A la hora de mantener la Bici de Montaña hay trucos que son eficaces y ahorran tiempo y dinero. Además, hacer tu propio mantenimiento ayuda a saber reparar averías en ruta
Remitido por: Ernesto Alonso
Los
practicantes de la BTT (me gusta más Bicicleta Todo Terreno que Mountain Bike)
sabemos que es un deporte que requiere de muchos componentes Se necesita bici
(imprescindible, jeje), calzado con
calas, calcetines, culot, maillot, camiseta térmica, chaquetilla, chubasquero,
guantes, gafas, mochila, casco, GPS… y más elementos que no me vienen ahora a
la mente. Muchos hemos tardado varios años en hacernos con el equipo necesario
y… cuando crees que ya tienes de todo, hay que empezar a reponer porque las
cosas se desgastan o surgen otras nuevas o mejores.
A esto hay
que añadirle las revisiones de nuestra preciada bici. Tan preciada que muchos
le ponen nombre. Las bicis de todo terreno sufren más que las de carretera por
razones obvias y porque tienen más componentes como amortiguadores, ruedas sin
cámara o tijas telescópicas que requieren más mantenimiento. Además los
practicantes del ciclismo solemos ser un poco maniáticos con la bici, todo
tiene que estar perfectamente ajustado pues cualquier ruido nos provoca
desconcentración en esa subida tan dura y cualquier problemilla con un
amortiguador, tija, freno o rueda creemos que nos va a lastrar y nos puede
arruinar una ruta.
Pero llevar
la bici cada poco al taller para ajustarla puede salir por un ojo de la cara o
supone pérdida de mucho tiempo o que no la tengan para el domingo cuando la
necesitas. Tarde o temprano el que monta con regularidad está condenado a
aprender a hacer el mantenimiento de su máquina. Además esto ayuda a saber
solucionar problemas que te pueden sacar de apuros en una ruta. Es importante
poder volver siempre encima de la bici sea cual sea la avería.
En mi caso,
y en el de otros que conozco (¿verdad Toño?), se añade el componente del placer
de hacer las cosas por ti mismo, el famoso ‘do it yourself’ de los
anglosajones. Alguna vez he comentado con algún compañero que disfruto tanto
‘tubelizando’ una rueda o ajustando un cambio como en la ruta del domingo.
Con el ánimo
de compartir lo que he ido aprendiendo estos años he aquí algunos remedios
caseros que muchos ya conoceréis… o no:
1.- Limpieza.- Empezamos por lo más básico pero
no por ello menos importante. Atención, aunque se moje la bici no encoje, y la
limpieza es fundamental para que funcione bien. Sobre todo es conveniente
llevar la transmisión bien limpia. Aquí la secuencia que hago: chapuzón inicial
con una manguera que no sea a presión para quitar barro y polvo; a continuación
echar desengrasante (a mí me vale el del súper)
en una brocha y pasarla por los piñones, cadena y desviadores dando a los
pedales hacia atrás; mientras actúa el desengrasante limpiar toda la bici con
una esponja con agua y lavavajillas (si,
el de los platos) y quedará como nueva; luego aclarar otra vez con una
manguera con agua y terminar secando con un paño.
Antes de salir no olvidar engrasar de nuevo la cadena y echar un poco de aceite de silicona a la horquilla y amortiguador. La transmisión y la amortiguación durarán mucho más tiempo y funcionará mejor.
Antes de salir no olvidar engrasar de nuevo la cadena y echar un poco de aceite de silicona a la horquilla y amortiguador. La transmisión y la amortiguación durarán mucho más tiempo y funcionará mejor.
2.- Ruedas
sin cámara o tubeless.- Evitan
pinchazos y permiten rodar con presiones más bajas ganando seguridad y tracción
pero requieren un alto mantenimiento y es caro.
El primer
problema es talonar la rueda: se necesita aire comprimido. Si no tienes compresor
en casa (como Chicho) puedes
hacértelo tú mismo con una botella de refresco gaseoso de 2L reforzada con
cinta aislante, dos válvulas de dos cámaras viejas y un tubo de plástico. Metes
aire con el inflador de pie y lo dejas salir de golpe por la válvula de la
rueda. Puedes ver un compresor casero en la foto, con él he talonado varias
ruedas. Te ahorra el viaje a la gasolinera.
Otro
problema es el líquido anti-pinchazos: sólo se necesita látex (4/5€ el medio kilo) acrílico o vinílico
(del que se adquiere en cualquier tienda
de bricolaje o pintura y no decir que es para hacer liquido anti-pinchazos o te
tomarán por loco), agua al 50%, un chorrito de anticongelante y un poco de
pimienta molida. Llevo años rodando con este líquido. Sólo me ha fallado cuando
lo he dejado secar por descuidado.
3.- Alimentación.- En rutas largas puedes terminar
con dolor de barriga si tomas muchos geles para mantener la energía. Solución:
barritas caseras. Se necesita para 12 unidades: 100g de dátiles sin hueso, un
par de plátanos, 100g de nueces peladas, 50g de coco rallado, 100g de copos de
avena, un pellizco de sal y otro de canela. Se bate todo (uso una máquina de cocinar que tengo en casa) y se hace una pasta a
la que se da forma antes de meter ½ hora en el horno a 180º. Te sorprenderás con
el resultado. Si eres goloso échale chocolate derretido por encima cuando estén
hechas. Para los escépticos, he aquí sus propiedades:
* Son ideales
para tomar durante el ejercicio físico en actividades de larga duración, de
mínimo 1½ horas. Equilibradas en aporte de hidratos de carbono complejos y
simples, lo que significa que en un momento determinado de la actividad puede
ayudar a conseguir un plus de energía rápida.
* Aporta
diferentes aminoácidos esenciales que contribuirán a la contracción muscular y
a la reparación de las fibras musculares rotas durante el esfuerzo físico.
* Gracias a
las nueces y al coco rallado, tienen mucho ácido graso Omega-3 lo que les da un
gran poder antioxidante, cosa que amortiguará el efecto perjudicial de los
radicales libres sobre el músculo, evitando la sobrecarga muscular y
retrasando, por tanto, la fatiga. Además la canela molida le da un sabor
muy apetecible a la barrita.