AlfonsoyAmigos, de turismo por Madrid con mi eBike

Convierto mi e-bike de MTB en bicicleta urbana para hacer “turismo por Madrid”

Sin lamentar el madrugón sabatino, me alejo de mi casa cruzando por encima de la A3 y algunos minutos más tarde haciendo lo propio con la Avenida de la Paz o Calle 30.

Mis pedaladas me acercan por la Avenida de Nazaret hasta las inmediaciones del parque del Buen Retiro, con sus puertas aún cerradas al público.

Por la Avenida de Menéndez Pelayo supero el Hospital del Niño Jesús y acabo dejando atrás y a la izquierda instalaciones municipales donde antiguamente estuvo instalada la Casa de Fieras, junto a los bellos jardines de Cecilio Rodríguez. A la derecha, la Parroquia del Santísimo Sacramento.

Tal vez guste saber que el primer zoológico en Madrid se remonta a 1774,  en tiempos de Carlos III, instalado en la Cuesta de Moyano. Un par de traslados con el paso del tiempo para acabar en el interior del Retiro en 1830 bajo el reinado de Fernando VII, con el nombre popular de Casa de Fieras y oficial de Gabinete Real de Ciencias Naturales. Cerró sus puertas definitivamente el 22 de junio de 1972.

Giro a la izquierda por la calle O´Donnell hacia la calle de Alcalá y rodeo una de las cinco puertas reales que daban acceso a la ciudad, la Puerta de Alcalá, en la Plaza de la Independencia. 

Avanzo dejándome caer cuesta abajo. No hay más tráfico que el de algún taxi libre y ciclistas que han madrugado como yo. Rodeo la plaza de la Cibeles, diosa de la Madre Tierra para los griegos y cargada de simbolismo para Madrid y más aún para los madridistas.

De frente el Banco de España, con no sé si verdades o leyendas que hablan de que sus sótanos y bóvedas podrían inundarse con el agua de la fuente en el caso de ser necesario para resguardar su seguridad.

Y a la izquierda el majestuoso edificio del antiguo Palacio de Comunicaciones (Correos), construido en terrenos que en su día formaban parte de los jardines del Retiro. Sede del Ayuntamiento de Madrid desde Noviembre de 2007.

Los primeros números de la calle de Alcalá dan el relevo a los últimos de la calle de Gran Vía e inicio ascenso hacia Callao. Me llama la atención que puedo respirar un aire claro y fresco, muy alejado del aire contaminado y lleno de extraños olores a combustible que recordaba.

Fotografía de 1962

Al frente se distingue el edificio Capitol o del Capitolio, conocido por el cine de sus bajos y el gran neón de Schweppes, que fue protagonista en la película “El día de la bestia” de Alex de la Iglesia en 1995.

Este edificio me trae muy lejanos recuerdos: En la primera planta, con su gran mirador a la Gran Vía, se encontraba el restaurante-cafetería Manila, (ellos introdujeron las tortitas con nata), donde en 1963 mis padres celebraron el convite de mi “primera comunión”. (Algún día publicaré foto para que veáis lo guapo que estaba de marinero).

Los cines y teatros esperan con ansiedad la apertura de sus puertas y algunos de ellos mantienen encendidos sus rótulos publicitarios, tal vez para que no nos olvidemos de que siguen vivos.

Ya distingo al final de la calle el edificio Torre de Madrid, de 1960, con sus 142 metros de altura, tan blanco y llamativo como siempre, que contrasta en arquitectura con el Edificio España de 117 metros.

Al acercarme debería ver el Monumento a Cervantes, de 1929, con la escultura que le representa sentado y las esculturas en bronce de Don Quijote y Sancho Panza cabalgando, pero toda la zona se encuentra en obras, protegidas de la vista con altas vallas.

Al llegar bajo el puente de la calle Ferraz, más de lo mismo. Obras por doquier que continúan por la calle Bailen y dificultan el avance de andarines y ciclistas.

El Palacio Real a la derecha, el más grande de Europa Occidental y uno de los más grandes del mundo. Enfrente, los jardines de la Plaza de Oriente, construidos por José Bonaparte y en donde se encuentran un total de 20 estatuas que representan a cinco reyes godos y a reyes de la época posterior a la Reconquista, desde Ataulfo a Fernando I de León y Castilla.

Poco más adelante la Santa Iglesia Catedral Metropolitana de Santa María la Real de la Almudena… la  Catedral de la Almudena. Su construcción se prolongó durante 110 años, desde 1883 a 1993.

Decido acercarme hasta la Puerta de Toledo, que data de tiempos de Fernando VII y que conmemora la independencia española tras la ocupación francesa.

Pasando antes junto a la Real Basílica de San Francisco el Grande, de 1761.

Ya de regreso, me encontraré con el Corral de la Morería y seguiré rodando por calles peatonales descubriendo rincones antes de detenerme para hacer foto del Teatro  Real en la plaza de la Ópera y seguir por la calle del Arenal hasta la Puerta del Sol, emblemática de Madrid y rediseñada en numerosas ocasiones, donde se fijó en 1950 el Km.0 de las carreteras radiales del país.

No me puedo ir sin hacer foto a la estatua de el Oso y el Madroño, (20 toneladas de bronce), símbolo de las armas heráldicas de la Villa.

Calle Preciados, de nuevo en Callao, Cibeles, Paseo del Prado, Atocha y remonto la cuesta de Claudio Moyano, para encontrarme frente a la puerta de Retiro junto a la calle de Alfonso XII, concentración de vehículos del SAMUR, coches de policía y de bomberos. 

Parece ser que se ha desplomado la cúpula de un edificio emblemático del arquitecto del Cine Doré, afortunadamente sin víctimas. ABC digital da cuenta del incidente y curiosamente, publica foto casi hecha en el mismo instante y desde el mismo ángulo que la mía.

Se me echa encima la hora límite para recogerme, así que tomo el camino más rápido de regreso, por O’Donnell, Doctor Esquerdo… Muy pronto, espero, sin limitaciones de horario.

Una ruta corta, pausada, diferente, pero que ha merecido la pena. Mañana más.

 

Rodaremos separados pero no solos

Vámos, vámos, un poco más

El poder volver a coger nuestras bicicletas y pedalear sintiendo el viento y el sol en la cara han conseguido que la sangre fluya de manera diferente por nuestras venas.

No se vosotros, pero yo siento con más fuerza las ganas de retomar las Rutas MTB de AlfonsoyAmigos, de volver a estar juntos, de sufrir juntos, de alcanzar nuevas metas juntos y por supuesto, de reírnos muchas veces juntos.

Ya habrá tiempo de lamentar la tormenta inoportuna, los calores insoportables, los caminos mal conservados, los montes agrietados y las rutas trazadas por el mismísimo diablo.

Pronto, muy pronto, compartiremos paisajes y recorridos aunque tengamos que mantener las inevitables distancias de seguridad y reprimir esos abrazos que tanto echamos de menos.

Guardad como oro en paño aquellas fotografías en las que un grupo arracimado de amigos apenas dejaba adivinar el paisaje, imágenes que tardaremos en poder volver a captar.

Muchas cosas van a cambiar, pero estad seguros...

Rodaremos separados pero no solos

 

AlfonsoyAmigos avanza hacia el reencuentro

La alegría "va por barrios"

El número de vecinos empadronados por municipio les ha permitido librarse muy pronto de horarios perversos para salir a hacer deporte y disfrutar de la naturaleza.

Los madrileños nos quedamos, sin embargo, envidiando esa libertad que a nosotros se nos niega por ahora, quizá porque deseamos con más ansias aquello de lo que se nos priva.

Desde hace unos días y a través del WhatsApp nos llegan al Grupo selfis de los amigos afortunados que han iniciado la "nueva normalidad".
Vuelven a recorrer con sus bicicletas sinuosos senderos, a atravesar verdes y floridas praderas, a vadear arroyos de alegres saltos de agua y los más atrevidos incluso atacan ya los primeros repechos duros que las piernas les ha permitido.

Son lugares visitados muchas veces por AlfonsoyAmigos, que reconocemos y añoramos, que nos recuerdan lo que muy pronto podremos volver a disfrutar "juntos"... viéndonos al menos las caras.

Este domingo y sabiendo que está concedida la apertura de la Casa de Campo de Madrid, (aunque de momento seguirán las limitaciones horarias), algunos ya hemos ensayado recorridos y hecho cálculos del tiempo necesario para, partiendo de casa, encontrarnos frente a frente durante unos minutos, compartir algún breve recorrido (con las debidas distancias de seguridad) y conseguir regresar a casa antes de las 10.

Poco a poco amigos, cada día cambian las normas, las restricciones, pero seguimos avanzando. Con paciencia, para que el destino, por un exceso de confianza mal entendido, no nos obligue a dar más pasos atrás que aquellos necesarios para tomar impulso en las nuevas rutas de AlfonsoyAmigos.

   

AlfonsoyAmigos Volverá, sin haberse ido nunca

Cuando estamos a las puertas de podernos reunir de nuevo...

Nos viene a la memoria el estribillo de esa canción del Canto del Loco, donde dice “Y sigo sintiendo, te echo de menos, que acabe mi soledad, volverá, te juro que volverá….”

Crónica: Luis Ángel 

Y es que es cierto que aunque se empeñen en decir que la vida cambiará por esta pandemia que estamos sufriendo y que permanecerá entre nosotros algún tiempo, todos somos conscientes de que volverán muchas cosas a nuestras vidas, con ciertas dosis de prudencia, pero al fin y al cabo volverán muchas de ellas. Y en AlfonsoyAmigos habrá cosas que no cambien y que volverán.

Volverán esas convocatorias, donde se despierta la ilusión en una nueva jornada para pasar un día con aquellos que te acompañan domingo tras domingo.

Volverá ese encuentro en el Paseo Rivera, convertido ya en “meeting point" habitual de AlfonsoyAmigos y ¿por qué no? en cualquier otro punto de inicio. Y allí estará presente la alegría de encontrarte con ese grupo tan especial que hace de cada ruta una jornada inigualable.

Volverán esos inicios de ruta, donde cada uno es consciente de todo lo que acontece, que la organización y planificación de la ruta, de los trayectos, son parte del día para hacer que todo transcurra sin lugar a la improvisación.

Volverá a rodar ese grupo compacto, que a tramos se puede separar, pero nunca, nunca, se rompe. Un grupo unido en su modo de sentir las rutas y que ya tienen su propia forma de entender que se empieza juntos y se acaba juntos.

Volverán esas fotos, de grupo o individuales, con anécdotas, risas, comentarios que hacen que todo ello certifique un día como cualquier otro domingo, pero tan genuino como ninguno.

Volverán esos senderos, valles, pantanos, vistas, en definitiva todos esos paisajes que nos muestran que montar en bici de esta manera y rodeados de esta naturaleza es un privilegio del que SI somos conscientes.

Volverán esos momentos, en los cuales un pequeño desfallecimiento, avería o cualquier inconveniente te hagan pensar: "Tranquilo, no estoy solo, estoy con un grupo cuya seña de identidad es la amistad y el compañerismo".

Volverán esos duros repechos, puertos y momentos de mucho sufrimiento. Y también aquellas bajadas, dificultades y caídas, que nos recuerden que bajando también se sufre.

Volverá aquel sentimiento de finalización de ruta, donde el sabor agridulce de haber acabado y de que se haya acabado la jornada, sea un sentimiento de gran satisfacción.

Volverán esos abrazos de final de ruta, que levantan acta de una jornada irrepetible y que da lugar a pensar en una nueva, en otro domingo… cada vez más cerca.

Estos abrazos, hoy por hoy tendrán que esperar pero el espíritu de los mismos estará tan presente como siempre.

Exacto, 10 puntos que resumen lo que es AlfonsoyAmigos, un grupo sobresaliente.

Pero como este grupo se supera aun incluso por encima de la máxima nota posible, todavía queda algo más:

Volverán esas crónicas que resumen siempre fehacientemente todos y cada uno de los 10 puntos anteriores, que levantan acta de lo que fue una jornada, de lo que es este magnífico grupo de personas y amigos, y que da paso inmediato a pensar en la próxima ruta, en el próximo desplazamiento o viaje... en definitiva, en la próxima aventura de bici, amistad y naturaleza.

Y cuando las semanas van pasando nos invade esa mezcla de nostalgia y esperanza, pero amigos como me habréis oído muchas veces, lo mejor está por llegar. Y además, sabiendo de lo que este tiempo nos ha privado, volveremos con más fuerza, con más ganas, con más ilusión. Si, con más incluso que las que ya tenía de por si AlfonsoyAmigos.

Nos quedan estas últimas semanas, estos próximos domingos en los que algunos nos podremos ir viendo aunque para la reunión definitiva de todos todavía habrá que tener un poco de paciencia, pero sabiendo que tras esas jornadas, AlfonsoyAmigos… volverá.

Un abrazo amigos, sabed que ya estamos casi arriba de ese puerto que empezamos a subir hace ya 70 días. Mucho ánimo y mucha fuerza, la misma que habéis, que hemos tenido siempre.

Ahhhh… y Volverá la Fiesta del Capó.