Tantos lugares por conocer, por disfrutar y todavía hay quien se queda en casa pensando si salir o no
Después
de los días pasados en los que la lluvia y el viento fueron protagonistas,
hemos madrugado, sí, pero ya acudiendo al punto de encuentro nos han venido
acompañando unos cielos tan claros que hacía temer que se tratara de una
encerrona.
No
importa, se nota que hay ganas de pedalear pues a las 8,35 ya no soy el primero
en llegar e incluso hay grupito de compañeros que charlan amigablemente.
Al
poco rato nos acabamos juntando: Ángel,
Enrique, José María, Juan, Luis Ángel, Miguel Ángel, Pawel, Rafa, Samuel (hoy se reincorpora) y Alfonso.
Ya lo
he dicho en otras ocasiones, los ciclistas somos el polo opuesto de los
jugadores de mus. En el
deporte del pedal no hay fanfarrones, todo aquel que se reincorpora o llega por
primera vez a un grupo dice lo mismo que hoy Samuel: “No he cogido apenas la bicicleta”, “estoy muy
flojo”, “me temo que voy a sufrir”… Bueno,
ya se verá.
A
primera hora, mientras cruzamos los últimos saludos y ponemos todo a punto de
marcha hace fresquillo, claro, pero es fácil adivinar que va a hacernos un día
formidable.
Arrancamos
por las calles de Moralzarzal, con
intención de completar la ruta que dejamos inacabada los seis que la hicimos allá
por diciembre de 2021. Entonces decíamos: “Llegamos a cruce con la M-601 donde por
un instante llego a proponer alargar nuestra ruta con variante que nos llevaría
hacia Collado Mediano, pero el semblante de más de uno cambia viendo que las
nubes oscurecen por momentos, bajan de altura e incluso dejan caer una gotas de
lluvia de preaviso”
Si
todo marcha bien llegaremos hasta el mismo cruce con la M-601, pero mi
intención es hacer hoy una propuesta diferente. Allá
vamos.
Pronto
entramos en calor con la subida al ya familiar mirador de la Dehesa de Arriba, con sus vistas ya conocidas pero
que hoy se antojan diferentes al verlas cargadas de nieve. Ahí se encuentra dándonos los buenos días,
majestuosa y atrayente, La Maliciosa
con sus 2227 m, entre La Pedriza y La Barranca.
Descenso
trialerillo que salvamos sin problemas, para coger pistas por vías pecuarias que
recorremos a buen ritmo hasta pasar bajo la M-607 y tomar en ascenso un tramo
de la Cañada Real Segoviana, que abandonamos para dirigirnos al pie de antenas
de telecomunicación.
Accedemos
a la zona del Chaparral de las Viñas,
zigzagueando de manera divertida entre jaras que aún están por florecer. Descendemos y la parada es obligada en canchal
de piedras que hace de mirador hacia la cordillera de montes y hacia el embalse de Manzanares El Real.
Leo,
que poco antes de iniciar este descenso hemos debido pasar junto a la fuente de
la Reina que hay en esta zona, pero no la hemos visto, nos fijaremos en próxima
ocasión.
Fotos
aquí y allá, lo que será la tónica general de toda la ruta. Todos intentaremos dejar reflejo de lo que
nuestros ojos disfrutan y este empeño, que demoraría nuestra llegada, se
compensa imprimiendo después más ritmo del habitual. Samuel
da testimonio de ello.
Bajada
rápida por la Ladera de las Viñas encontrando menos agua de la esperada, hasta el
Área Recreativa Samburiel donde cruzaremos por puente de piedra el río del
mismo nombre.
Cruce
con precaución de la M-608 y a rodar por el Cordel del Campuzano, que toma su nombre del arroyo del mismo
nombre que nos irá dando escolta por el lateral izquierdo.
Estamos
en el Collado de La Jarosa, a las puertas del Parque Nacional de La Pedriza. Por
aquí tenemos previsto volver y entrar para alcanzar el Alto de La Nava el 14 de Mayo próximo, aprovechando que “los
compañeros más lentos” se encontrarán ya recorriendo el Camino de Santiago.
Avanzamos
rápidos dejando atrás la ermita de San
Isidoro, sin viento que nos dificulte la marcha como la vez anterior y
pronto llegamos hasta la fuente del
Palancar, a la entrada de Mataelpino, sabiendo que ahora nos esperan unos
repechos duros para poder acercarnos hasta la urbanización Vista Real y el “repecho
cuasi imposible” donde algunos se ponen a prueba. Comentar que en esta ocasión sólo pude ver
superarlo a Rafa, con su eléctrica sí, pero con una habilidad de la que yo no
fui capaz.
Y así
llegamos a cruce con la M-601, ¿os acordáis de lo comentado? Pues en esta ocasión la propuesta es diferente:
Remontar por el GR-10, por
los márgenes del Arroyo de la Angostura,
hacia los Almorchones y avanzar
hacia el embalse de La Maliciosa si
la nieve caída no lo impide. Entiendo
que si nadie pone reparos es que todos están conformes, así que allá vamos.
El
primer tramo es un sendero precioso en estas fechas, rodeado de zonas muy verdes
y de un arroyo pletórico de agua. Alguna
foto inevitable en el recorrido.
Después,
ascenso trialerillo por los almorchones y de repente se escuchan gritos… ¿algún
extravío? ¿una caída? Nooooo.
Es la alegría de un feliz
encuentro. En
sentido contrario están bajando Eva y Patrick, que se han propuesto llegar hoy
hasta Madrid. No
podemos reprimir las sonrisas, los abrazos y una fotito de recuerdo. ¡¡Buena suerte amigos!! Después nos darán cuenta de que cumplieron su
objetivo.
Cuando ya cogemos pista, nos restan 3 kms para llegar al embalse de La Maliciosa, aunque hay nueva parada junto al de los Almorchones y salto de agua sobre el río Navacerrada. Me uno a Enrique y Ángel que aceleran la marcha y apenas me dan tiempo a hacer foto a la fuente de la Beceilla.
Una vez arriba, a disfrutar de formidables vistas, de un embalse como nunca antes hemos visto, al máximo de su nivel, sin viento, sin frío que te meta prisa, queriendo y no queriendo partir de nuevo.
Lo
dicho, no podemos reprimir hacer fotos aquí y allá, todos queremos tener
nuestro recuerdo con el embalse y La Maliciosa nevada a nuestras espaldas. ¡Andá!, no hemos sacado ninguna de grupo.
Bajada
rápida quemando frenos por la pista de asfalto, con tramos peligrosos porque
encontramos arena suelta y trozos rotos de pista desparramados en las curvas
más cerradas. José
María acabará resbalando y cayendo por los suelos pero, afortunadamente, es el más joven
de todos.
Y de
nuevo en cruce con la M-601 ¡¡Vaya
bucle que hemos hecho!! Pero
ya el retorno será fácil, casi 9 kms sin desniveles que castiguen y es momento
de jugar con los piñones y apretar la marcha aprovechando la adrenalina que fluye
por nuestras venas por el rutón de hoy.
¿Cansados? SI
¿Satisfechos? MUCHO
¿Qué tal Samu?
¡¡Feliz semana!!
