Arroyos de la Sierra de Guadarrama

El Río Eresma

Fotografías: Fernando López 

Aunque solo sea por afinidad, deberíamos saber que la Sierra de Guadarrama es divisoria de aguas de dos grandes cuencas: al sur la del Tajo, y al norte la del Duero. A su vez es la divisoria administrativa entre las comunidades de Madrid y Castilla y León.

Hoy nos interesa el río Eresma, que pertenece a la cuenca hidrográfica del Duero, y nace en la vertiente Norte del Parque Nacional de la confluencia de varios arroyos:

Minguete que nace en el Montón de Trigo, arroyo Del Puerto de El Paular que nace en el Puerto de Cotos y el arroyo del Telégrafo que nace en las inmediaciones del Alto del Telégrafo y Umbría de Siete Picos.

En la cabecera del río Eresma destacan los arroyos: Siete arroyos, Collado de la Flecha, Chorro Chico, Chorro Grande (que AlfonsoyAmigos visitará en breve), La Chorranca, Peñalara, Dos Hermanas, del Infierno, de El Paular, del Telégrafo, Ventoso y Minguete.

También destaca el río Frío, o río de La Acebeda que nace en la ladera opuesta al paraje denominado Ojos del río Moros, uniéndose más abajo con los arroyos de Los Horcajos y Cereceda.

Rincones muy conocidos para AlfonsoyAmigos.

El río Moros, protagonista tras las lluvias torrenciales de no hace muchas fechas, es el afluente más importante del Eresma, de los que nacen en la Sierra de Guadarrama. Nace en los Ojos del río Moros, en la localidad de El Espinar. Se trata de un manantial localizado en la vertiente sur a los pies del Montón de Trigo y al oeste de Cerro Minguete, que al unirse con arroyos como el de los Ojos, Tirobarra, del Patarro, Los Horcajos y del Tejo originan el río Moros.

¡Cuantos nombres familiares! ¿verdad? 

Volvemos al Río Eresma que en su parte alta es conocido como Valsaín y en otros tiempos como Río Areva.

Es precisamente este tramo el que recorrió en muchas ocasiones el rey Carlos III portando su caña de pescar en busca de truchas. Tal fue su afición que mandó construir una fabulosa calzada que convirtió una labor ardua en amable pasatiempo.

Y aquí es a donde AlfonsoyAmigos dirige su brújula en esta ocasión tal vez no tanto para rodar con la bicicleta como la semana pasada como para disfrutar de un precioso entorno cargado de belleza e historia, Las Pesquerías Reales.

Domingo 12 de Marzo

Lugar de encuentro: Aparcamiento junto al Embalse del Pontón Alto

Hora de inicio de ruta: 9,00

¿Te la vas a perder?

El Último Trayecto: Clara

Apeadero de San Rafael

Relato: María Jesús Maricalva

Fotografía: Alfonso Fdez.

Ahí estaba ella, como antaño lo estuviese, sentada en aquel Apeadero ahora decimonónico y decadente.

Sus manos temblaban mientras sus ojos, empequeñecidos por los muchos años que ya llevaba a cuestas, se llenaban de lágrimas a golpe de recuerdos.

Aquel retrato en sepia se había convertido en su compañero de viaje. Era, para Clara, la puerta abierta hacia los recuerdos, hacia ese ayer que liviano se columpiaba llenando su párvula existencia de días inciertos, contados... por su ya longeva edad que se inclinaba al pasado porque el presente le recordaba que el futuro ya no existía, que podía truncarse en cualquier momento.

El frío aire de la sierra se incrustaba en sus ya desgastados huesos pero eso era lo que menos le asustaba. Ella, a quien temía, era a aquella dama de oscuro que con su guadaña anunciaba el final de una vida tan intensa de emociones, experiencia, recuerdos...

Un tren pasaba de largo por aquel Apeadero de San Rafael que antaño viviese sus mejores momentos de gloria, algarabía, alborozo... y sintió cómo el corazón palpitaba con más fuerza mientras su mente de nuevo viajaba al pasado, a aquellos años en que la estación estaba abierta y la cantina repleta de pasajeros que se detenían a tomar aquella leche merengada que ella servía con la mejor de sus sonrisas.

 
Cerró los ojos, asió aquel retrato contra su pecho y dejó que el ayer volviese de nuevo a su vida.

La soledad, el frío de un noviembre que anunciaba inviernos crudos, intensos... tornóse en esos instantes en primaveras y veranos en blanco y negro.

Ahí estaba ella, de mocita, sonriendo, antojándosele la vida luenga y no efímera, como lo era realmente ahora, en el ocaso de esa vida que sigilosa se columpiaba entre dos mundos: el vivido y el que restaba para partir en ese viaje con billete de ida pero sin vuelta...

El ruido del silbato del tren se confundía con el de la chiquillería que aguardaba impaciente en ese apeadero lleno de vida, ingente trasiego y... allí estaba ella en su lozanía, con aquella falda a cuadros y la más bella de sus sonrisas. Sus ojos no tenían arrugas, sus manos no temblaban, sus piernas lucían hermosas, esbeltas, ligeras...

--- Clara -le decía su hoy hipotecado e incierto- Un día fuiste joven pero el tiempo no pasa en balde para nadie. Recuerda, somos aves de paso pero con un equipaje cargado de reminiscencias que nos acompañarán hasta el postrero viaje.

No, se decía. Ahora no soy Clara, sino Clarita, aquella joven inquieta, dicharachera, sonriente y con demasiados sueños por cumplir...

El amor de juventud se detuvo de nuevo. Ahí estaba Rafael, frente a ella, sonriendo mientras sus palabras eran caricias para su alma y su mirada ese soplo de vida que se escapaba.

--- Eres tú, lo sé. No eres un sueño. Puedo sentir tu aroma, tus caricias, abrazos, besos...

Se sintió ligera, aliviada, transportada a ese oasis de magia, de sueños... del que no quería despertarse nunca para no sentir que el tiempo es humo, etéreo, quebradizo, efímero, incierto...

Empezaba a nevar y aquellos copos níveos, virginales... cubrían de blanco el asfalto y ahí, en ese banco de piedra al albur del tiempo, Clara dormía plácidamente, para la eternidad, pero con una sonrisa asomando en sus labios mientras aquel retrato en sepia se aferraba a su pecho...

©® María Jesús Maricalva

Rally de Galapagar estilo AlfonsoyAmigos

Raro, raro, muy raro llegar a vivir convocatoria en la que se oiga a Ferluy decir: “Si llueve no salgo”.

Allí estamos todos en el punto de encuentro, bueno casi todos, pero el desconcierto flota en medio de la niebla matutina y de una lluvia menuda que no cesa.

¿Estará cansado nuestro amigo de su ascenso al Refugio de la Salamanca?, ¿le habrá cogido miedo al agua como los gatos?, ¿se habrá bañado ya esta semana…? Dudas existenciales.

Llovía algo en Madrid esta mañana y mucho en San Rafael y El Espinar. Cabía pensar desde temprano que acabaríamos “pasados por agua” tal que huevos, o re-desayunando juntos antes de volver a casa.

Las nubes se cerraban y se abrían en un juego permanente de “ahora llueve, ahora no llueve”. Parecía que nos incitaban a arrancar para después pillarnos desprevenidos y jarrear, pero no sabían que este grupo era el de AlfonsoyAmigos.

Si hubo cualquier atisbo de duda antes de iniciar la marcha se disipó inmediatamente. Nadie pareció secundar la propuesta de “hasta la semana próxima”.

Con apenas un leve chirimiri el grupo se pone en marcha y allá que vamos: Andrés, Ángel, Chicho, Eva, Ferluy, Juan, Luis Ángel, Luis Ángel JR., Pawel, Samuel, Santi, Toño y Alfonso

Nuestro encargado de la contaduría parece haber perdido las buenas costumbres, pero volvemos a ser 13. ¡Qué suerte!

Nos hemos propuesto realizar el recorrido del Rally de Galapagar 2017 una semana después de su celebración, pero al ritmo de AlfonsoyAmigos. Sabíamos que nos esperaban más de 1000 metros acumulados de desnivel, casi 65 kilómetros a recorrer y tramos muy duros…, pero no había reparos. Allí estábamos dispuestos a todo.

Luis Ángel con sobrecarga lumbar pero aguantará valiente hasta el final. Ángel pensando en que el Atlético juega a las 16,15 pero no se quiere perder esta escapada. Chicho cogiéndole gusto a eso de madrugar y Samuel que ya llega caliente por haber salido de casa en bicicleta.

¿Qué pasa con esos compañeros que últimamente no se dejan ver? ¿Vamos a tener que pasar lista y empezar a poner sanciones por ausencia reiterada?... Advertimos que podemos ser muy duros.

Pedaleamos unos 7 kms hacia Galapagar al encuentro de donde la semana pasada estaba la línea de meta y acabamos cruzando la población dirigidos por Chicho que se desenvuelve en esta zona como en el pasillo de su casa.

Los GPSs anuncian que ya hemos retomado “ruta oficial” y se rueda a ritmo vivo. Todavía no han empezado las cuestas, bueno sí, pero en rápido descenso. Perdemos nivel a mucha velocidad y no será la última vez.

Estamos en pleno Parque Regional del Río Guadarrama, bajando en paralelo al Arroyo del Camino Viejo. Hemos perdido casi 300 metros de desnivel en pocos minutos.

El giro a la derecha nos anuncia que ahora sí que hay que subir. De eso se trata ¿no? Nos vamos al Cerro de la Osera y las piernas aún están frescas al igual que la mañana que se resiste a dejarnos ver el sol.

Ya estamos arriba ¡qué bien!... que bien que nos vamos para abajo de nuevo. Si esto fuera un parque de atracciones podría ser muy divertido pero a nosotros nos indica que tendremos que volver a subir.

Nos cruzaremos en un par de ocasiones con la Conducción del Embalse de Valmayor, puente metálico y ¡sorpresa!, a subir de nuevo. ¿Pero qué esperabas? Tranquilo, que ahora llega otro rápido descenso, por pistas muy rotas y con zanjas importantes provocadas por las aguas torrenciales, pero descenso al fin y al cabo.

Cuando llegamos junto a la pista de despegue y aterrizaje de la Escuela de Vuelo de Villanueva del Pardillo es obligada parada para reagrupar. ¿Alguno se quiere apuntar a los cursos de vuelo?, Avioneta, parapente, globo, prácticas con drones… Creo que no.

Hay compañeros que en alguna bajada trialera han efectuado algún vuelo acrobático, pero de ahí no pasamos.

Tal y como nos avisaba Chicho y lo hubiera hecho Enrique “de haber acudido”, tenemos por delante duro ascenso de algo más de 5 kms. No hay posibilidad de recortar, pero tampoco queremos. Respiramos hondo, apretamos los riñones y a subir.

Pocas fotos tengo del recorrido de hoy, pero comprenderéis que con la rapidez de las bajadas no es aconsejable detenerse y en los duros esfuerzos mejor no romper el ritmo de marcha. No está uno como para sacar selfies.

Nos vamos a Valdemorillo y ya tenemos a la vista el Embalse de Valmayor que circundamos atravesando por las urbanizaciones de El Paraíso y La Pizarrera. Nuevos esfuerzos se entremezclan con descensos sinuosos y divertidos que nos ayudan a relajar las piernas.

Tenemos que cruzar un ramal del embalse (siempre complicado) y se me dijo que la semana pasada habían habilitado paso con troncos, pero los troncos no aparecen por más que los buscamos. Alguno se los ha llevado a su casa como mondadientes.

Nos veremos obligados a avanzar en zona muy complicada para cruzar, es un decir, por puente de piedra. El puente está protegido por alambrada metálica y por mucho arbusto espinoso, pero no nos queda más remedio que atravesar. Izando las bicicletas unos a los otros, ayudando a subir a los compañeros y más adelante a hacer lo contrario. Laboriosa labor que nos ocupa más tiempo del deseado y acumula minutos.

Ascenso por el Cordel de Valmayor y ya cogemos el sendero single con el que siempre disfrutamos,  ¡Un abrazo Fernandito!, hasta llegar junto a la pantalla del Embalse de los Arroyos.

Parece que ya quedan pocas fuerzas, pero sí las suficientes como para dar el último apretón antes de llegar a los coches.

Tras esta ruta, unos se animan aún más si cabe a realizar la Madrid-Segovia con sus 117 kms y otros decididamente renunciamos a ello.

¡¡MUCHAS FELICIDADES!!  a Ángel y Enrique por sus cumpleaños y enhorabuena a todos por el RUTÓN de hoy.

El montaje en vídeo de Toño

Este fue nuestro recorrido

Nos vamos a Galapagar y Valmayor

Si creíamos haber dejado atrás a febrerillo el loco, ahora nos encontramos con un mes de marzo que tiene auténticos problemas de identidad.

Estoy seguro de que marzo desea ofrecernos incluso antes del próximo día 20 (Equinoccio de Primavera), las temperaturas cálidas que se corresponden con el inicio de la primavera, pero hay algo en su ser que no le permite olvidar que también forma parte del invierno y que aún debe ser severo con nosotros.

Ya decíamos que la “naturaleza manda” y que el ser humano lo único que puede hacer es adaptarse. Para AlfonsoyAmigos, como ya apuntaba en comentario nuestro amigo Santi, todo consiste en ver las previsiones del tiempo y coger la equipación ciclista más idónea para el momento.

Refugio de la Salamanca
Foto: Ferluy

Ayer las temperaturas templadas parecían generalizadas y permitieron a nuestro amigo Ferluy pegarse una escapada en solitario para visitar el Refugio de la Salamanca, o lo que queda de el.

Refugio de la Salamanca
Foto:Ferluy

Pero para las próximas horas:

Frente frío por el norte, vientos fuertes, muchas posibilidades de que la lluvia se convierta en nieve en puntos más altos… ya tuvimos mala experiencia con nuestro intento de ascenso al Puerto de Abantos, pendiente de culminar este año, pero aún tendrá que esperar.

Y como no tenemos un calendario estricto que cumplir, abrimos el abanico de posibilidades, le damos un repaso y para este fin de semana nos decantamos por ruta bastante más rodadora que la de la semana pasada.

Cruzando el Embalse de Valmayor

El track que adjunto viene a decirnos que nos esperan por delante casi 65 kms. y tengo noticias de que la semana pasada algún salvaje (Jesús del Pino de Etapel Team) fue capaz de realizarlos en 2h. 10m. 53s. en el VI Rally de Galapagar. (XIX Rally de los Embalses)

¡Tranquilos!, que nosotros no lo tomaremos con más calma, tenemos toda la mañana.

Visitaremos muchos lugares ya conocidos, pero también descubriremos nuevos senderos para disfrutar y atacaremos algún ascenso inédito para AlfonsoyAmigos.

OJO, Variamos la línea de Meta y trasladamos la línea de Salida a nuestro punto habitual de Galapagar, en la calle Badalona.

El track que proponemos

Domingo 5 de Marzo de 2017

Lugar de encuentro: Calle Badalona en Galapagar (también aparece en Collado Villalba)

Hora de inicio de ruta: 9,00 (Se ruega llegar con tiempo para cumplir horario).

¡Ah!, me dicen que aún no has visto la última super-producción cinematográfica de Patrick and company. 

No te lo pierdas