Hago fotos
por aquí y por allá, intentando recoger en imágenes lo que mis ojos ven con
espanto: Las terribles secuelas de
una Filomena cruel que tardaremos en
olvidar.
Labores de
podado, de recogida de restos, de amontonamiento para posterior traslado a
zonas temporales de almacenaje, triturado con grandes máquinas y transporte
final en enormes camiones a lugar indeterminado. Y aun reconociendo que se ha
hecho ya mucho, un vistazo a nuestro alrededor nos muestra que hay trabajo para
años.
Hace
tiempo que los senderos están prohibidos para los ciclistas, pero ahora están
peligrosos incluso para andarines o runners con los que no queda más remedio
que compartir las pistas que van resultando transitables.
En una de
mis últimas escapadas de entrenamiento, decido descender con la bicicleta por
sendero dejando atrás el aparcamiento del Teleférico. Sendero que prácticamente ha desaparecido bajo multitud
de ramas e incluso varios árboles caídos interrumpen su antaño divertido
trazado.
Ya estoy
llegando a cruce con pista asfaltada cuando en el último recoveco mi mirada se
cruza con la de dos motoristas de la policía municipal. Me han visto y yo le veo a uno de ellos hacerme un
gesto fácilmente traducible con un: “Venga
usted para acá”
Acudo obediente,
agachando un poco la cabeza, con cara de no haber roto un plato en la vida, evitando
mirar a los ojos a mi interlocutor no vaya a ser que lo tome como un desafío y
escucho la reprimenda: “Caballero,
por aquí no se puede montar”
No puedo
remediar que en una décima de segundo me venga a la mente un antiguo chiste de Jaimito y llego a dudar si sólo lo he
pensado o si se me ha escapado en voz alta: “Claro, no
se puede montar porque está todo hecho un asco”
Parece que
he logrado contenerme, porque el amable agente, lejos de alterarse, me sigue
explicando de manera cansina lo de las pistas acondicionadas con grava
prensada, los 2 metros de ancho, prohibido los senderos…
Escucho
atento y evito dar cualquier excusa, pues imagino que estarán tan hartos de
oírlas de todo tipo que la mía iba a resultar poco creíble o incluso ignorada.
Como ya nos pasó con la Guardia Civil en el puente del Batán: Asentir, pedir disculpas y hacer propósito de enmienda. No hay otra.
Domingo 18 de abril de 2021
Vertiente madrileña
Lugar de encuentro: Aparcamiento junto al Restaurante El Anzuelo. Km. 8 de la M-604 en Lozoya (Madrid).
Hora de encuentro: 8,45
Si el
domingo pasado nos alegrábamos al comprobar el buen nivel del embalse de Valmayor, en esta ocasión esperamos hacer lo propio con los embalses de Pinilla
y Riosequillo, acercándonos primero al curso alto del río Lozoya y después
descendiendo al curso medio en las proximidades de Pinilla de Buitrago y Buitrago
de Lozoya.
Vertiente segoviana
Lugar de encuentro: Travesía de Pedro Núñez Morgades - Navas de San Antonio
Hora de encuentro: 9,00
¡¡Que no te lo tengamos que contar!!
Magnifica ruta se presenta. Y magnífico reportaje y fotos sobre la Casa de Campo 👏👏👏👏
ResponderEliminarQue tristeza...Filomena ha dejado todos los pinos de Madrid destrozados... Casi dan ganas de llorar. Vicky Lafuente Escribano
ResponderEliminarPues sí todas las semanas hago mi recorrido largo corriendo por allí y es un poco desolador. Especialmente cuando ves alguna encina centenaria que se ha venido abajo. Pero la vida se abre camino. Shin Okubo
ResponderEliminarY la policía vigilando las sendas. Vaya tela. José Antonio García Martínez
ResponderEliminarY a cada vuelta que di les vi en un sitio diferente.
EliminarJaja, Alfonso, menudo susto con la poli. Y eso que hace un par de meses te envié una foto de la Casa de Campo que estaban poniendo multas a ciclistas. Ya sabes, a la 3ª va la vencida, no des ocasión !!!
ResponderEliminarDebí dar con los majetes y seguro que vieron que rodaba bastante tranquilo. Mantengo lo que ya dije en otra ocasión: Creo que no es lo mismo ir a todo trapo (para entrenar están las pistas) que coger senderos en plan de paseo sosegado. Puede que esté equivocado.
EliminarSi pero a mi me parece que no se le esta poniendo todo el empeño necesario, a dia de hoy siguen amontonándose ramas caídas o podadas en caminos o senderos, y aun quedan ramas colgadas de los arboles, en muchas zonas, que penden de un hilo, y que pueden acarrear graves accidentes, las huellas de Filomena, ya debian de haber desparecido, pero siguen ahi, y con un consiguiente riesgo de incendio a medida que se acerca el tiempo seco y calido. Leopoldo Abatti
ResponderEliminarComo he comentado, hay gran número de operarios y medios técnicos trabajando y se comprueba el avance a cada día que pasa, pero ¡hay tanto por hacer! Fuera de la Casa de Campo aún se ven barrios que tienen amontonadas ramas y troncos en las esquinas a la espera de que sea retiradas.
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