Molino del Puente o Fábrica de Harinas
El Catastro del Marqués de la Ensenada refleja que, a fecha de cierre del censo, un
19 de Julio de 1751, estaban censados en El
Espinar 412 vecinos (entre ellos 5 nobles, 56 viudas, número alto de
inclusas, 3 venteros, 14 molineros...) una iglesia parroquial, dos conventos,
catorce iglesias y ermitas, cuatro esquileos, cinco caseríos, treinta y cinco
palacios o casas solariegas, 327 casas todas bajas y habitables, 144 pajares, diecisiete
molinos, de los cuales catorce molían y tres estaban sin uso.
De los catorce molinos que estaban en uso:
Uno que molía con dos ruedas, llamado “de la Guapa” (1), perteneciente al Conde de Alcolea, Marqués de San Felices y que distaba tres cuartos de legua de la villa.
Molino de la Garganta (4), a una legua de la villa y Molino del Puente de Segovia (5), ambos propios de la villa de El Espinar.
Molino del Bosque (6) y el del Tejo (7), propiedad de Dña. Antonia, Marquesa del Prado.
Molino de Arriba (9) y Molino de
Abajo (10), propiedad de la Obra Pía que fundó Angelina Bernardos.
Molino de las Tres Ruedas (11)
Molino del Prado (12)
Molino del Arroyo de los Bollos (14) muy cerca de la entrada a La Panera.
En esta ocasión me referiré al Molino del Puente, (Molino de la Villa), situado en la carretera SG-5171 que une El Espinar con la N-603.
Este molino se asienta sobre
edificio rectangular al que se le adosa otro de mayores proporciones, que es la
vivienda.
El Molino de la Villa fue cerrado
a su uso entre los años 1970 y 1980, cuando ya no era posible ni que los medios
actuales de transporte (antes eran carros) pudieran entrar bajo sus puertas.
Me cuenta el amigo Paco, que su mujer era de buena y bien posicionada familia de Madrid y que incluso finalizó carrera universitaria, pero que prefirió trasladarse al lugar actual por estar con él. Que en los tiempos alegres de la burbuja inmobiliaria tuvieron ofertas millonarias por la finca, pero que se resistieron a vender y que ambos desean pasar lo que les quede de vida bajo sus muros.
Los muros que, vistos desde el
exterior, parecen ser los únicos que sostienen en pié el molino.
Os recuerdo que pinchando en las fotos podéis verlas a mayor tamaño.
El autor con Francisco de Benito |