Crónica: Patrick
Fotógrafos: Chicho, Chupo, Enrique. Miguel Ángel y Patrick
Edición y montaje: Alfonso
Hoy
se ha reunido el grupo especial “Peta-Zetas” de AlfonsoyAmigos aunque hoy se
trate de Amigos sin Alfonso ya que nuestro guía espiritual ha tenido que
atender a quehaceres en su guarida de Madrid pero nos dejó un mensaje cifrado
después de finalizar nuestra última ruta del domingo pasado:
 |
AlfonsoyAmigos junto al Monasterio de El Escorial |
“Vuestra
misión si la aceptáis será la de subir y bajar zetas por las laderas del monte
Abanto. No habrá descanso, no habrá vuelta atrás, solo zetas y más zetas,
subir, subir, subir, bajar, bajar, bajar… ¡Hasta las cervezas siempre!”
Bueno,
exagero un poco pero el caso que hoy, día festivo en España, nos encontramos 17
“Peta-Zetas” en la zona de lanzamiento cerca de Collado Villalba: Andrés, Angel,
Chicho, Chupo, Diego, Enrique, Eusebio, Ferluy, Galo, Juan-Patricio, Juan “Platini”,
Lourdes “Lou”, Luis Angel, Miguel Angel, Samuel, Santi y Patrick.
 |
Embalse de los Arroyos |
Recuperamos
compañer@s que hacía tiempo no compartían ruta con nosotros como Lourdes (siempre a tope de forma y con ganas de
pasárselo bien), Chupo (campeón que
no rompe a sudar nunca y con una bici de fórmula 1 con bujes infernales que
ocultan algún mecanismo misterioso pero ruidoso, señal de calidad),
Juan-Patricio (recuperado pero con la
clavícula todavía asomando) y Galo que llega con un brillo muy especial en
los ojos, pero esta es otra historia…
Últimos
arreglos en las bicis, últimos arreglos en los ropajes que a primera hora no
sobran y nos ponemos en marcha por la Cañada
Segoviana que cruza las urbanizaciones de San Yago. Primer paso por encima de las vías del tren y seguimos
por la cañada pasando delante de la Ermita
del Cerillo para enseguida desviarnos a la derecha entre encinas por un Single
Trail que nos lleva a toda velocidad, con cambios de rasantes, rampas cortas
que invitan a saltos, curvas cerradas enlazadas a derecha e izquierda y todo
con mucho “Flow” hasta la orilla del embalse
de Valmayor.
Aquí
empieza otro tramo de Single Trail muy divertido pero más técnico entre Jaras y
Enebros donde bajadas cortas y subidas se enlazan sin parar hasta llevarnos al Embalse de los Arroyos en la “recula” (palabra aprendida del maestro Ferluy)
del embalse de Valmayor. Aparece el
sol y sin una pizca de viento, las temperaturas suben lo que nos obliga a
algunos a quitarnos algo de ropa.
Seguimos
sin tardar para disfrutar de otro tramo casi tan divertido y muy rápido a la
orilla del Arroyo Ladrón, más seco
que la mojama lo que es preocupante en esta época. Los cambios de rasantes y
las curvas se suceden y rápidamente llegamos al vadeo del arroyo para
reagruparnos en la primera puerta o cancela del famoso camino de las “7 Cancelas” que nos llevara a San Lorenzo de El Escorial pasando por
sus 6 Cancelas ya que la primera hace tiempo desapareció.
Se
nota que la forma es buena y todos adoptamos un buen ritmo en este camino
conocido como la colada de Navalquejigo…
¡sentimos que hoy lo vamos “a petar! Reagrupamiento al llegar al poblado de El Escorial donde ante el amago de
sacar viandas y repostar, rápidamente decidimos con buen criterio seguir hasta
el Monasterio para poder reponer
fuerzas en un entorno más monumental.
Nos
espera ahora la parte más tediosa y con menos encanto de la ruta ya que hasta
el Monasterio nos espera una larga y continua subida por asfalto que cada uno
afronta a su ritmo. Reencuentro en el Patio
de Reyes delante de la entrada principal del Monasterio y las fotos, risas
y bromas no paran mientras recuperamos fuerza para la segunda parte de la ascensión
hasta el comienzo de las Zetas Trialeras
que hoy “Peta-Zetaremos” en ascenso.
Antes
de salir, unas últimas fotos de los jardines del Monasterio. En este punto,
justo detrás del muro se encuentra en perfecto estado un antiguo “pozo de nieve”
y podemos ver asomar su tejado picudo del mismo estilo que los tejados del
cercano Monasterio.
Segundo
tramo de asfalto hasta llegar por debajo del hotel “Euroforum Felipe II” donde
hace tiempo nos prometió invitar Alfonso a un desayuno por lo visto descomunal.
Ya que no está el maestro pasamos de largo, en vez de pasar por detrás, Chicho
nos enseña una pequeña variante que nos permite por pista de tierra rodear el hotel
por debajo. Sigue la subida pero esta vez por tierra y aparecen las raíces de
los pinos que demuestra que no hemos parado de subir.
Última
parada para repostar agua en el arroyo del “Arca del Helechal” donde la última vez Enrique se tiró literalmente
a las zarzas en busca de moras. Seguimos un corto tramo por parte de la Cañada Leonesa para desviarnos a la
derecha por un sendero que se pierde entre pinos y que anuncia el principio de
las Zetas trialeras.
Después de escuchar los avisos de separarnos y guardar
distancias cada uno se concentra en la dura y técnica ascensión de estas zetas
muy divertidas tanto en bajada como en subida y donde podemos entrenar la
técnica ya que son casi todas superables con algo de pericia.
Por mi parte
salgo muy contento ya que solamente en 2 de ellas puse pie a tierra… Cuento 17
zetas y después de la penúltima bastante complicada el esfuerzo se ve
recompensado por los gritos de ánimo de los compañeros que nos esperan arriba.
Mención
especial a Juan Patricio que no puso pie a tierra en ninguna de las zetas pero
que, dice, se ayudó de su maltrecha clavícula en alguna de las curvas más
cerradas.
Todos
satisfechos, recuperamos aliento y volvemos a arrancar para una larga bajada
por pista de asfalto donde es fácil embalarse pero donde nos cruzamos
constantemente con coches, ciclistas y senderistas y recordándonos siempre de
la terrible caída que sufrió nuestro amigo Andrés en las Zetas de asfalto
llegando a la zona recreativa del Tomillar… Le salvó de mayores daños su casco
que se rompió en el golpe.
Después
de una rápida reagrupación en el Tomillar
cruzamos la carretera de El Escorial
y emprendemos la vuelta por la Colada
del camino de Villalba primero y, después de bordear el camping de El Escorial, seguir por la
pista ancha del Paseo de Monesterio
donde aprieto los pedales y lanzo la persecución.
Rápidamente oigo el ruido del
buje de Chupo detrás que me adelanta seguido de una escapada formada por el
mismo, Galo, Juan “Platini”, Miguel Ángel, Diego, Luis Angel, Samuel y Juan
Patricio. Consigo pegarme al grupo de cola formado por Luis Angel y Juan
Patricio y es a buen ritmo, con puntas de 33km/h, que llegamos al recién
recuperado puente “Cerca de Monesterio”
que llevaba décadas o siglo enterrado bajo las arenas del mismo rio Guadarrama que cruza en este punto.
 |
Palacete de Monesterio |
Un
poco más adelante nos paramos una última vez delante del famoso Palacete de Monesterio (en ruina) o de las Cigüeñas que todavía
no han regresado desde África a los múltiples nidos que cubren su ruinoso
tejado y chimeneas.
Solo un corto tramo de pista recta nos separa de los coches
donde cargamos las bicis para acercarnos al bar “Carmelo” y tomar unos merecidos refrigerios y tapas. Un
simpático bar que descubrió Enrique en nuestra última ruta por la zona y que
robó el protagonismo al bar de la vieja del visillo, “grandísima amiga” de
nuestro querido Andrés y especializado en tapas de cacahuetes rancios y “esferificación”
de aceitunas resecas.
Nota:
Nos avisa Enrique que a pesar de hacer 1km mas y a pesar de las múltiples
paradas hemos tardado 5 minutos menos que en la misma ruta el año pasado,
prueba de la buena forma del grupo de AyA:
“Lo hemos Petao”