AlfonsoyAmigos se
desplaza en este inicio del mes de septiembre a Sacedón, pueblo de Guadalajara,
la Alcarria y bañada por el Pantano de Entrepeñas
Allí estaríamos: Andrés, Ángel, Daniel, Eduardo, Enrique, Eva, Fer, Fernando, Miguel Ángel, Jesús, Juan, Juan Carlos, Nacho, Patrick, Rafa, Santi y Luis Ángel.
Esta primera parte del recorrido transcurre por paisajes muy alcarreños donde los campos amarillos se suceden con grandes extensiones cultivadas.
Divisaríamos enseguida el embalse de Buendía, otro de los embalses situado en este enclave y que muestra su gran extensión aun estando divisando solo la cola del propio pantano.
Nos dirigiríamos por pistas anchas hacia el pueblo de Córcoles donde haríamos una primera parada en la fuente de dicha comarca. Es aquí donde Nacho comprueba que el móvil se le ha caído en esta primera parte de la ruta.
Fer, Ángel y el propio Nacho deciden volver y deshacer lo recorrido en busca del teléfono. En principio nos volveríamos a encontrar en Sacedón en donde se vuelve a pasar como punto intermedio de toda la excursión de esta jornada.
Los demás proseguiríamos nuestro camino hacia la localidad de Casasana, otro pueblo en lo alto de los Pantanos de Entrepeñas y Buendía. Y es ahora cuando afrontamos subidas muy fuertes y prolongadas con desniveles del 17-18% y con un calor más que considerable. Sin embargo el grupo sabe sufrir y sube estas pistas con gran ritmo y nivel.
En breve recibiríamos noticias de Ángel, sabiendo que el móvil había aparecido decidiendo ir a nuestro encuentro recorriendo el mismo camino que habíamos hecho nosotros.
Tras recorrer de nuevo campos eminentemente de La Alcarria encontramos una trialera que nos bajaría hacia el embalse de Sacedón. Una trialera no excesivamente complicada, pero si con mucho desnivel de bajada que no permite ni el descanso ni relajar los brazos en ningún momento. Surge aquella frase ya acuñada en este grupo de “¿quién dice que bajando no se hace deporte...?”
Al acabar la trialera, un tanto interminable, un camino rápido nos lleva hacia el Pantano de Entrepeñas, en el mismo Sacedón. Esperaríamos aquí a los tres que han ido en busca del teléfono de Nacho.
Parecen no estar muy lejos pero la espera se hace muy larga, ya que tuvieron que desandar mucho y las diferencias son mayores de lo que nos imaginábamos.
Destacar la ayuda de Rafa y Juan Carlos a Miguel Angel, empujándole para poder llegar. La caída que sufrió no le permite apenas pedalear. Y por fin llegamos a nuestro punto de inicio.
Fue una mañana en la que la mala suerte marco el destino de la ruta. Creo y lo sé, que la ruta gusto mucho y de esta manera nos emplazamos para completarla después de los próximos meses venideros de otoño e invierno.
Queda por tanto poner la guinda completando esa tremenda subida y esa mágica trialera en fechas a convenir. ¡¡Volveremos!!
Para completar el día, casi todos los integrantes de la convocatoria, nos desplazaríamos tal como estaba previsto al Restaurante Casa Goyo en Alcocer donde pudimos comprobar, tal como había prometido, que las raciones y los platos son exageradamente grandes.
Una comida magnifica que permitió aunar más este grupo que no se cansa de hacer rutas por gran parte de la geografía de España y de mostrar un entusiasmo inasequible al desaliento.
Un abrazo para todos y gracias por haber compartido esta ruta por estas tierras de Sacedón y el Pantano de Entrepeñas, que me vieron crecer desde que era un niño.
Recordar que una de las mejores cosas de leer las crónicas es saber que cuando has terminado de leerlas, sabes que el domingo que viene esta.....cada vez más cerca.
Miguel Ángel recupérate pronto. Te esperamos con muchísimas ganas en cuanto te restablezcas de esa caída con tan mala suerte.




