En pleno verano, con las temperaturas altas… y AlfonsoyAmigos apenas verá hoy el sol en su ruta MTB
Recordando al querido Félix Rodríguez de la Fuente: “En tiempos históricos España fue un paraíso forestal. Un águila imperial, la reina de las aves de nuestros bosques, hubiera podido sobrevolar la península ibérica sin dejar de sobrevolar un infinito manto verde“
Para este domingo me
había propuesto un reto: Diseñar una ruta por las cercanías de El Espinar y San
Rafael, pero no para sobrevolar el municipio como águilas, sino para recorrer
muchos de sus múltiples senderos a buen recaudo del ardiente sol… y a fe que
casi lo consigo al 100%
Hoy nuestro punto de
encuentro se fija junto a las piscinas municipales de El Espinar, en el ya archifotografiado
“paseo de las bolas”
Acudimos: Ángel, Chicho,
Fernando, Forlán (el duende del arbusto),
Galo, Jesús, Juan, Luis Ángel, Nati, Pawel, Rafa Echeverría, Santi, Toño, Alfonso
y se nos unen por primera vez José María y Rafa, a los que damos
la bienvenida.
Ausentes algunos amig@s
que ya se han tomado las merecidas vacaciones, otros con compromisos
familiares, alguno que trabaja en verano más que en invierno y alguna bici-osa
que se ha quedado entre sábanas pero hubiera dado cualquier cosa por
acompañarnos. Tranquilos todos, que pronto volveremos a estar juntos dando guerra.
La mañana se insinúa
calurosa, pero sombras y agua no nos van a faltar y el paisaje se ofrece más
verde de lo habitual para esta época del año.
Cuando iniciamos la
marcha tomando la Vereda de Santa Quiteria junto al cauce del Arroyo Boquerón,
más de uno se temerá que tengamos que afrontar los duros repechos que conducen
a la Dehesa de la Cepeda o al inicio del Camino del Ingeniero, pero esa será
una historia que contaremos en otra ocasión.
Hoy, giramos a la
izquierda para bordear los Prados de la Vieja y la zona de prados y seguir
senderos en un sube y baja continuo y divertido por el que vadeamos varios
pequeños arroyos.
Estamos al principio y ya
es difícil mantenernos juntos sin perder rueda, pues cada cual tiene diferente
habilidad para superar los tramos más complicados y se van dejando espacios. Hoy tal vez haya habido
más paradas, breves, pero solamente para reagrupar.
Nos metemos en zona de
robledales y también de fieros cardos que nos castigan las piernas, pero
nuestras ruedas parecen haberse librado del ataque sin que hayamos tenido que
parar por ningún pinchazo. Solamente por una válvula que se empeñaba en silbar
alguna canción desconocida que ni Luis Ángel lograba adivinar.
Alcanzamos el Camino del
Ingeniero en duro ascenso, por sendero más habitual para disfrutar en bajada de
regreso a casa, pero es lo que hay. Agrupamos y acaso nos gustaría charlar con el
ingeniero que hizo el primer trazado del camino.
El ritmo es vivo y se van
solventando los obstáculos con habilidad. Juan tiene problemas con su cambio,
que actúa por cuenta propia y a su antojo, pero prefiere continuar sin parar a
poner remedio… ya le conocemos.
En alguna zona complicada,
ya conocida por todos y que invita al reto personal, todos lo intentamos y
varios compañeros acabarán "haciendo un Luis Ángel” (frase con copyright), hasta lograrlo para
diversión del resto.
Al llegar a cruce con
desvío hacia el refugio de Peña la Casa,
Fernando intenta remonte complicado y lo va consiguiendo, pero su máquina
parece revolverse, hocica y le hace caer. El golpe ha sido duro pero como a
cámara lenta. Sentado sobre una piedra se recupera del susto y pronto acude
Nati con el agua milagrosa o tal vez el bálsamo de fierabrás del que no nos
cuenta los ingredientes pero que resulta ser mano de santo (o de santa) para Fernando.
En ausencia de Barri,
amenizador habitual de ruta, el duende del arbusto hace su aparición en estos
bosques y con su tono peculiar asusta a propios y extraños, incluidas varias
lagartijas que huyen despavoridas; las vacas se espantan a su paso.
La Fuente de la Majada y
la de la Majada del Brezo nos ofrece más agua de lo habitual pero de momento no
precisamos reponer. Al amparo de los árboles la temperatura es agradable y
solamente aumenta por el esfuerzo realizado.
Poco más adelante ya
iniciamos complicado ascenso, siempre por senderillos más propios de
andarines y sorprende ver como hay compañeros que con desparpajo afrontan y
consiguen la remontada. ¡Bravo por ellos!
Por mi parte y como creo le ocurre a otros, me conformo
con superar lo que puedo con mucho esfuerzo y comprobar que supero tramos antes
no logrados.
La valla alambrada nos
anuncia que saltamos a la provincia de Ávila, que nos da la bienvenida con la
Boca del Infierno. ¡Uy qué miedo!
Las praderas presumen de hierba
alta y esponjosa en las que se hunden las ruedas y endurece el avance y tras
ellas, un fuerte repecho que todos superamos antes de tomarnos un descansito.
El único tramo de pista
que hoy cogemos nos acerca primero al desvío que, en otra ocasión tomaremos Chicho, hacia la Cruz de Pedro Álamo
y después hacia el Collado de las Lagunas con las dos lagunillas grandes que hoy
todavía conservan bastante agua.
Unas fotos, un mini vídeo
mandando mucha fuerza y energía a nuestra amiga Eva y reemprendemos la marcha.
Nueva zona pestosa en la
que luchas con cada pedalada por avanzar y volvemos a juntarnos junto a la
cotera que nos devuelve a Segovia y al inicio del Camino de las Municiones que
encontramos en muy buen estado de revista.
De haber venido Fer… ya
le habríamos perdido de vista en los primeros metros y no le van muy a la zaga
Galo, Juan y Toño. Vuelvo a sorprenderme superando zonas de siempre complicadas que ahora parecen haberse suavizado.
A nuestro nuevo amigo Rafa
se le empieza a quejar una pierna por el trato recibido, pero aún nos queda
recorrido. ¡Aguanta y disfruta del descenso!
Hasta la fuente y Refugio
de los Arteseros camino de San Rafael, giro en 180º y nos volvemos a alejar
disfrutando del sendero, del zigzagueo continuo, a pesar de que en esta zona el
terreno ya no está tan limpio (cortas y
consecuencias de los temporales pasados).
Descendiendo nos volvemos
a cruzar con el Camino del Ingeniero que nos invita a tomar dirección a El
Espinar… pero Toño ve que estamos disfrutando y que según su reloj de arena aún
estamos en la hora octava romana, por lo que nos invita a girar de nuevo hacia
San Rafael… “estoy empezando a marearme”.
Cuando llegamos junto a
la fuente de Peña Morena ya empieza a haber algunos extravíos, apenas
completaremos 32 kms en total pero algunas piernas ya se resienten. Ha llegado
el momento de coger sentido retorno, pero no faltarán senderillos divertidos
que recorrer.
Abrazos, felicitaciones y
los más afortunados unas cervecitas para aclarar el gaznate. El resto… “pa
casita” con la cara de tonto de siempre de final de ruta... Ah y creo que hemos ganado el reto al sol.
¡¡EVAAAAAAA!!! Ya mismo con nosotros y vas a regresar con
tantas ganas que no habrá quien te pare. El besazo más gordo y el abrazo más cariñoso de parte de todos.
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