“Chaparrón” soportado por el Real Madrid en el Bernabéu, el Atlético de Madrid “canta bajo la lluvia” y AlfonsoyAmigos desafía a la nieve
Este viernes se ha vuelto
a realizar la misma convocatoria de la semana pasada, esa que se refería a una
ruta que rediseñaron sobre la marcha y ejecutaron los cuatro intrépidos que se
atrevieron a desafiar a la sensatez.
Sábado tarde-noche y
tengo la sensación de haber vivido ya esta situación. Acaso ¿es un déjà vu?
Las noticias de TV han
informado de que en el Puerto de Navacerrada y en el Alto del León la nieve ha
vuelto a caer con abundancia. Nieve que se acumula incluso sobre la que ya cayó
la semana pasada y que el frío impide derretirse.
Es lógico que en la mente
de muchos ciclistas, de AlfonsoyAmigos también, reaparezcan las dudas. ¿Se
podrá rodar este domingo?
La semana pasada, con más
pesar del confesado, muchos compañeros nos quedamos en casa, a buen resguardo,
el mismo día en que cientos de automovilistas se bloqueaban en las carreteras
por el temporal. Pero este domingo, hay un grupo que saltamos de la cama
dispuestos a afrontar lo que nos echen.
Andrés, Ángel, Fer, Galo
(siempre bienvenido), Jesús, Juan
Carlos, Juan Patricio, Luis Ángel, Patrick, Pawel, Toño y Alfonso.
Nos reunimos en Galapagar
y el cruce de abrazos no se hace esperar, la mayoría en el primer encuentro del
año. Ojalá que tengamos oportunidad de cruzarnos muchos más. Abrazos más
efusivos si cabe con Luis Ángel que acaba de cumplir añitos… y que cumplas
muchos máaaaaaassss.
La ruta comienza y
encontramos nieve a la primera pedalada, era lo esperado. La temperatura es
fría, bajo cero, pero al no haber viento se hace más soportable y además vamos
bien abrigados.
¡Lo siento! Te corté la cabeza |
Todos disfrutamos en el
primer descenso, por el senderillo rápido y sinuoso que bien conocemos hacia el
Embalse de Valmayor que, a duras penas, recupera algo de su nivel de agua. Y
más de lo mismo hacia el Embalse de los Arroyos en recorrido tan divertido como
siempre.
Superamos bien el tramo,
se avanza disfrutando y sin percances. Pero será ya en la pantalla, al disponernos
a hacer foto de recuerdo cuando Jesús pega patinazo que le pone “patas arriba” en
cuanto pone el pie en el suelo. La superficie brilla helada pero es engañosa.
Avanzamos como si temiéramos despertar a algún bebé dormido.
La nieve aconseja tener precaución,
pero se suple con habilidad, con algún patinazo inesperado, y con los avisos
que se reciben del compañero que marcha delante, que no son pocos. ¡Mantén las
ruedas rectas! ¡No frenes! ¡Pedalea suave! Consejos no faltan pero más de uno ya
se imagina en el suelo.
Nos cruzamos con otros
ciclistas, incluso con amigos de San Rafael y El Espinar, que pedalean con la
misma precaución. Saludos y advertencias sobre las zonas con más hielo.
Nos alejamos del pequeño
Embalse de Las Lagunas, que se encuentra medio helado, superando uno de los
pocos repechos que atacaremos hoy y rodamos junto a las vías del tren. La nieve ha dado lugar en
esta zona a grandes charcos que se intentan esquivar zigzagueando con
habilidad.
Puente sobre las vías que
debemos atravesar y me parece apreciar que hacer una foto desde este puno merece
la pena. Me detengo suave y zas, al suelo. Afortunadamente no golpeo con ningún
hueso y aterrizo sobre el cachete izquierdo del trasero.
Ángel me ha oído caer, se
detiene y hace maniobra para venir en mi auxilio… pero zas, patinazo y al
suelo. Menos mal que son más las risas y bromas soportadas que el daño sufrido.
No sé si me han quedado ganas de hacer la fotito.
A pesar de que el paisaje
invitaba a ser fotografiado una y mil veces, es probable que tal vez hayamos hecho menos
fotos que nunca. Era más fácil seguir avanzando que detenerse y acabar de nuevo
en el suelo.
Con facilidad llegamos
hasta El Escorial, precioso con sus montes cubiertos de nieve. Un tentempié y
seguimos adelante atendiendo recomendación
que nos manda Chicho (hoy lesionado pero nos
sigue desde casa) para seguir una variante que nos evita un tramo de carretera
que siempre es peligroso y pronto giramos a la izquierda, cruzamos puente y nos
situamos al inicio del Camino de Tierra del Molino.
La parada es obligada, ya
que pierdo aire en la rueda trasera a pesar de haberla inflado en varias
ocasiones. Una suerte impagable tener con nosotros a quienes entienden y además
cargan en su mochila con todo lo necesario como para hacer reparación de
urgencia.
Fuera válvula, recarga de
líquido para tubeless, inflado con bombona y te han dejado la rueda para
disfrutar del recorrido. ¡Toño, eres un monstruo! ¡Tómate lo que quieras!
Un Toño que atraviesa
excelente momento a pesar de cargar ¡Dios sabe! cuántos kilos extras en su
mochila multi-asistencia.
Camino hacia La Estación
y Pajares, con la nieve crujiendo bajo nuestras ruedas a pesar de que el sol
hace esfuerzos por derretirla y haciendo mucho más pesada la marcha. Pawel sufrirá pinchazo y se detiene la comitiva.
Antes de iniciar descenso
por la Colada de la Crucijada nos avisan de que nos encontramos con marcha
ciclista organizada en sentido contrario.
Nuestro gozo en un pozo,
pues no podemos disfrutar del descenso como nos hubiera gustado y continuamente
nos echamos a un lado del senderillo de a uno para no obstaculizar a los que
suben con esfuerzo.
Disfrutamos con ganas de
los siguientes senderos, pero la nieve se ha convertido en barro en muchos
tramos. Se rueda mejor sobre la nieve que sobre un barro que se agarra a las
ruedas y te obliga a mayor esfuerzo. Los frenos chirrían y los cambios actúan
solos quejándose del barro y arena que llevan pegados.
Llegamos a la pantalla
del Embalse de Valmayor y mejor no parar para foto. Aquí sí que corre un viento
fresco que se hace notar. Apretamos la marcha para llegar cuanto antes a desvío
por el Camino del Rey hacia las proximidades de Colmenarejo. Los kilómetros y
el esfuerzo realizado se dejan sentir.
Ya casi es dejarse llevar
por camino por la Dehesa Vieja hasta alcanzar de nuevo la Cañada Real Segoviana
de regreso a los coches… bueno, no sin antes pasar por el lavado automático de
la gasolinera, del que nos adueñamos por largos minutos.
Felicitaciones, abrazos y Chicho que nos espera a la llegada. Unas cervecitas compartidas con tiempo y agrado y restos de arenilla que costará
eliminar de nuestras casas y de los coches.
¡Hasta la próxima!
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Bastante bien os ha salido la ruta,a pesar del mal estado de los caminos.
ResponderEliminarEso sí, risas y buen humor siempre cargadas en vuestras mochilas.
Por lo menos, pasasteis un buen rato y pudisteis celebrar el cumple de
Luis Ángel.
Un saludo. Charo.
steis celebrar el cumple de Luis Ángel.
12 fuimos en Galapagar. 12 hombres sin piedad. Prometia muchisimo frio y sin embargo fue una mañana perfecta para montar en bici. Eso si mas nieve de la que creíamos en un principio y mucho hielo en muchas zonas que obligaban a extremar la precaución. A medida que trsnscurria la mañana la nieve y el barro hicieron que el esfuerzo fuera mayor. Ademas Galapagar tiene ese punto que aun sin desniveles importantes y aun conociendola de sobra, el ritmo al que se recorre la ruta hace que la sensacion al finalizar sea de un esfuerzo acumulado notable
ResponderEliminarLas bicis acabaron para “enmarcar”.
Una magnifica ruta para un esplendido dia.
Toño al final me decia hemos hecho 50, bueno yo ayer hice 55......
Pues si, ha sido la mejor manera de estrenar edad, sabiendo que hoy es el primer dia del resto de mi vida...
Por eso gracias a todos por compartir este dia, tanto los que vinisteis como los que no pudieron acudir.
Lastima que hasta la semana que viene no haya mas, pero lo que nos queda por delante es muchísimo y bueno.
Y ademas el domingo que viene....cada vez mas cerca.
¡Ya quisiera Fernado Alonso unos mecánicos como los de Alfonsoyamigos!
ResponderEliminarMenudo pit-stop con foto incluida que se han marcado Patrick y Toño..jeje
Buena semana para todos.
Chicho