Cuando
el servicio meteorológico anuncia grandes heladas generalizadas, te quedan dos
opciones, quedarte en casa junto a la calefacción o buscar alguna otra
alternativa, sabiendo que habrá algún otro loco que se atreva a salir.
Costó
decidirse o no, pero el caso es que hoy nos hemos juntado 17 biciosos con una
idea común: Pasar unas horas con las bicicletas y compartiendo sensaciones con
los amigos.
Intento
recordar a todos sin tener que consultar las fotos: Antonio, Cheli, Enrique, Ferluy,
Fernando, Javier B, Jorge, Juan, Lorenzo, Mario, Paco, Ramón, Santi F, Sergio, Toño
y el maestro rutero Alfonso. Galo se nos unirá después.
En
esta ocasión, Enrique y yo subimos desde Madrid y lo hacemos sin tener mucha
idea de quién acudirá a la convocatoria. Jorge llega como siempre desde Collado
Mediano y de San Rafael, La Estación y El Espinar llegará el resto. Algunos
traen nieve sobre el techo de los coches.
Cruce
de saludos y las miradas curiosas se fijan en las nuevas máquinas de Ferluy y
mía. Cannondale y Scott listas para ponerse a prueba y disfrutar.
A
través de un amigo me llegan noticias de que hoy se celebra el Rally de los
Embalses en Galapagar, coincidiendo parte de su recorrido con el que tenemos
previsto para hoy. Subiendo desde Madrid he visto numerosos coches que buscaban
el mismo destino.
En
mi cabeza he improvisado ruta que nos permitiera esquivar a la marabunta que
estaba a punto de ponerse en marcha. Después a pedalear.
No
habrá senderos nuevos ni alternativas por descubrir, pero creo que finalmente
ha quedado una ruta muy chula, sin ninguna zona realmente complicada ni
repechos duros.
En
varias ocasiones hemos alcanzado las orillas del Embalse de Valmayor, bastante
más bajo de nivel de lo acostumbrado, a pesar de las últimas lluvias caídas.
Curioso
encontrarnos en sentido contrario con Galo. Debería estar descansando, pero se
ha animado a última hora y se nos une.
Hemos
rodado por senderos singles muy del gusto de Fernando, mientras bordeábamos el
Embalse y por numerosos caminos que permitían imprimir un buen ritmo, ahora
bajando, ahora subiendo, hasta llegar a El Escorial.
En
todo momento la temperatura es fría, pero muy agradable mientras se rueda y
obliga a desembarazarse de ropa a los que tomaron demasiadas precauciones. El
sol nos acompaña todo el recorrido.
Las
dos nuevas máquinas marchan de maravilla, transmiéndonos a Ferluy y a mi muy
buenas sensaciones, lo que nos da un plus de ánimo que no ha pasado desapercibido
para el resto de compañeros.
Las
ponemos a prueba constantemente y disfrutando de ellas. Hoy olvido los malos
momentos pasados con el anterior amortiguador defectuoso.
Desde
El Escorial unos kms por carretera y después nuevos senderos, ahora barro,
ahora chocolate de churros. El que no lleva buenos tacos acabará moviendo el culo
más que Shakira.
Ya
estamos cerca de la meta y el escaso desnivel anuncia desbandada.
Quiero
quedarme con los rezagados, pero la bici rueda sola, es ella la que tira de mí y me anima
a pedalear.
No
me fijo en los que van delante, no veo a los que van detrás, pero el grupo se
irá estirando y solo siento que Juan me sopla en la oreja, cuando se presenta
ante nosotros un tramo divertidísimo que recorremos a todo trapo.
Suaves
toboganes que flanquean enormes charcos convertidos en lagunillas. Rápido ritmo
sorteando a izquierda y derecha el agua. Divertido recorrerlo y genial debe ser
vernos desde atrás haciendo rápidos zigzags.
Nos
detendremos brevemente en el Palacete de Monesterio, con sus tres chimeneas
(las que quedan) y su tejado plagadas de nidos de cigüeñas, que nos
sobrevuelan.
Una foto y en
busca del último par de kms, de los casi 44 recorridos hoy, antes de llegar a los coches y a la gasolinera que
nos permite lavado rápido de nuestras queridas... máquinas.
Felicitaciones,
saludos y regreso a casa. Las cañas en destino, aquí hay muy mal apaño.
La semana próxima
más y mejor.
Wikiloc mikymontero