Apenas acaban de quedar
atrás las rutas del domingo y ya había un grupo importante de biciosos que esperaban con anhelo una
propuesta para el martes festivo
Tal
vez contando con poca ausencia, la convocatoria la lanzo pero a través de grupo
de WhatsApp. Mi intención era escribir a continuación: “No
contestéis todavía, hacedlo después de la publicidad”*
*Frase mítica que se pudo escuchar por
primera vez en televisión en 1992.
Pero
no tuve tiempo de dar paso a la publicidad, ni tan siquiera de escribir un
mensaje. Antes
de cumplirse medio minuto ya llegaba el primer “Voy” publicado por Luis Ángel. Un
voy que provocó la llegada en cascada de otros
que parecían llevar todo el día expectantes con el móvil en la mano.
Segundos
antes, intentaba deciros que el Gobierno tiene intención de proponer la
reducción de la jornada laboral semanal a 4 días y que de llegar a aprobarse… ¡Dios mío!, de llegar a aprobarse…
No lo
puedo negar, inmediatamente después de escuchar la noticia me recorrió un terrible
escalofrío por la espalda. Llegué
a imaginarme a Luis Ángel un lunes cualquiera preguntando: ¿Qué ruta tenemos para el viernes… y para el
sábado… y para el domingo? Noooooooooooooo. Aquello tenía trazas de convertirse en una terrible
pesadilla semanal.
Intento
tomarme el despertar con tranquilidad, al fin y al cabo hemos retrasado la
convocatoria de hoy para las 9,30 pensando que, ya después del domingo, no
seríamos demasiados los que nos aventurásemos a las bajas temperaturas
anunciadas y a soportar vientos racheados muy cabroncentes.
Por
la Nacional VI de camino para Galapagar el día estaba muy claro y dentro del
coche se estaba calentito. Al
fondo, todo cuanto la vista alcanzaba a ver de la Sierra de Guadarrama estaba totalmente cubierto por grandes y
espesos nubarrones.
Hoy
sí llego el primero y enseguida aparecen: Ángel,
Enrique, Ernesto, Jesús, Juan, Luis Ángel, Patrick y Rafa. Tengo oportunidad de “abrazar” a otros 3
amigos que hacía tiempo no veía. ¿He
dicho que ha venido Jesús? Pues
eso.
Tenía
un trazado previsto que por un instante hemos estado a punto de endurecer y
alargar, pero una avería en la bici de Luis Ángel se ha llevado más tiempo del
deseado y además se notaba que el sentir general no estaba por la labor de
enfrentarse hoy a rutones épicos.
Casi
por si solas, bien enseñadas de otras ocasiones, las bicicletas han ido
buscando los senderillos disfrutones que todos conocemos, esos con los que un
purista echaría una carcajada si nos atreviéramos a llamarlos trialeras.
Senderos
para arriba, senderos para abajo, rápidos en ocasiones, muy habilidosos en
otras y la mayoría de las veces sin alejarnos de las “playas de Valmayor” por
parajes que invitan a hacerse una y mil fotos. Empiezo
a pensar que una vez más no me escapo de la correspondiente crónica y fotitos y
que de no haberme traído la cámara hubiera acabado haciendo fotos con el móvil
ya que el día era propicio.
De
las veces que más agrupaditos hemos marchado, acaso para mantener juntitos la
temperatura o para no despistarnos en los desvíos, pero el caso es que me
encanta.
Pinchazo
de Enrique y la rueda se le va totalmente abajo por la gracia de un clavo de
forma piramidal y de hierro forjado, de los de las puertas antiguas de madera,
que no se quiere despegar y que andaba perdido por los caminos. No
han pasado cinco minutos y la avería está solucionada, pero nos ocupará más
tiempo hacer unas carantoñas y fotos a unos borriquillos jóvenes que se acercan
a saludarnos.
Vamos
bien de hora, por lo que haremos un último recorrido por las cercanías de
Navalquejigo y los senderos rápidos por los embalses de Las Lagunas y de los
Arroyos. Poco
más de 35 kms y desnivel acumulado que no llega a ser digno de ser mencionado,
pero un rompepiernas de cambios de ritmo que ha podido hacer daño a más de uno.
AlfonsoyAmigos no
ha perdido oportunidad de encontrarse de nuevo y a fe que ha merecido la pena. Un auténtico lujo compartir ruta con los amigos.
Amigos,
tranquilos, que no faltará ruta para el próximo domingo.