enrique, Eva, Juan Carlos, Juan Patricio, Luis Ángel, Luis Ángel JR., Manolo, Miguel Ángel, Samuel, Santi, Toño y Alfonso.

Nos alegra encontrarnos los más habituales y puede que nos alegre aún más recuperar otras caras amigas y comprobar que se acuerdan de nosotros. Je Je.

Empezamos a pedalear y parece que la mayoría hemos elegido el look de invierno, en el que no puede faltar la prenda clave de la temporada, el chubasquero... y mejor si es "rojo pasión".

Se rueda fácil sin apenas desnivel, tal vez algo rápido para mi gusto, pero allá vamos ganando kilómetros.

Arroyo Labajos

Se diría que dejamos atrás un cielo parcialmente nuboso, para enfilar directamente hacia unos negros nubarrones que se pegan a los altos de las montañas cercanas y no presagian nada bueno, pero que permiten ver con claridad la pista por la que ascenderemos hasta el Alto del León.

Eva bien abrigada

Muchas de nuestras rutas recorren antiguas cañadas reales, mejor o peor conservadas. En esta ocasión nos aprovechamos del trazado de la Cañada Real Segoviana, para desviarnos antes de que enlace con la Cañada Real de las Merinas.

Juan poniendo buena cara a la niebla

Tenemos que vadear el Arroyo de Los Labajos y la verdad es que habiendo un estrecho puente de piedra, a la mayoría no le apetece mojarse los pies en los primeros kilómetros.

El Cordel de los Labajos nos acerca a Guadarrama, pero hoy rodeamos esta localidad por el este y seguimos tomando altura sin demasiado esfuerzo.

Breve descanso bajo las vías del tren

Pequeñas localidades, urbanizaciones que se dejan rodear y en las que apenas se nota movimiento de la población a estas horas. Una breve parada nos permite quitarnos algo de ropa de abrigo.

Nos acercamos a zona montañosa y los senderos, bastante húmedos, se pegan a las ruedas y van tomando mayor desnivel. Se nota que el pedaleo ha perdido alegría.

Eva y Manolo

Ahora es la Vereda del Canto de la Plata (bonito nombre ¿verdad?) la que tenemos que ir superando para bordear por el oeste Los Molinos y adentrarnos en el pequeño Pinar de la Peñota. Cae una suave llovizna que se soporta sin problemas.

Un puente bajo las vías de tren de la línea Madrid-Segovia nos da refugio para tomar algún gel o barrita energética. Estamos al inicio del tramo más duro del recorrido.

Miguel Ángel, Ángel y Juan

Atacamos el Camino de la Solana con entusiasmo y bromas, pero a los pocos metros tenemos que parar. Ahora se ha puesto a llover y con intensidad, es recomendable ponerse de nuevo el chubasquero.

Los que aprendieron a vestirse solos con más habilidad parten los primeros y el resto les sigue.

La recomendación sigue vigente

Debo reconocer que soy incapaz de seguir a Samuel bajando trialeras, pero esta vez me pego a él como una lapa en un cansino pedaleo que habrá que mantener con duro esfuerzo durante 3 kms para superar un duro desnivel.

Sé que algunos compañeros van por delante y que otros trepan unos metros por detrás de mí. Habrá quien me adelante pero no veo sus caras, no dejo de mirar un metro más allá de mi rueda delantera.

Toño y Alfonso

Os garantizo que por la cabeza se me pasa detener la marcha y recuperarme unos segundos, pero Samuel pedalea, oigo su respiración. Ahora mismo ya no recuerdo si seguía lloviendo o hacía frío, solamente que seguíamos avanzando, ganando metro a metro.

En el último tramo se nos une Ángel, que celebra con nosotros que ya estamos arriba. Junto a la Fuente de la Peñota veo compañeros cogiendo agua y a otros que aún están llegando.

En el Alto del León con niebla densa

El Camino de Los Lomitos comienza desde este punto y nos traslada hasta las cercanías del Monumento al Arcipreste y al Alto del León. Primero por toboganes que se suceden y después por repecho trialero duro, lleno de barro, que superamos a tramos al principio y por sendero habilidoso después. Hemos dejado atrás la Fuente Lobo.

Estamos a cero grados, pero saludamos con entusiasmo
Apenas se distingue el monumento

En el Puerto de Guadarrama nos envuelve una densa niebla que nos pone en peligro cuando hacemos por cruzar la Nacional VI. Los vehículos cruzan muy rápidos en un sentido y otro y las luces apenas se distinguen.

Andrés se vitamina y mineraliza

Estamos a 1º y más adelante a 0º. Como la semana pasada, la sensación térmica es inferior por el viento que no ataca.

La Fuente de la Hondilla y rápido descenso. Apenas ves los obstáculos del camino cuando ya los tienes encima, continúa la niebla.

Fuente de la Hondilla

Hacia el Embalse de la Jarosa, que cruzamos por la pantalla y nos acercamos a Guadarrama por la Vereda de la Portera.

A partir de aquí, kilómetros en suave descenso. La niebla se ha disipado y se ha ganado algún grado de temperatura que se agradece. Pincha Andrés y ahí tenemos a Juan para echar una mano.

Juan, Santi, Toño y Enrique

Bien guiados por Enrique y Santi volvemos a alcanzar el Cordel de los Labajos y será aquí donde Luis Ángel sufrirá picotazo en su rueda tubelizada. Pierde líquido sellante y se le escapa todo el aire.

Arreglando el pinchazo con buen humor

Juan, una vez más, y Toño toman la iniciativa para solventar el problema y permitir que lleguemos a los coches, a los celebrados abrazos y a la toma de refrescos invitados por Juan Patricio, a pesar de que su cumple fue el pasado 17 de marzo. Felicidades de nuevo.

El track de nuestra ruta. PINCHA AQUÍ

Y el próximo domingo nos vamos 22 amigos a la Vereda del Fraile, pero FALTAS TÚ.

Cómo llegar a ser héroe sin desearlo

Teoría del Punto de No Retorno

A través de este blog, conseguiréis enteraros de las aventuras, venturas y desventuras de un grupo de ciclistas de montaña.

Si sois seguidores habituales, ya habréis comprobado que en AlfonsoyAmigos estamos empeñados en practicar el deporte de la bicicleta en cualquier época del año.

Permitidme que de un salto mortal literario para contaros:

Que en el siglo V antes de Cristo el rey persa Darío construyó el Camino Real Persa, para facilitar una comunicación rápida a través de su extenso imperio. Cuentan que los "mensajeros del reino" podían viajar 2699 km en siete días.

Pues bien, el historiador griego Heródoto escribió: “Ni la lluvia, ni la nieve, ni el calor, ni la oscuridad de la noche, impedirá que estos mensajeros cumplan con su obligación a la mayor velocidad posible”

Tal vez a alguno le suene que, de manera no oficial, el servicio de correos de EEUU hizo suyo este lema.

Y si lo han hecho los americanos, por qué no podemos también nosotros decir muy alto:

 “Ni la nieve, ni la lluvia, ni el calor ni la oscuridad de la noche impide que AlfonsoyAmigos saque sus bicicletas a rodar”

Cuantos nos habéis seguido y leído, sois testigos de que se ha cumplido el lema y no me cuesta imaginar que en más de una ocasión se os haya podido escapar un comentario del estilo de “están locos” o acaso algún otro de admiración, como nos habéis transmitido muchas veces.
... Y con otra pirueta retomo el primer hilo argumental.

Viéndonos pedalear en las condiciones más extremas mientras atacamos repechos que desafían nuestra voluntad, podría decirse que sí, que estamos locos, que hay que estarlo para sufrir con plena conciencia, sin anestesia. ¿Con plena conciencia he dicho?

Os diré un secreto: Para los ciclistas existe un punto tan importante como el G para las mujeres y tal vez tan difícil de fijar como aquel, el Punto de No Retorno.

Me explico: Imaginad una Ruta con un recorrido circular. El punto al que me refiero, el de No Retorno, no tiene por qué ser el más alejado, ni el que se encuentre a la mitad del kilometraje previsto.

El PUNTO será aquel que marca la línea simbólica en la que, en el caso de necesidad, sería más fácil, rápido y seguro seguir adelante que desandar el camino realizado.

Si la inclemencia del tiempo se agrava o surge algún percance no esperado, alguien deberá decidir si se ha alcanzado ya el Punto de No Retorno.

Superada esta frontera, por mucho que caigan chuzos de punta, las temperaturas se desplomen o, por el contrario, se disparen como en un mes de Agosto a las 4 de la tarde, el ciclista sabrá que debe seguir adelante y aguantar lo que le caiga encima.

La heroicidad del ciclista surgirá cuando sea capaz de proseguir la marcha, pedalada a pedalada, codo con codo con sus compañeros, en lugar de sentarse a llamar y esperar a que le rescaten los servicios de emergencia. No hay otra…

Pero como veis… héroes a la fuerza.

Domingo de Resurrección

Es el domingo que sigue al Sábado Santo y en el que se conmemora la resurrección de Jesús. Se celebra el domingo inmediato al plenilunio después del equinoccio de primavera.

Las numerosas ausencias anunciadas para el domingo recomendaron no lanzar una propuesta “oficial de ruta”, pero ruta no iba a faltar.

Hoy nos guiará Ferluy, que ha estado preparando el recorrido en estos días, con el interés y cariño que siempre le pone.

Los que acudimos al Paseo Rivera de San Rafael avanzamos al encuentro de los que partieron de El Espinar y juntos bordeamos El Estepar. El grupo formado por Andrés, Belén, Eva, Ferluy, Juan, Luis Ángel, Pawel, Rafa, Santi, Toño y Alfonso.

La mañana está muy fresca, nada que ver con la del día anterior en la que hubo Ruta de la Abuela.

Bordeamos Las Tejoneras y La Tejeruela, sorprendiéndonos encontrar cuasi autopistas donde antes recorríamos senderos y caminos pedregosos.

Alcanzamos la Estación de El Espinar y lo hacemos también por otra pista arreglada, el Camino de las Carboneras, con ausencia total de piedras, que permitiría incluso el tránsito de cualquier vehículo.

Mina de Wolframio en Cabeza Reina

Ascenso por la calle Esperillas y paso de cancela para volver a terrenos naturales que nos obligan a rodar con habilidad por senderos pedregosos y lanchas de piedra que bien conocemos hasta más allá de la Fuente de los Navazos. El tramo tiene trazas de dureza, pero siempre gusta ascenderlo, hoy en fila india.

Mina de Wolframio en Cabeza Reina

Paramos lo justo, hace frío y tomamos dirección hacia Cabeza Reina, para coger en descenso senderillo que acerca a la Fuente de Majada Alta y a las bocas de la antigua mina de wolframio, donde nos detendremos. Difícil creer que a estas alturas resulte desconocida para varios compañeros.

Mina de Wolframio en Cabeza Reina

Cuando ya tenemos a la vista el Apeadero de San Rafael, giramos a la izquierda para tomar el camino paralelo a las vías del tren, que resulta siempre divertido en cualquier sentido. Cruzamos el Río Gudillos junto al Puente del Colchonero.

Puente Colchonero

Dejamos a nuestra derecha las instalaciones del Campamento Alto del León y tomamos desde su inicio la “alfonsina”, que se deja recorrer sin problemas.

Cuando alcanzamos el Camino del Agua, que nos conduce hacia la Casilla de Peón Caminero, la cosa cambia y desagrada a todos. La pista que tantas veces hemos recorrido y disfrutado está destrozada por el paso de vehículos de cadenas y el arrastre de pinos.

Rafa a las puertas de la Mina de Wolframio de Cabeza Reina

Rodadas profundas y barro es lo que nos toca sortear hasta poder coger nuestro desvío hacia el Alto del León, pero que esta vez hay que esquivar por dura alternativa para evitar otro nuevo destrozo originado por el arrastre de árboles. SIN COMENTARIOS.

El ascenso es duro, ya lo sabemos, pero todo el grupo alcanza las espaldas de la Antigua Casa Hilario. Una breve parada que intentamos sea a resguardo del frío aire que llega y se cuela por cualquier rendija de nuestra equipación. Hemos sudado con el esfuerzo y nos quedamos fríos.

Estamos a poco más de 1 grado centígrado y con sensación térmica inferior. Curioso comprobar que a las 18,30 del mismo día, cuando viajo hacia Madrid, la temperatura en el Alto es de 9º y de 16º en la ladera madrileña.

Llegamos a creer que tendríamos una mañana con el sol como testigo, pero el cielo se cubre y el aire es cada vez más frío y húmedo.

Cruzamos la carretera con precaución, pues hay bastante tráfico a estas horas y los vehículos no pasan tan lentos como sería deseable. Superamos las antenas de comunicación y radar que se encuentran en instalaciones militares. Me atrevería a decir que han aumentado la seguridad de la alambrada exterior.

Santi cruzando el Arroyo Lagasca

A nuestra izquierda dejamos el Cerro Piñonero o Cerro de la Gamonosa, que ya atacamos en anterior ocasión y por el que preguntaba Luis Ángel.

Nos adentramos en la zona que nuestro grupo conoce como la de “los toboganes”, y la nieve aparecerá dando un encanto especial al recorrido pero dificultando la marcha.

Ferluy avisa, porque lo ha visto en días anteriores, que más adelante hay mucha más nieve y barro, por lo que la opción buena es descender hacia los depósitos de agua por una senda trialera que ya se está haciendo popular.

En el Arroyo Lagasca

Pérdida de una hora de sueño, cansancio de la ruta del viernes, temor a posibles atascos de regreso a casa, compromisos familiares, intenciones de regresar pronto ya preavisadas, compañer@s que están sufriendo con dolor el frío húmedo de la zona… tal vez influye algo o todo a la vez para que en este instante el grueso del grupo opte por coger el camino más corto hacia San Rafael.

Cruzando el Arroyo Lagasca

Todavía quedaban algunos kilómetros para completar la ruta tal y como Ferluy la había diseñado y serán Luis Ángel y Santi los que sigan con él adelante, a la postre los más fuertes, pues hoy ni siquiera Toño se encontraba con fuerzas para regresar a El Espinar.

Damos las gracias a Ferluy por el interés que puso en diseñar un recorrido atractivo para todos, pero que estuvo condicionado por la nieve, el frío y las circunstancias del día. Afortunamente, jugábamos en el “salón de casa” y la podremos volver a repetir en cuanto lo proponga.

Nuevamente felicitamos a Eva por su cumpleaños, que además tuvo el detallazo de invitarnos en Las Farolas.

Semana de Pasión

Pregunta y te responderán que la Semana de Pasión es conocida por todos como la Semana Santa, aunque puede que encuentres a quien se quede sin saber qué contestar.

A los más religiosos les acudirán inmediatamente a su mente recuerdos de días de recogimiento, aquellos en los que, hace años, cualquier establecimiento lúdico permanecía cerrado…

Memoria de procesiones, de canto de saetas, de capirotes de distintos colores, de nazarenos o penitentes, de legionarios portando la imagen del Cristo de la Buena Muerte, de esta o aquella procesión con el cristo o la virgen de su localidad, del sonar de trompetas, tambores y timbales o de un silencio conmovedor. 

De gentes que lloran desconsoladas o agradecen que la ausencia de lluvia les haya permitido contemplar la imagen de su devoción.

La sensación será tan clara para algunos que incluso percibirán un cierto olor a incienso o les aparecerá un regusto a torrijas.

Semana de Pasión que se convierte para otros en días propicios para acercarse a la playa o la montaña buscando unas merecidas vacaciones.

Pero también habrá quienes disfruten al máximo de su particular pasión, de la oportunidad de dedicar más tiempo a compartir con sus amigos el deporte de la bicicleta.

Alfonso

Aquí tenemos la crónica de un...

Viernes de Pasión

Texto: Luis Ángel

Fotografías: Chicho y Enrique

Edición y montaje: Alfonso

Penitentes: Andrés, Chicho, Enrique, Juan, Luis Ángel y Pawel.

Y de verdad que lo fue y por tres motivos fundamentales. Primero, pasión de un grupo que ha rodado con esa característica de amistad, compañerismo y predisposición por todos conocida desde el primer momento en que comenzábamos nuestra aventura y ante todas las eventualidades que se dieron en el día.

Segundo, pasión por la bici, porque mucho tiene que gustar la bici para acometer y afrontar una ruta de semejantes características. Magníficamente diseñada y comandada por Enrique y Chicho que hicieron que dentro de la gran dureza, el recorrido fuera transcurriendo sin dudas ni pérdidas.

Y tercero, de pasión literalmente hablando, porque ha sido un día durísimo, extremadamente duro, tanto en las subidas como en las bajadas. Las piernas se rompían subiendo y los antebrazos se doblaban en las bajadas. Un auténtico sufrimiento dentro de lo magnifico y sensacional del recorrido.

Mención aparte las vistas y los paisajes que se han podido divisar y contemplar en todo momento. Solo por eso ya merece la pena volver algún día.

Hubo algunas averías que parecieron serias en un primer momento, pero  que nos permitieron seguir sin tener que temer por el abandono.

Es cierto que el recorrido es de los que no dejan descansar en casi ningún momento con rampas continuas del 13-15-25 % y trialeras interminables y muy técnicas en algunas ocasiones de 3-4 kilómetros ininterrumpidos, que no permitían descansar casi en ningún momento. 

Ahora bien, el grupo sin excepción ha rodado contento, animado, encontrando la satisfacción en cada tramo que acabábamos salvando. Hemos acabado exhaustos, sí, pero con una emoción al completarla indescriptible. La gran predisposición de todos ha sido esencial y especial hoy. Era la única manera de seguir y seguir para acabar.

Un día que recordaremos siempre como aquel Viernes de Pasión que investigamos una ruta para proponerla a todo el grupo de AyA. Porque amigos, esta ruta es para hacerla todo el grupo y tenerla en el libro de Rutas MTB de AlfonsoyAmigos.

A la hora de compartir un buen rato con unos merecidísimos bocadillos de calamares al terminar, todo eran risas, emociones y buenos recuerdos de este día de Semana Santa. 

Y todos, cada uno de los seis coincidíamos en la ilusión no solo de haberla acabado si no en el convencimiento de repetirla. Seguro que la repetiremos. 

Hemos echado de menos a muchos compañeros AyA, pero sabemos con toda certeza que esta excursión se repetirá con todos vosotros. Creo que no exagero si digo que esta ruta os la hemos dedicado a todos vosotros como a nosotros mismos.

Impresionante día amigos, brutal. Un abrazo a todos, a los que hemos podido ir y completar la ruta y a los que en cualquier otra ocasión compartimos juntos la pasión por la bici.

La ruta en wikiloc. Pincha aquí 
No te pierdas el vídeo de Enrique. Pincha aquí
Y a celebrar todos el Domingo de Resurrección.

Patrimonio cultural espinariego

El municipio de El Espinar viene mirando históricamente al monte, a su entorno privilegiado, como el motor de su economía y el orgullo de su gente. Y así debe seguir siendo.

Sin embargo también existe un patrimonio cultural urbano que, convertido en el legado de nuestra historia y a falta de ideas, queda olvidado en nuestras calles. John Ruskin, padre del conservacionismo, decía que no es una cuestión de conveniencia la decisión de conservar los edificios del pasado o no. No son nuestros. Pertenecen en parte a aquellos que los construyeron y en parte a todas las generaciones que nos seguirán.

Centro Cultural Nila Vicente de San Rafael

Así, el patrimonio cultural pertenece al pasado y al futuro. Al presente sólo le depara una obligación: Conservarlo. Hoy el presente somos nosotros. Con esta premisa, la Asociación Centenario (ACCE) propone para el próximo día 16 de abril a las 18:00 horas, en el Centro Cultural Nila Vicente, una charla distinta, innovadora, a cargo del arqueólogo segoviano y experto en recuperación de patrimonio histórico, Ignacio Gallego Revilla, quién reflexionará sobre el nexo de unión entre el patrimonio cultural e histórico y el desarrollo económico del municipio.

Ermita Nuestra Señora de la Losa

El palacio del esquileo, Nuestra Srª de La Losa, el albergue juvenil, Santa Isabel, la fuente de Lerroux, las escaleras de El Rosario, la Iglesia de San Eutropio, la ermita del Carmen, la chimenea de La Estación y tantos otros, son ejemplos de un pasado del que tenemos el imperativo categórico de rescatar y poner en valor cultural, social y económico.

Chimenea de La Estación

Sembrar futuro con simiente del pasado. Perder por desidia el patrimonio común, es uno de los peores síntomas cuando testamos el progreso cultural de una sociedad, por eso ACCE propone una reflexión sobre el deber moral de defender nuestro patrimonio histórico.

Luis López