El Collado del Rey
La Semana Santa llega a su
fin con el Domingo de Resurrección, cuando Cristo resucita después de ser
crucificado.
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| Junto a la Fuente del Aserradero |
Tras el Rutón del Viernes de Pasión, seguro que en más de un compañero surgieron las dudas de si las
piernas se resentirían con una nueva salida en apenas dos días, aunque el mayor
temor para los no segovianos era la posibilidad de pillar caravana de coches en
el regreso a casa.
Con todo y con eso, ganas
había de volver a compartir ruta con buenos amigos y en el punto de encuentro
han aparecido:
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| El Grupo de hoy al completo |
Andrés, Ángel, Belén,
Carlos, Daniel, Fernando, Ferluy, José, Juan Carlos, Luis Ángel, Luis Ángel
JR., Manolo, Paco, Toño, José Antonio, que se ha unido a nosotros tras
localizarnos por el Blog y Alfonso.
Hubo algún pensamiento de
adelantar la hora a las 8,30 pero tras ver la helada que ha caído por la noche,
se agradece el haber vuelto a quedar a las 9,00.
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| Duro ascenso hacia el Collado de Marichiva |
La consigna de hoy es
rodar lo más agrupados posible y sin aumentar demasiado el ritmo de marcha,
pues hay claro aviso de que conviene
reservar fuerzas para lo que está por llegar.
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Alfonso en plena escalada
Foto de Luis Ángel |
Abandonamos el casco
urbano de San Rafael hacia la estación de tren de Gudillos y claramente se ve
en las primeras pedaladas quiénes están más frescos.
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| Disfrutando del sol mientras se descansa |
En el pilón o Fuente del
Aserradero tendremos la primera parada de rigor, tan habitual cada vez que
marchamos por estos contornos. La zona acumula bastante agua. Los más frioleros
ya van entrando en calor, aunque a Belén le cuesta todavía dar temperatura a
sus manos.
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| Nieve al pie de La Peñota |
Se ven pieles de gallina
en algunos de los que portan culote corto. Yo sin embargo estoy encantado.
La puerta de Campanillas
nos da paso a la Garganta del Río Moros y José nos enseña paso que permite cruzar montado. Otros deciden izar la bicicleta sobre la puerta con
candado.
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| El Camino de Los Lomitos, habitual en ruta que nos conduce al Puerto de la Fuenfría |
Ya no hay pérdida, no hay
que salirse de la pista hasta llegar al pié del camino que conduce al Collado
de Marichiva.
El ritmo de pedaleo es
vivo pero permite charlar con el compañero.
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Pino Solitario o Pino de San Roque
Fotografía de Toño |
Algún relevo en cabeza,
algún amago de tirón, pero se mira atrás y se da tiempo para el alcance.
Cerca de refugio y junto a
explanada es otro lugar habitual para la parada, porque las vistas son
impresionantes y el sol se deja notar después de haber rodado por la umbría. La
foto es de obligado cumplimento y buen lugar para tomar algún alimento.
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| Toño cerca del Pino Solitario |
Ahí está, ahí está… les
digo a Manuel y José Antonio, que no conocen el lugar de partida del duro
repecho y les recomiendo que bajen el ritmo con el que pretenden ascender.
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| Carlos y Daniel |
No quiero equivocarme,
pero creo que solo Luis Ángel ha llegado a la cima sin poner pie en tierra. El
resto, en alguna ocasión han resbalado o tenido que detenerse para recuperar el
aliento.
Por tramos unos compañeros
adelantan a otros, para después volver a ser adelantados cuando se ven
obligados a parar. En cada adelantamiento, el que está detenido da alientos al
que sigue pedaleando y así se va repitiendo una y otra vez hasta estar todos
en el Collado, donde hay cruce de felicitaciones.
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| Al fondo el Alto de Guarramillas |
Puedo ver a Toño y alguno más
tumbado en la hierba. No sé si es cansancio o solo porque realmente se está de
lujo bajo el sol en una mañana que aún es ligeramente fresca. No será la última vez que le veamos de aquesta manera.
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Al pié de La Peñota
Foto de Toño |
Todos en pie, a la
izquierda la pista que nos acercaría hasta el Puerto de la Fuenfría pero
nosotros hoy vamos en sentido contrario y giramos a la derecha.
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| La Peñota a nuestras espaldas |
Suave brisa fresca,
paisajes que ya se merecen la ruta y una pista por la que se rueda bien y en
descenso principalmente. En algunos tramos la nieve se resiste a derretirse.
Alcanzamos el Collado del
Rey, nuestro principal objetivo de hoy y agradezco las exclamaciones de
admiración que se dejan oír.
Un buen rato para disfrutar de las vistas,
dejando La Peñota a nuestra espalda. El día está muy claro y se alcanza a ver
en la lejanía.
Les hablo del “pino
silvestre más grande de la zona”, claro que también es el “único de la zona”,
el Pino Solitario o Pino de San Roque, con más de 350 años de antigüedad y que se
encuentra a 1650 m de altura. Tiene unos 27 metros de alto y 6 metros de
perímetro, con unos 18 metros de ancho de copa.
Se cree que es el pino
silvestre más grande de España. Único superviviente de un gran incendió que
hubo en la zona a mediados del siglo XX.
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| Ferluy junto a pequeña represa del Arroyo Gargantilla |
Toño se acerca a
fotografiar el pino y yo fotografío a Toño cerca del pino.
Y ahora a regresar al
Collado de Marichiva, pero se deja notar que en este sentido tenemos que
recuperar toda la altura perdida.
José toma la delantera, no se detiene para
reagrupar, se despide y marcha en solitario de regreso a casa.
Desde el Collado
descendemos nuevamente hacia la vertiente segoviana. Esta vez por recorrido que obligará a poner los cinco sentidos alerta. Ramas, obstáculos
y una pendiente que intenta engullirnos a todos cuesta abajo.
Todos sanos y salvos
reunidos en la pista principal y aunque se baraja la posibilidad de regresar a
casa, finalmente se acuerda continuar por pista, pasar junto a sendero que nos
llevaría a los Ojos del Río Moros y comprobar que fluye abundante agua hacia los
embalses.
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| Belén |
Los pequeños arroyos fluyen a nuestro alrededor y se dejar ver y oír. Es genial como se nos muestra la naturaleza en estos días.
Giro a la derecha para
recorrer un kilómetro más en ascenso, que nos pone en pista de la Solana, donde
del primero al último dejamos rienda suelta a nuestras máquinas tirando de todo
el desarrollo de platos y piñones, que giran con alegría.
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| Juan en plena faena |
Nos reagrupamos en cruce con
GR y Fernando detecta pinchazo, única incidencia de hoy. Belén, con algo de
prisa, aprovecha para emular a José y regresar en solitario.
Sendero divertido en zigzagueo
y ya estamos junto al Puente Negro, que marca el inicio del ascenso que nos
lleva de nuevo a la puerta y la Casa Forestal de Campanillas.
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| Río Moros desde Puente Negro |
En este punto ya se
empieza a pensar en las cervezas y refrescos y el desenfreno es total, unos con
más calma y otros agotando en los últimos kilómetros las fuerzas que restaban en un pleno esfuerzo.
Se constata que a las
14,00 horas estamos en la puerta de Las Farolas, como si se hubiera planeado,
aparcando las bicicletas y felicitándonos por una ruta que ha encantado a
todos… eso al menos han dicho en público.
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| ¿A quién le preocupa el posible atasco de regreso a casa? |
Los buenos aperitivos que
nos ofrecen nuestros amigos de Las Farolas dan lugar a una segunda ronda de
refrescos y… las risas fluyen con generosidad.
Buena noticia que los que
se pusieron en carretera dijeron más tarde no haber cogido atasco.
No te pierdas el vídeo de Luis Ángel Jr. PINCHA AQUÍ.
