AlfonsoyAmigos asciende a La Nava por San Isidro

 

El sábado 15 de mayo, San Isidro, AlfonsoyAmigos se disponía por 5º año consecutivo, a realizar la clásica Ascensión a La Nava, cumbre situada a 1.996 mts de altitud en el magnífico enclave del Parque Regional de La Pedriza

Allí nos emplazaríamos David, Edu, Fernando, Nacho, Patrick y Luis Ángel.

 Crónica: Luis Ángel

En esta ocasión y puntuales a las 9 de la mañana, iniciaríamos la ruta este año en sentido horario ya que en otras ocasiones la habíamos realizado en sentido contrario.

La subida hasta el Collado de los Pastores la haríamos de forma tranquila ya que aún conocida somos conscientes de que hasta ese punto intermedio son 17 km de subida continua.

Al llegar hasta este punto el viento es terrible y prácticamente no nos permite mantenernos en pie. Y según miramos hacia La Nava observamos que el viento y nubes allí arriba pueden hacer que tengamos que abortar coronar hasta nuestro punto más alto del día.

Cierto es, que cuando llegamos a la falda de La Nava para remontar hasta la cumbre, el tiempo ha mejorado y el cielo se ha despejado. De esa manera iniciamos la subida de 6 km y 50 minutos aproximadamente hasta nuestro objetivo final.

Hicimos la subida de manera tranquila y aunque el castigo en las piernas por lo ya acumulado es importante, posiblemente el conocer este terreno y estas pendientes de ediciones anteriores, harían que este año las sensaciones fueran mejores.

Una vez arriba y tras las fotos de rigor y por qué no decirlo con la emoción de Fernando, Edu y David que nunca habían estado en esta mítica cima de la Cuenca del Manzanares, iniciaríamos el descenso.

Hay que decir también que para los que ya habíamos completado una edición más también fue un momento especial sabiendo que las tradiciones son para mantenerlas y para disfrutarlas. Habían sido 30 kms de subida desde que empezamos nuestra Clásica.

El descenso por muchos ya conocidos, son 20 km continuos y donde lo más impresionante es observar la altura que vamos perdiendo en cada curva que tomamos. Toda esa altura la habíamos logrado con nuestras piernas.

Y finalmente llegamos a nuestro punto de inicio, exhaustos tras la subida pero con gran satisfacción no solo por tantos kilómetros de bajada si no también, y muy contentos, por haber completado una nueva Clásica de Ascensión a La Nava en San Isidro.

Sólo me queda dar las gracias a mis compañeros por una excepcional mañana de bici y una subida, otra más, inolvidable.

Volveremos a La Nava, no sé si por San Isidro del año que viene o antes, pero lo que está claro es que esa Clásica ya será algo inamovible en el calendario de AlfonsoyAmigos. Por eso no me queda más que asegurar que la próxima Clásica de Subida a La Nava está… cada vez más cerca.

 

Domingo 23 de Mayo de 2021

Nos vamos a Braojos de la Sierra

Hasta esta localidad ya había desplazado AlfonsoyAmigos a varios de sus mejores exploradores y volvieron de sus expediciones con dos atractivas rutas contrastadas, a las que se añade alguna otra descubierta sobre planos. De momento, nos decantamos por una. Tiempo habrá de conocer el resto.

Nos cuentan que Braojos es una pequeña localidad que no nos puede ofrecer un aparcamiento público, por lo que habrá que llegar hasta allí, aparcar cada uno donde buenamente pueda y reunirnos después dispuestos para la marcha frente a su iglesia parroquial. No obstante, facilitamos un punto de encuentro como referencia.

Hora de encuentro: 8,45

IMPORTANTE: Puede que la ruta se alargue algo más de lo habitual, por lo que se recomienda que cada cual se provea desde casa de alguna lata de bebida y un bocata que llevarse a la boca antes de emprender el regreso a casa.

Ruta MTB por la Garganta del Río Moros… y muchas emociones

 

Seguramente habría dado igual el lugar donde se celebrase esta ruta

Lo importante de hoy no iba a ser los rampones, ni las trialeras, ni las largas distancias, ni los esfuerzos extremos, ni tan siquiera los fríos o los calores.

Se lanzó la convocatoria como siempre y por una vez nadie preguntó por el track, ninguno pareció interesado por los pronósticos del tiempo. Estaba claro que lo habitual importaba poco, porque el objetivo de hoy era diferente.

Fuente del Avellano

Sabíamos que, después de mucho tiempo, cesaban las restricciones de movilidad entre comunidades y que era el momento propicio para pensar en encuentros, reencuentros y unificación de las laderas madrileña y segoviana tanto tiempo cercenada, así que se lanzan al aire unas palabras mágicas: “Garganta del Río Moros”. Y no hay nada más que decir.

En el Paseo Rivera de San Rafael, lugar ya mítico de las convocatorias de AlfonsoyAmigos, aparecemos unos cuantos amigos, tal vez cargaditos de años, pero con la misma ilusión de chavales que se reencuentran tras unas “vacaciones”, locos por volver a compartir rutas y reír juntos.

Ángel, Chupo, Enrique, Fer, Fernando, Forlán, Jesús, José María, Juan, Juan Carlos, Luis Ángel, Nacho, Patrick, Pawel, Santi, Sergio y Alfonso. Y otros muchos que sabemos hubieran querido acompañarnos y hoy no han podido muy a su pesar. Un recuerdo para todos ellos, a los que echamos de menos.

Hemos llegado todos con tiempo, pero la marcha no se inicia. Es imposible evitar que los saludos se multipliquen, que se crucen diálogos cortos entre unos y otros, quizá más propios de una celebración de cóctel con orquesta de fondo. Y las mascarillas presentes ¿eh? a pesar de que la mayoría ya hemos pasado por el trámite de la vacunación. Una vez en ruta y corriendo suave viento fresquillo ya será diferente.

No tanto como queríamos, pero ya nos vimos las caras hasta en tres ocasiones por breves minutos y ahora parece que todo hubiera seguido como al principio, como si hubiéramos dado un salto en el tiempo de más de un año, culpable de alteraciones en nuestros recuerdos.

¡Ojala! que entre todos seamos capaces de conservar lo que de nuevo tenemos sin dar pie a que regresen los fantasmas de pesadilla.

¿Listos? Pues arrancamos, en busca de la primera cuesta, con ansias de adentrarnos en pinares conocidos, muy familiares, pero alguna rueda decide perder aire y nos demora por unos minutos. Los senderos por encima de Prado Acero nos dan la bienvenida y aquellos que antes estuvieron bien marcados junto a la Cerca de las Monjas ahora casi han desaparecido bajo hierba alta.

Enrique reconoce el lugar y pregunta aun estando seguro de la respuesta: “Es aquí donde se rodó El Laberinto del Fauno, ¿verdad?” Así es, respondo, atravesamos el Prado de Juan Llanos.

Nos acercamos a los márgenes de Arroyo Mayor, que vadeamos sin problemas y hacemos recorrido habitual en dirección al mirador de Peña El Águila, pero con giro a la izquierda afrontamos repecho corto y duro hasta cruce con el camino de los toboganes, cerca de la zona de Los Talleres.

Nuevo rampón y ya tenemos la posibilidad de dejarnos caer por camino de arena hasta los depósitos de agua o coger opción más trialera por la derecha… la duda ofende. Afortunadamente, el sendero está limpio y se disfruta sin complicaciones.

Con giro a la derecha tenemos que vadear el Arroyo de la Gasca y pasar bajo el Puente del Umbrión, en zona muy erosionada por el agua, hacia la zona de Gudillos y coger a la derecha sendero “la Alfonsina” por el que avanzamos a buen ritmo, casi comiéndonos unos a otros, hasta cruce con el Camino del Agua. 

La Puerta de Campanillas es hoy lo más parecido a una estación central de trenes o autobuses, a donde la gente accede para tomar diferentes destinos. Es aquí donde nos tomamos un pequeño respiro y aprovechamos para saludar a conocidos que entran y salen.

Cogemos la pista y echamos a rodar, unos con muy buen ritmo y otros mirando a derecha e izquierda, cabeceando con pena al observar (todavía a estas alturas) las consecuencias de las inclemencias meteorológicas y de la antipática “Filomena”, que parecen competir con lo que los humanos somos capaces de hacer con la corta y arrastre de pinos. Durante el trayecto, seguimos encontrándonos amigos, ciclistas o andarines, con los que no escatimamos saludos. La marcha se ralentiza.

Fuente de la Chispa

Inicio ascenso al Collado de Marichiva

Nuestro amigo Fer, con más entusiasmo que sensatez, nos había preparado a todos una estupenda ruta, pero es difícil centrarse en el pedaleo cuando para algunos hay tanto que ver y recordar. Además, a tu lado siempre encuentras compañero con algo que contarte o al que darle cuenta de tus últimas peripecias.

Embalse de El Espinar o del Vado de las Cabras

Ya habrá ocasión de visitar los Ojos del Río Moros o de subir a Las Barandillas, pero hoy seguiremos pista adelante tras girar por encima del Embalse del Espinar o del Vado de las Cabras.

El cielo se cubre un poco más y baja la temperatura de manera apreciable justo cuando teníamos intención de coger desvío para izarnos hasta la pista alta de la Garganta y alguno aprovecha para recordar que hoy hay intención de celebrar el encuentro con una cerveza en la mano.

De acuerdo, pero antes vamos a acercarnos a la pantalla del embalse, que nos ofrece su mejor estampa, marco ideal para hacernos una fotito de grupo y mandar nuestro abrazo más cariñoso y nuestros mejores deseos de pronta recuperación al “incombustible” Andrés que ahora, más que nunca, tiene que hacer gala de ello.

Descenso rápido pero con mucha precaución, pues nos vamos a cruzar con andarines solitarios o con familias que han salido a disfrutar como nosotros de la naturaleza. El Puente Negro bajo nuestras ruedas, ascenso de nuevo hasta la Puerta de Campanillas, Las Mesas, sendero junto a la Fuente de Majada Alta, la mina de wolframio y un apeadero de San Rafael que cada vez siente más nostalgia de la llegada de alegres jóvenes excursionistas.

En la terraza de Las Farolas celebramos nuestra ruta, nuestro encuentro. Brindamos por Andrés y por los que hoy no han podido acudir. Brindamos por la salud de todos y por AlfonsoyAmigos.

¡Por muchos años!