El Camino
Schmid resulta muy familiar para senderistas, montañeros, ciclistas y
deportistas en general, para los que se ha convertido en una Ruta Clásica de
la Sierra del Guadarrama
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El Camino Schmid nos conduce a El Espinar |
Estamos hablando de un
sendero de montaña que discurre entre el Valle de la Fuenfría y
el Puerto de Navacerrada. Está considerado como sendero balizado de
Pequeño Recorrido PR-M/SG-5.
Pero... ¿de dónde viene su nombre?, ¿quién
fue Schmid?
Repasemos la historia:
En 1913 se funda en Madrid la Asociación
Peñalara “Los 12 amigos”. El nombre contiene el de la cumbre más alta
del Guadarrama y el número de sus
componentes.
Precisamente el año pasado celebraron su centenario y homenajearon a
los primeros 12 amigos que formaron el grupo:
En el recuerdo del centenario de la R.S.E.A. Peñalara los doce amigos fundadores: Juan Almela Meliá, Joaquín Aguilera Alonso, Constancio Bernaldo de Quirós y Pérez, Alejandro Caneti, Ángel Castellanos, Victoriano Fernández Ascarza, José Fernández Zabala, Ramón González Domínguez, Enrique de Mesa Rosales, Alberto Segovia Pérez, José Tinoco y Acero, Enrique de la Vega Herreros.
En 1915, la Asociación se transforma,
dando paso a partir de entonces a la entrada de nuevos asociados.
De la información que podemos encontrar en internet se deduce que Schmid, era de
nacionalidad austriaca. Algún
otro documento más fiable nos dirá que era alemán, nacido en la localidad de Bad Grund, en la Baja Sajonia.
También
se nos dice que Eduardo Schmid Weikan (ya tenemos el nombre de pila y segundo apellido) fue
el socio número 13 de la Real Sociedad Española de Alpinismo
Peñalara, el primero en incorporarse después de su apertura a nuevos
socios.
Lo
primero que se nos ocurre es ponernos en contacto con la RSEA Peñalara.
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A la derecha el Albergue de RSEA Peñalara |
Se da
la circunstancia de que el socio que ejercía como bibliotecario de la sociedad
dejó su cargo no hace mucho y su sucesor todavía tiene que ponerse al día. No obstante, alcanza a confirmarnos aquello
que era lo que realmente nos interesaba:
Eduardo
Schmid Weikan murió en El Espinar (Segovia)
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La bandera de Peñalara izada en Navacerrada
Ya tenemos el rostro de Eduardo Schmid y de su esposa Paquita |
¡Bién!, se nos dice además, que Eduardo estuvo
trabajando como Encargado del Refugio que el Club tenía en la Pradera de los Corralillos, en la cabecera
del Valle de la Fuenfría.
Se le
atribuye, junto con Antonio Victory, la marca y señalización de los primeros
caminos de la Fuenfría, entre los
años 1913 y 1920. Caminos
de los que ya se hablaba en escritos del siglo XIII y que sirvieron para cruzar
desde Madrid a Segovia.
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Antiguo Restaurante las Brañas |
Será
más adelante, en 1926, cuando Schmid finalizará la marca y
señalización del sendero que hoy lleva su nombre, labor en la que según nos cuentan tuvo el
apoyo de Nicolás Sánchez, que por aquel entonces era propietario del Restaurante Las Brañas en el Puerto de Navacerrada.
Siguiendo
las pistas que cuesta encontrar, quedo para entrevistarme con Celia Lamas Sánchez.
Celia me recibe en el Hostal
7 Picos de El Espinar, del que es propietaria. Saludo también a su hijo Ramiro, que actúa
como Director del establecimiento.
Desde
el primer momento el trato es muy afable y la entrevista transcurre mientras
estamos sentados cómodamente en salón acogedor que preside una chimenea, ahora
apagada.
Celia
es mujer fina, menuda, de aspecto muy agradable, al borde de edad de
jubilación, pero en la que se percibe que ha tenido que ser muy guapa años
atrás. Su
rostro conserva cierto aire juvenil.
Cubre
sus hombros con chaqueta de buena lana.
Educada
y cordial, se le iluminan los ojos cuando echa la vista atrás para recordar
algún pasaje de su adolescencia.
Jugando
al escondite con su memoria me contará:
Eduardo Schmid Weikan, nacido en 1886, llegó muy joven a España, tal vez
alejándose de los tiempos revueltos que corrían por Europa (no profundicemos más).
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Casa en Trillo - Guadalajara Foto: Luis Sierra |
Entrada
actual de la casa de Trillo (Guadalajara)
Situada
a la entrada del pueblo en la calle de la Vega 5., actualmente propiedad de la familia Del Val. En su día, era la única casa
que disponía de agua caliente, gracias a un calderín que hizo el propio Schmidt.
La
casa terminaba en el salón, donde había una cristalera que le permitía a Schmid observar la cascada
del río Cifuentes. Y en el exterior, se ocupaba de cuidar un pequeño huerto y jardín.
En
la fotografía inferior, la cascada del río Cifuentes, justo enfrente de la
casa.
Luis Sierra
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Cascada del Río Cifuentes en Trillo (Guadalajara) Foto: Luis Sierra |
Joven, soltero, dejando en su país un puesto en la que tal vez fuera por
esa época la compañía eléctrica más importante, la Stándar Eléctrica, de la que percibiría una paga o pensión durante
unos años.
Debió
pasar algún tiempo en la localidad de Trillo
(Guadalajara), donde conoce a la que acabaría siendo su esposa.
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Calle Infantas 30 de Madrid |
Por
avatares de la vida, hizo amistad con los propietarios del Restaurante 7 Picos, que se encontraba en la calle Infantas número 30
de Madrid, regentado por familiares
de Celia.
Restaurante
muy popular en la época, que disponía de no menos de 10/12 empleados de cocina.
Difícil
encajar fechas y hechos acaecidos.
Eduardo
es persona culta y preparada, maneja varios idiomas.
Ya se
le conoce como encargado del Refugio del
Club Peñalara pero, a él y a su compañera Paquita, española que conoció en Trillo y que fue su ama
de llaves, se les cede la vivienda del 2º Izqda. de la calle Infantas 30, a
cambio de prestar sus servicios en el Restaurante como contable y tenedor de
libros.
Empieza
a ser habitual en Schmid una tos
persistente que no le abandona y padece algunos estados de crisis que le llevan
incluso al borde de la muerte. En
una de esas ocasiones, la pareja decide formalizar su situación. Corre el año 1951.
En El Espinar (Segovia), la familia Lamas-Sánchez ha adquirido en 1956 dos
parcelas en el actual Paseo del Doctor
Martí Estévez y decide construir en una de ellas una edificación que
dedicará a establecimiento hostelero: "Restaurante
y Venta de Los Picos", que será inaugurado en 1958. Se conocerá también como “La Casa de Piedra”
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Vista aérea de El Espinar
Se distingue la Casa de Piedra - Venta de los Picos - Plaza de Toros
Fotografía cedida por Hostal 7 Picos |
Unos
años más tarde y siendo ya muy amigos de la familia, el matrimonio Schmid toma la decisión de trasladarse a El Espinar, donde ocuparán dos
habitaciones, dormitorio y salón, en la planta baja de la Venta de los Picos.
Sabemos
de Eduardo que era de buena estatura y complexión fuerte, (con nariz que no
dejaba indiferente), pero en estos años ya no abandona una bufanda al cuello, su
salud se resiente.
Son
momentos de retiro, de tranquilidad, de pequeños paseos por los pinares
cercanos, pero su enfermedad crónica de bronquios le tiene muy afectado.
Será
una mañana cuando Paquita (siempre
conocida como Dña. Paquita) reclama ayuda al comprobar que su marido no
despierta. Ha
fallecido. Es el 7 de Febrero de 1962. Eduardo tenía 76 años de edad.
A
Celia se le queda muy grabado en la memoria que, con 14 ó 15 años, ayudó a
amortajar a aquel buen amigo de la familia.
Luisa
Sánchez Sanz, madre de Celia, se hará cargo de los gastos de sepultura. La familia Schmid carecía de recursos por entonces.
Paquita
vivirá todavía un tiempo en El Espinar,
no mucho, antes de partir hacia Ávila;
se dice que a una Casa de Caridad regentada por monjas.
En el
salón en el que converso con Celia, podemos ver colgados de la pared tres
platos grandes de cerámica que dejó Paquita de recuerdo.
Es en el año 1967 cuando Luisa Sánchez abona al Ayuntamiento del Espinar la cantidad de Doscientas Cincuenta pesetas, por convertir la sepultura donde se encuentra Schmid en perpetua.
Los restos de Eduardo serán
inhumados, recogidos en bolsa y vueltos a depositar junto con los cadáveres de
Luisa y Ramiro, padres de Celia.
En la
tumba, que ahora lo es de la familia Lamas-Sánchez
permanecen los restos de Eduardo Schmid,
pero su nombre no figura en la lápida que podemos encontrar en el Cementerio Municipal de El Espinar, en el Patio 2º, Manzana A, Parcela 4ª, Fila 2ª, nº 2
¡Descansen
en paz!
En el
año 1969 la Casa de Piedra, la Venta de Los Picos, pasará a ser
residencia familiar y se construirá el actual Hostal 7 Picos.
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El Camino Schmid nos conduce a El Espinar |
Establecimiento
hostelero con 20 habitaciones, modernamente equipado pero que conserva un aire
familiar y acogedor ideal para reuniones familiares o encuentros con fines
deportivos. Y tan
cerca de los pinos y de la montaña, como a Eduardo
Schmid le gustó vivir.
© Alfonsoyamigos