jueves, 10 de junio de 2021

¿Mochila o riñonera?

Las “marcas” de equipación para ciclistas nos quieren vender (nunca mejor dicho) que lo que ahora se lleva es prescindir de mochila y hacer uso de una pequeña bolsa riñonera…

AlfonsoyAmigos


Claro, cómo no. Una riñonera pequeña y que casi pase desapercibida, vamos, por cuestión práctica y también de estética… para dar la impresión de que eres un “pro”. Pequeña, decía, para las llaves, apenas el DNI, un par de bombonas de CO2 y poco más, nada de agua. Ah sí, una estampita del santo de tu predilección para que no te pase nada.

Quieren que dejemos colgadas las mochilas.

AlfonsoyAmigos
Se dice y con razón que, en condiciones normales, el ciclista debe beber agua o bebidas isotónicas cada veinte minutos durante el pedaleo. La hidratación es uno de los aspectos básicos del ciclismo y el gesto de beber debe ser continuo en cualquier tipo de salidas.

Está claro que si cumplimos estas recomendaciones, el llevar una botija de 250 o 300 cc es insuficiente para rutas que se pueden alargar por encima de las 5 horas (aunque no falten las paradas) y más ahora en fechas en las que las temperaturas empiezan a ser más propias de época veraniega.

Hay quien no puede pasar sin cargar su súper mochila a tope, pensando en cubrir cualquier imprevisto que pueda surgir, pero también hay pequeñas camel-back de 1 litro, para llevar más agua que la de la botija y con apenas un mini bolsillo para llaves.

Lo contamos como anécdota y todos nos reímos una vez que ya estamos en casa relajados (ver crónica de la semana pasada), pero no debemos descuidarnos. El cargar a la espalda con una camelbak debe ser algo que todos debemos asumir cuando llegan las subidas de temperatura y más en función de la dureza y duración de la ruta que vamos a realizar.

AlfonsoyAmigos

No siempre se podrá encontrar por el camino una fuente en la que repostar, un arroyo en el que refrescarse o un buen samaritano en el que confiar.

AlfonsoyAmigos

Pero no pensemos que se trata de un invento actual. Nuestro amigo Antonio ya llevó "riñonera" en escapada por Noruega en 1995. ¡Tóma ya!


Domingo, 13 de Junio de 2021

Lugar de encuentro: Paseo Rivera, junto al Monumento a Rafael Alberti en San Rafael (Segovia)

Lugar archi conocido y habitual para muchos, pero un seguidor de nuestro blog me contaba que quiso acompañarnos cierto día y finalmente no acudió porque no dimos lugar exacto de encuentro. Estoy pensando en poner servicio de mini-bus que recoja a cada uno de su domicilio… 

Hora de encuentro: 8,15 (Digo bien, la ruta se nos puede ir de hora)

Aquí puedes ver, de anterior ocasión, vídeo, enlace a la crónica y track (lo más aproximado, pues habrá variantes).


¿Lo tienes todo?  Pues no te olvides de la camelback y...

¡¡A divertirnos!!

AlfonsoyAmigos

Siguenos en Facebook Síguenos en Twitter Siguenos en YouTube Sígueme en Instagram


domingo, 6 de junio de 2021

AlfonsoyAmigos en Las Hoces del Río Huécar en Cuenca

 

Todo lo que sucede una vez puede que nunca vuelva a suceder, pero todo lo que sucede dos veces… es muy probable que acabe sucediendo una tercera vez…, no sé, no sé

AlfonsoyAmigos

Sabíamos que la ruta de hoy iba a requerir de un esfuerzo especial para nuestros cuerpos, un castigo añadido incluso antes de que se pudiera dar la primera pedalada.

AlfonsoyAmigos
Para aquellos que os habéis quedado en casa por las razones que sean deciros que , que nos ha tocado madrugar y más aún para los que se han desplazado desde Segovia. Madrugón de los buenos para disfrutar de la ruta propuesta.

Los que hoy hemos logrado despegar los párpados y quitarnos las legañas a tiempo: Enrique, Jesús, Juan, Luis Ángel, Nacho, Nati, Pawel, Santi, Toño y Alfonso.

AlfonsoyAmigos

Estamos en tierras de origen árabe, con recintos amurallados, con empinadas calles empedradas y restos de castillos medievales entre los ríos Júcar y el que será protagonista de nuestra ruta, el río Huécar.

AlfonsoyAmigos

Contestando a Enrique: Minarete con reloj: Es la torre Mangana, en la plaza del mismo nombre en el centro histórico de la Ciudad, donde se encontraba el Alcázar en época árabe. Data del siglo XVI, aunque fue restaurada en 1968. Actualmente reloj municipal.

AlfonsoyAmigos

Hemos aparcado sin problemas en el lugar previsto, en el mismo en que se ven algunos restos del “botellón” de la noche anterior. Parece que estamos todos, que podemos partir… ¿o no?

AlfonsoyAmigos

Pues va a ser que no. Santi da aviso de que tiene un freno bloqueado. Frena, pero los pistones no recuperan y la rueda se queda retenida. No faltan voluntarios para ayudar a enmendar el entuerto, pero la solución no se logra por más que se intenta y Santi ya se ve esperándonos a que regresemos de la ruta.

AlfonsoyAmigos

El tiempo va pasando y las bromas no faltan: “Tanto madrugar, tanto madrugar…”, “Si llegas a avisar me echo un sueñecito más…” pero allí está todo el Grupo sin querer dejar atrás a Santi que, valientemente y a pesar de que la ruta no va a ser fácil, se decide a partir con nosotros “Hasta donde pueda llegar” y ¿por qué no? más allá.


AlfonsoyAmigos

Nuestra primera intención era realizar la ruta tal y como la hicimos en 2019, pero el pasado mes de mayo se produjo un derrumbe en el muro de contención de la subida a las Casas Colgadas. La misma zona donde en el siglo XIX acabó hundiéndose el, antiguo de piedra, puente de San Pablo, inaugurándose en abril de 1903 el actual de hierro que ya conocemos.

AlfonsoyAmigosAlfonsoyAmigos

Por seguridad y estudio de la zona, este puente, el que queríamos volver a traspasar, un auténtico mirador hacia las Casas Colgadas, ha quedado cerrado al tránsito temporalmente y nos obliga a variar nuestro recorrido, descender hacia la Catedral de Cuenca y buscar nuevo puente junto al Auditorio para cruzar el río Huécar y calentar por la Subida a San Pablo hacia el Parador Nacional de Cuenca.

AlfonsoyAmigos
AlfonsoyAmigos
Dejamos el asfalto atrás y nos adentramos en senderos que se van complicando según avanzamos. Estamos junto al GR-66 que discurre por pista en paralelo, seguramente más segura para el rodar pero no tan divertida como la alternativa que hemos cogido y que, como ocurrirá con gran parte de ruta, se encuentra muy cubierta de vegetación no siempre amable, que nos irá dejando huella en brazos y piernas.

AlfonsoyAmigos

Varias fuentes en este tramo, justo cuando llevamos las “camel” y las botijas llenas. Lástima que no ocurra lo mismo a nuestro regreso.

AlfonsoyAmigos
AlfonsoyAmigos

Unos kilómetros por carretera hasta llegar a Molinos de Papel, un pequeño pueblo/caserío que conserva restos de molinos del siglo XVII para fabricar papel.

AlfonsoyAmigos
AlfonsoyAmigos
Volvemos a tomar senderos en los que la vegetación se cierra más y más y se pierde de vista el río. Tanto Luis Ángel como yo llegamos a identificar el lugar donde tuvo caída entre zarzales en anterior ocasión.

AlfonsoyAmigos
AlfonsoyAmigos

Nos acercamos a la localidad de Palomera, en busca del nacimiento del río Huécar en el paraje del Ojo. Hoy hace calor, pero no para llegar a darnos un baño en aguas que invitan a ello. Pero por allí encontramos a quienes aprovechan playa de arena fina junto a unas impresionantes pozas para ir cogiendo los primeros rayos de sol en el cuerpo. Alucinados quedarán al vernos pasar, pues tendremos que vadear el río justo junto a ellos.

AlfonsoyAmigos
AlfonsoyAmigos

El paraje es una auténtica maravilla e invita a plantar mesa y sillas de campo e incluso abrir cesta de mimbre para almorzar algo apetitoso con tranquilidad. Nosotros ya se sabe, una barrita y ¡Eh!, espabilad, que hay que seguir adelante.

AlfonsoyAmigos
AlfonsoyAmigos

El río no fluye con tanta agua como recordábamos de hace dos años, pero aún nos entretendremos por la zona unos minutos juntos a las pequeñas cascadas, tal vez demorando lo que está por llegar.

AlfonsoyAmigos
AlfonsoyAmigos
Cogemos pista que va tomando desnivel poco a poco, larga, casi 5 kms e incluso pesada y mucho más cuando casi alcanzamos la cota más alta y antes de llegar a la zona de la Cruz de los Tirantes, porque encontramos barro, mucho barro arcilloso que se pega con cariño a las ruedas en fuerte abrazo que las impide rodar. Ignoro si es el mismo barro de hace dos años o si se ha renovado, pero igual de terrible.

AlfonsoyAmigos

Un giro a la izquierda da pie a que tomemos un descanso y reagrupemos, antes de iniciar divertido descenso de 4 kms, por el cañón Vallejo de la Lobera, con curvas y peraltes disfrutones que nos van haciendo perder y perder altura. Lástima que esté tan sucio de ramas caídas y que también encontremos barro cariñoso y resbaladizo.

AlfonsoyAmigos

Estaba claro que después tendríamos que volver a remontar, por el tramo más duro de la ruta hacia el punto de mayor desnivel. El calor se hace notar y más con la humedad del ambiente por las lluvias del día anterior.

AlfonsoyAmigos

Llegamos al Mirador del Ceño (1322m) con vistas a la Dehesa de Cotillas y Tierra Muerta. El cansancio va haciendo mella y de agua vamos muy justos. El descanso se alarga, pero nos anima pensar que en poco volvemos a descender.

AlfonsoyAmigosAlfonsoyAmigos

Algo más en subida y con giro a la izquierda cogemos en bajada la Senda El Barranco de la Hoya Negra, por cuesta con mucho desnivel y de piedra suelta al principio y el resto indescriptible, pues te adentras en lo más parecido al cauce de un arroyo sin más agua que la retenida en algunos tramos y que hace pensar que en tiempos pasados por allí descendieron aguas bravas, quizá del Arroyo de la Rambla, pero no encuentro referencias. La tensión, la atención y la habilidad de todos se pondrán en modo “alerta”, para avanzar, disfrutar y evitar caídas. ¡¡PASOTE TOTAL!!... Y Santi aguantando sin freno trasero.

AlfonsoyAmigos

Hay que parar, recuperar pulsaciones, dejar que la adrenalina se reabsorba, reagrupar y soltar casi a coro un ¡¡Uff!! muy fuerte repleto de satisfacción.

AlfonsoyAmigos

Un tramo por pista y regresamos al paraje del nacimiento del río Huécar, pero seguimos adelante hasta coger desvío y coger senderillo que será casi hasta el final de ruta un senderillo, un mini-senderillo, un ¿dónde se ha ido el senderillo?

AlfonsoyAmigos

Vamos de regreso, estamos ahora por encima de Palomeras y quedan unos 14 kms, pero cuesta que los metros vayan cayendo… el que sí caerá será Jesús, que nos pegará el susto, pues parece que quería llegar al fondo del barranco por la vía más rápida. Afortunadamente sin mayores consecuencias.

AlfonsoyAmigos

Cansancio que se refleja en más de una cara, calor, escasez de agua y la que hay se reparte como entre buenos hermanos. Ochenta centímetros de sendero peligroso incluso para andarines, sin dar opción al descuido. Una piedra que sobresale, una rama fuera de lugar, unas zarzas que arañan como gatos, tuberías con agujeros, rocas que te hacen agachar la cabeza, alambreras donde engancharte y el estómago que ya empieza a rugir a unas horas que ya se nos han ido de madre.

AlfonsoyAmigos

Poco después de superar el Hotel Cueva del Fraile, encontramos la fuente salvadora de agua muy fresca, que ya recordábamos y que nos da fuerzas para los seis kilómetros finales y la traca de escalera imposible con empuja-bike hasta el Mirador de la Hoz.

AlfonsoyAmigos

Ahora sí hemos finalizado, aunque los compañeros van llegando como con cuenta gotas. Son ya las 4,30 horas (recordad que tuvimos mucho retraso en la salida) y aunque se propone foto de grupo, lo que todos estamos deseando es llegar a los coches y sacar los bocatas que tenemos preparados.

AlfonsoyAmigos

¡Bravo por Santi! que no sabemos cómo ha conseguido llegar, averiado y con terreno tan complicado y ¡Bravo por todos! Rutón que merece que nos felicitemos.

AlfonsoyAmigos

Aseados, con las bicis en los coches, a disfrutar de picnic a la sombra de los pinos y mirando a Cuenca.

Fuerte abrazo.

AlfonsoyAmigos

AlfonsoyAmigos
AlfonsoyAmigos
AlfonsoyAmigos 

Siguenos en Facebook Síguenos en Twitter Siguenos en YouTube Sígueme en Instagram