Ruta no oficial y anual convocada mediante el boca a boca
por algunos amigos del Club Caloco, a la que acudimos ocho bici-osos de los
habituales de “alfonsoyamigos”.
Por si las fotos no lo dejan claro, allí estábamos: Carlos, Daniel
“forlán”, Ferluy, Javier B, Javi “galo”, Joss, Juan y yo mismo, que acababa de
regresar de Calpe.
Pero allí también encontramos a otros amigos, Carlos,
Manolo, Gea... a los que saludamos con afecto.
No era así, pero bien se podía pensar que se trataba de una
ruta homenaje a los mineros asturianos, al vernos aparecer con las linternas en
los cascos. Un abrazo para ellos y su causa.
No era una ruta dura en modo alguno, pero si es cierto que tenía cierta dificultad acostumbrarte al cruce de los distintos haces de luz, de las linternas de los compañeros y la tuya propia. Reflejos extraños sobre los reflectantes de las bicicletas y de la indumentaria de cada ciclista. Pero el recorrido lo conocemos todos de memoria.
No era una ruta dura en modo alguno, pero si es cierto que tenía cierta dificultad acostumbrarte al cruce de los distintos haces de luz, de las linternas de los compañeros y la tuya propia. Reflejos extraños sobre los reflectantes de las bicicletas y de la indumentaria de cada ciclista. Pero el recorrido lo conocemos todos de memoria.
Pequeños insectos irreconocibles y amantes de la noche te
rodean al sentir invadido su habitat. Sientes como te golpean en el cuerpo, en la
cara... Es mejor mantener la boca cerrada, salvo que no puedas esperar a la
cena.
En lo alto de Cabeza Reina |
Las fotos no son un prodigio artístico, incluso nos han
cortado alguna cabeza, pero si dejan constancia, y Cabeza Reina es testigo, de
que hemos culminado nuestro objetivo.
Arriba, en el punto más alto de esta mini-ruta, más de uno
llamará a casa, a su mujer, a sus hijos. “Cariño, estoy aquí, ¿ves las luces?”.
Porque hoy es algo especial, estás a gusto y quieres compartirlo con los que te
quieren.
Hemos tenido una experiencia que, sin conocerla antes, me ha encantado. Y los que ya la conocían no han dejado pasar la oportunidad de repetirla.
Hemos tenido una experiencia que, sin conocerla antes, me ha encantado. Y los que ya la conocían no han dejado pasar la oportunidad de repetirla.
Habrá que realizarla en nuevas ocasiones, cuando se vuelvan a juntar
circunstancias similares: clima benévolo, entusiasmo y buena gente.