El paseo de
hoy nos va a llevar a conocer una fuente ubicada en La Panera, cerquita de la
caseta de control, pero poco conocida al no ser visible desde la pista
asfaltada.
Entrada al reciento de La Panera |
Se
encuentra, como os decía, dentro del Área Recreativa de La Panera que forma
parte de La Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia y concretamente, para los que os guste el
dato, se encuentra dentro del M.U.P. 142 conocido como Las Chufardas.
Para llegar a
ella partimos de la caseta de control estival de La Panera (de pago en verano
para adentrarnos en este precioso parque natural) situado a un par de
kilómetros de la Estación de El Espinar y puerta de entrada al colosal monte de
la Garganta del Río Moros.
Desde la
caseta parten 2 carreteras, una para cada sentido de la circulación y nosotros
vamos a caminar por la de la izquierda en descenso.
Al poco de comenzar nuestro recorrido, a tan sólo 150 metros a nuestra derecha, localizamos la bonita fuente de Los Acebos junto a la carretera. Su nombre proviene de esos bellos arbustos situados justo encima de ella que realzan la belleza del entorno. Es una bonita fuente con un caudal reducido y uniforme durante todo el año pero muy conocida al estar junto a la pista asfaltada. Otro día nos pararemos a conocerla mejor.
Fuente de los Acebos |
Al poco de comenzar nuestro recorrido, a tan sólo 150 metros a nuestra derecha, localizamos la bonita fuente de Los Acebos junto a la carretera. Su nombre proviene de esos bellos arbustos situados justo encima de ella que realzan la belleza del entorno. Es una bonita fuente con un caudal reducido y uniforme durante todo el año pero muy conocida al estar junto a la pista asfaltada. Otro día nos pararemos a conocerla mejor.
Continuamos
carretera abajo pero sólo 200 metros más. Divisamos un poco más abajo el puente
sobre el Río Moros, que no llegaremos a rebasar. Si levantamos la vista arriba,
a nuestra derecha, divisamos unos bancos y mesas de piedra casi ocultos por la
vegetación cuando la primavera da paso al verano. Pues bien, justo en ese
momento abandonamos la pista asfaltada y ascendemos 50 metros hasta
encontrarnos de frente con la Fuente Fría.
Lo primero
que llama la atención sobre ella es que no es una fuente de reducidas
dimensiones y sin embargo al no ser visible desde la carretera pasa
desapercibida para ciclistas, senderistas y demás visitantes de estos parajes.
Es toda ella
de piedra con un frontal con asientos y unos 9 metros de longitud. Tanto la
pila que recoge sus aguas como la parte central de la fuente donde se encuentra
el caño tienen forma semicircular. El caño es de un tamaño considerable siendo
un tubo de saiplen que conduce las aguas desde el manantial situado 15 metros
más atrás hasta la fuente.
Proporciona
un considerable chorro de agua durante todo el año (nada que ver con su vecina
fuente de los Acebos) y para saber el porqué de su nombre basta con echar un
trago de sus deliciosas aguas.
Completan el
apacible y silencioso lugar donde se ubica unos bancos de piedra y una buena
colección de enormes pinos silvestres que la protegen y la dan sombra durante
todo el año.
Se
encuentra, pues, en un rinconcito alejado del bullicio habitual de todos los
veranos en nuestro parque de La Panera y que sin duda alguna debe ser un sitio
de parada obligatoria en vuestra próxima visita por estos parajes.