Acompañado de mi amigo Ramón partiré hacia La Casona para emprender ascenso hasta Cueva Valiente.
Vistas desde Cueva Valiente |
Por mi parte, llevo la
mochila ligera de equipaje, pero mi propio sobrepeso me pone a prueba a cada
paso que doy. Tenemos por delante dos horas y media de marcha hasta alcanzar la
boca de la Cueva y muchas paradas para recobrar el aliento.
Desde la Urbanización La Calzada
empezamos a andar por un sendero que no tiene pérdida hasta llegar a una puerta metálica doble. Dejaremos siempre cerradas cuantas puertas nos
encontremos.
Ascenso a Cueva Valiente |
Sin desviarnos, alcanzaremos
la pista forestal que recorre la ladera desde San Rafael a El Espinar.
Unos metros más adelante y
tomando la pista hacia la derecha, nos situamos en curva sobre puente que
reconocemos fácilmente por su barandilla de tubo metálico y que deja
transcurrir bajo sus piedras el Arroyo Gargantilla.
Cueva Valiente |
Con igual fortuna podríamos
iniciar ascenso por el margen derecho o por el izquierdo del arroyo, pero ambos
confluirán más adelante. Alfonsoyamigos suele tomar el margen derecho con sus
bicicletas para alcanzar el Camino del Ingeniero.
Nosotros, sin bicicleta bajo
las piernas, optamos por tomar el camino del margen izquierdo, más pedregoso
que la otra opción pero superable sin problemas.
Entrada a Cueva Valiente - Foto: Javier Sanz |
En aquel momento en que
nuestro camino se divide en dos, tomaremos el de la izquierda y empezaremos una
ascensión en ziz zag durante unos
cientos de metros.
Una vez veamos a nuestra
derecha una zona donde hay muchas rocas podremos empezar a subir campo a través y sin mucha dificultad
llegaremos a la puerta donde se separan las provincias.
Traspasando la puerta, veremos claramente el camino en ocasiones marcado por piedras y atravesaremos una zona con arboles bajitos. Será la señal de que casi estamos al pie de la cueva.
Nos tendremos que fijar muy
bien a nuestra izquierda y encontrar
camino escalonado que en ascensión por la roca nos situará en la Cueva.
La cueva tiene unos 12 ó 15
metros de largo y su boca hace forma de embudo de fuera hacia dentro.
Una vez hemos descansado y
disfrutado de las vistas, partimos de
regreso a casa. Volveremos sobre nuestros pasos hasta los alrededores de la
puerta que atravesamos a la subida y que separa las dos provincias.
Fuente de Lavacoñitos |
Ahora tomamos una bajada
pronunciada, dejando a nuestra derecha una zona con rocas altas.
Descendemos por un camino
ancho que más adelante se hace menos empedrado. Si prestamos atención y
aguzamos el oído podremos escuchar el sonido de un chorro de agua muy cercano a
nuestro camino. Se trata de la Fuente de Bellver Marqués. No cae mucha agua en nuestra visita,
pero suficiente para refrescarnos.
Chozo Arteseros |
Sin desviarnos del camino
seguiremos el descenso con mucho cuidado, porque hay muchas piedras sueltas.
Una vez dejamos el descenso
pronunciado, llegaremos a una zona donde se camina con más comodidad si lo comparamos
con el tramo anterior y con hermosas vistas. Fijándonos a nuestra izquierda
para no pasarnos de largo, podremos ver la pequeña Fuente Lavacoñitos,
adecentada por Ezequiel, vecino de Cercedilla.
Fuente Arteseros |
Retomamos el sendero y sin pérdida
llegaremos al Chozo de los Arteseros, restaurado hace no mucho, donde haremos
otra parada para descansar. No muy lejos de allí, se encuentra la Fuente de los Arteseros, con un agua fresca que sabe a gloria después de la caminata que
llevamos.
Desde la fuente saltaremos el pequeño riachuelo sin mucha dificultad y seguiremos
hasta coger un camino que nos dejará sin pérdida en la pista forestal de nuevo,
donde ya tomamos rumbo a casa satisfechos de la ruta realizada.