Los que pensaban que hoy sería
una “etapa de transición” se equivocaban
La bicicleta se está convirtiendo
en algo más que un deporte, es una excusa para juntarnos y pasarlo en grande.
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Presa del Embalse de Valmayor |
Cambiamos el día de quedada del
domingo al sábado, algunos compañeros ya avisaron de su ausencia, otras dos
bajas de última hora, la amenaza de lluvias es permanente y a pesar de ello,
aparecemos nueve en el punto de encuentro.
Belén, Enrique, Ferluy, Fernando,
Juan, Mario, Ramón, Sergio y vuestro cuenta cuentos preferido.
Creo que en Alto del León estaba
nevando cuando han pasado por allí y a los que hemos partido de Madrid no nos
ha parado de llover, pero allí estamos todos.
Iniciamos ruta con atuendos
diferentes de los habituales. El chubasquero multicolor es el complemento de
moda.
Ya desde el inicio una suave llovizna, sirimiri, galúa o calabobos
nos acompaña, pero la moral está alta, nadie duda en rodar. Nadie quiere volverse a casa.
Esta vez nuestra intención no
será llegar al Embalse de Aulencia, pero si dar la vuelta al Embalse de
Valmayor.
Rodamos por la Cañada Real
Segoviana, pero pronto nos desviamos a la izquierda para coger pista ya
conocida de otras veces. Los que van en cabeza parecen querer llegar a
Galapagar, pero tengo que pegarles grito para que paren y deshagamos camino. Al
final de ruta acabaré afónico.
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Embalse de Valmayor |
Después de cruzar la M-505
cogemos la Colada de las Latas hacia Colmenarejo y teniendo el pueblo a la
vista nos desviamos a la derecha por estrecho senderillo, que nos pondrá en el
Descansadero de la Cerca de la Casa, junto a Ermita.
Unos kms en rápido descenso, apenas
hemos puesto las piernas a prueba.
Hace rato que dejó de llover.
Acabaremos en cruce con la M-510,
que en este tramo es conocido como la Vereda del Puente del Cura.
Apenas 3 kms por carretera y nos
disponemos a cruzar hermosa presa de un
km de larga, del
Embalse de Valmayor.
A la derecha podemos ver un
pequeño puerto deportivo con unas decenas de pequeñas embarcaciones de vela.
Salimos agrupados, pero Juan se
pone en cabeza y le sigo junto con Mario y Sergio. Tenemos por delante un ascenso
duro de casi tres kms, pero llevamos buen ritmo e incluso hay algún relevo. Los
coches pasan cerca salpicando y el guardabarros no protege ni del compañero que
llevas delante ni del agua que escupen tus propias ruedas.
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Belén, no te escondas, sabemos que eres tú |
Paramos en rotonda, a pocos
metros del pueblo de
Valdemorillo.
Estamos al pié del
Embalse de Valmayor.
Agrupamos
y tomamos pequeño refrigerio.
Todos muy salpicados, pero todavía llevamos los
cuerpos calientes.
Pasamos junto a la
Urbanización
El Paraíso antes de coger desviación por nuestra izquierda.
Un par de locos,
con barro hasta las cejas, nos confirman la ruta.
Puede que nosotros
presentemos el mismo aspecto.
Senderos habilidosos circulando
junto al Parque de las Infantas y Tres Dehesas que nos pondrán en la Colada de
Fuentevieja.
La lluvia vuelve a aparecer a
ratos.
Cruzamos el
Cordel de la Cruz
Verde y cogemos la
Colada de la Crucijada.
Vía Pecuaria que tendrá uno de los
tramos más habilidosos y divertidos de todo el trayecto.
Primero en descenso,
pero después con continuo desnivel en ascenso por zona con mucha agua, que
corre en sentido contrario a nuestra marcha.
Cruzamos el Camino del Robledillo
que nos llevaría hacia Peralejo y nuevas zonas que requieren de habilidad y
esfuerzo. Nos prometemos volver por esa zona.
Los más fuertes disfrutan de lo
lindo y tengo que gritar en varias ocasiones para que bajen un par de puntos su
marcha.
Alguno ya empieza a sufrir y aún nos quedan bastantes kms por recorrer.
Cuando ya estamos cerca de
nuestro próximo destino, las lagunas y charcos son la nota habitual. Ya no
hacemos apenas esfuerzo por evitar mojarnos. A estas alturas todos vamos
calados.
Cruce con nuevo grupo ciclista
antes de llegar a Pajares y La Estación de Zarzalejo.
Breve parada, pero ahora ya el
cuerpo se queda destemplado en cuanto te detienes.
Cogeremos el
GR-10 o
Colada del
Camino del Chicharrón hacia el
Aparcamiento de la Herrería.
Mario y Ramón
llevan prisa e intentan acelerar la marcha, pero algunos ya van con la reserva,
aunque después se recuperarán.
Tendremos que rodar por la
Calzada Romana, muy peligrosa estando húmeda, lo que provocará que Belén “salga
de orejas” en aparatosa caída.
Aparentemente sin mucho daño, pero sangra de una
rodilla.
Es valiente y continúa inmediatamente la marcha.
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Juan y Fernando "Ferluy" |
No nos queda más remedio que
atravesar la zona con más agua del recorrido. Los pies ya no pueden permanecer
secos, si es que alguno no los llevaba totalmente calados a estas alturas.
Cruzamos La Herrería, en duro
ascenso hacia el Monasterio de El Escorial. Intento seguir la ruta marcada,
pero es cierto que podíamos haber acortado por desvío a la derecha, aunque lo
descubro tarde por las indicaciones de Ferluy y Juan.
Mario y Ramón se despiden, para
coger primero carretera y después vía pecuaria hacia el
Palacete de Monesterio y
los coches.
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Belén ¡Valiente! |
Nosotros optamos por coger la
ruta prevista por Vía Pecuaria, Calle de Santa Ana primero y Calle de los
Artistas después, hacia Navalquejigo.
Chocolatada en la mayor parte del
recorrido, hay obras por la zona y no ayudan. A estas alturas no nos preocupa
ensuciarnos un poco más.
“Caminos secos, no hay problemas
para mañana” – me decía ayer Ferluy por teléfono, después de que realizara estos
tramos con Juan.
Wikiloc - kikeborg Ruta grabada por Enrique
No pongo en duda sus palabras, lo que significa que esta noche ha debido llover como nunca, ¡vamos!
que los cielos han descargado hasta el agua que tenían en los depósitos de
reserva.
De otra forma no se explica.
La temperatura ha bajado y el
calor del esfuerzo ya no protege del frío en pies y manos. Belén lo nota y
sufre más que ninguno. Ferluy le facilita unos parches de calor.
Algunos del grupo ya preguntan: -¿Cuánto
queda papá? -. Bueno, la verdad es que llevan un buen rato preguntándolo.
Enrique conoce la zona y nos
propone atajar por la estación del pueblo en lugar de acudir a la pantalla del
embalse.
Se acepta la propuesta, que es secundada por varios.
Últimos kms hacia los coches,
pero nos vamos directamente al lavado automático de la gasolinera. Risas al mirarnos unos a
otros y felicitaciones por la ruta realizada.
Creo que la ruta ha sido genial a
pesar de la lluvia, el barro, sus 51,3 kms y que habrá que repetirla en otra ocasión... pero
que los compañeros se pronuncien. ¡¡FELICIDADES A TOD@S!!