La felicidad es hacer lo que
tú quieres, cuando tú quieres, donde tú quieres, con quien tú quieres
Junto
a los márgenes del río Guadalix, en
una explanada desigual e improvisado
aparcamiento, vamos dejando los coches aquellos que una vez más nos hemos
atrevido a salir de casa. Nueva
jornada a -3ºC y ¿sensación térmica…? – La de “un frío que pela”
Camisetas
térmicas, probablemente más de una capa, chaquetas de última generación,
guantes, gorros a poco nos impiden distinguir las caras de algunos amigos,
pero ahí estamos, casi los de siempre, aquellos que necesitamos inyectarnos en vena a AlfonsoyAmigos.
Andrés,
Ángel, Enrique, Eva, Fer, Jesús, Juan, Luis Ángel, Patrick, Pawel, Rafa, Santi y
Alfonso.
Las
sonrisas sinceras, los abrazos reconozco que más efusivos que de costumbre y la
permanente alegría del encuentro. Y la
comitiva se pone en marcha, no porque hayamos sido muy rápidos en el montaje
sino porque la mayoría ya acudimos incluso antes de la hora prevista “de
encuentro”.
¿He dicho que hace frío? Pues eso… y damos pedales por la Cañada Real
de Merinas intentando entrar en calor, entre fincas ganaderas de característico
olor. En
una de ellas, con muro sorprendentemente bajo, nos mira desafiante un toro de
gran envergadura al que mejor no devolver la mirada.
Enrique
aprieta la marcha y no le faltan compañeros que le sigan el ritmo… -es para
entrar en calor- nos dice. Pero
debió ocurrir que no entraron en calor en toda la jornada.
No
habiendo acudido en dos anteriores ocasiones a esta ruta y con el Gps sin
batería por un descuido, me siento extraño, un poco a ciegas y no me queda más
remedio que no perder de vista a quienes avanzan por delante. Ocasiones no faltarán para extraviarse.
Tras
atravesar Navalafuente por el camino
Real de Bustarviejo, cogemos desvío por la izquierda, pero no es un desvío
cualquiera, es ascenso duro por zona pedregosa donde es fácil resbalar. Sigo bien el trazado que me marca Jesús, que
se desenvuelve bien en estos terrenos y coronamos sin problemas.
Junto
al cruce de los arroyos de Navalengua y de las Ferminas volvemos a sentir más
frío, probablemente por la humedad y se agradece que al menos no haga viento. Tendremos unos cientos de metros junto a antiguas vías de tren, la abandonada estación de Bustarviejo y paso muy oscuro por tunel bajo la M-631.
Tomamos
el camino de las Viñas hacia la localidad de Bustarviejo y algunos nos detenemos junto a fuente para comer una
barrita antes de emprender ascenso por senda muy cercana al cementerio. Los “ansiosos habituales” ya están en camino.
Rafa ya notó en la salida que no le iba bien la maneta derecha del freno, como si
hubiera perdido todo el aceite y aún con ello no desistió de acompañarnos pero
ahora, ante el repechón del día, prefiere no ascender para evitar el complicado
descenso. ¡No te
quedes frío amigo, que ahora volvemos!
Ahora
sí, allá vamos, tenemos por delante un duro, muy duro y complicado ascenso. Por sendero de tierra suelta, con piedras y
pedrolos, escalones, pendientes durísimas y en un trayecto de casi 3 kilómetros
que obligan a dosificar, a tirar de habilidad y del manillar de la bici para realizar
además esfuerzos puntuales muy duros. ¡¡Terrible!!
Aun
así, cada uno lo intenta a su manera. Me
pego en esta ocasión a Pawel, hoy el más joven de nosotros, y dejo que me marque el
trazado y me contagie su empeño. Muy
despacio, reservando fuerzas, avanzamos metro tras metro. Enrique, por su parte, transmite ya alguna instrucción desde
lo alto.
El
“alto” al que se puede llegar con la bici, pues para pisar El Pendón (1545 m) todavía nos quedaría un buen paseo a pie. Más dosificados que el azúcar, los compañeros
van llegando aunque sea para poder decir con orgullo que hemos llegado todos. ¡Bravo!
Fotos
por aquí y por allá y sin la de Grupo que me hubiera gustado hacer, pues es
difícil controlar la euforia del momento. El
regreso, siempre con la vista puesta unos metros por delante, se hace rápida y
sin problemas, disfrutando y dejando hacer a las bicicletas.
Un
mapa oficial señala que recorremos ahora tramo del GR-10, pero otros hablan de “sendero ultraflow” o de la “senda partebielas”, pero sin problemas avanzamos hasta
coger el camino de Rascafría a Bustarviejo y el camino Tercero del Valle,
teóricamente ya todo en descenso.
Sendas,
senderos, la Cañada Real Segoviana, el arroyo del Valle y el arroyo de Los
Tejos, cerca de Miraflores de la Sierra.
Giros a izquierda y derecha,
cambio de caminos. ¡Ay!
como echo de menos mi GPS.
Veredas
rápidas, disfrutonas, por la vereda desde el Puente del Arroyo del Valle a las
Majadas de Belén, con toboganes rompepiernas que engañan a la vista, pero
seguimos perdiendo altura. Una caída de Fer, provocada al golpear un pedal con una piedra, nos dará un buen susto pero, tranquilos, es cuasi un cyiborg, mitad de metal, mitad de goma. ¡Uff!
Otro
sendero, este escalonado, pero no sé ni donde estamos, la brújula mental gira
sin control, no puedo más que ir pendiente del trazado y del compañero que
llevo delante. En
varias ocasiones, paradas en cruces para reagrupar y evitar despistes, para
rápidamente retomar la marcha antes de que se estabilice la adrenalina. Me acuerdo de los frenos de Rafa.
Recorremos
rápido un largo tramo por los márgenes del arroyo de los Tejos, con algunas
zonas de barro resbaladizo y raíces húmedas, por senderos a veces con tramos de
escasos centímetros y zigzagueo continuo sólo apto para quienes tengan los
reflejos bien entrenados. ¡Pues
nosotros!
Al
alcanzar el río Miraflores el
terreno se suaviza y se siente cierto relajo pero ¿qué pasa? La cabeza del Grupo aprieta si cabe más la
marcha, tal vez echando a la olla las fuerzas que sobran, quizá buscando ser el primero en la línea de meta o intentando
buscar las limitaciones en llano a las pesadas e-bikes.
Ya en
Guadalix la alegría de todos se nota y las nubes se abren para darnos la
bienvenida con un claro sol. La
felicidad de poder compartir emociones con mis amigos y celebrarlo por mi
cumpleaños no tiene límites… pero esta es otra historia.
Desde aquí aprovecho para
dar las gracias a quienes habéis tenido la amabilidad de enviarme mensajes de
felicitación y buenos deseos.