Es genial poder tender tu brazo y dar un empujoncito al compañero en aquellos
tramos en los que sus fuerzas le abandonan o empujarle de forma contínua en un
tramo largo con desnivel. El
espíritu de Alfonsoyamigos resumido
en un acto aparentemente simple.
Pero como bien dice Ferluy, no todos valemos para intentarlo salvo que queramos
correr el riesgo de acabar todos por el suelo.
Para poder ser voluntario en el “empuje”
tienes que tener varias cualidades, a saber:
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| Alfonsoyamigos siempre trata genial al compañero |
Generosidad, fuerzas sobrantes para regalar, habilidad para manejar tu propia bici con una
sola mano y unos reflejos excepcionales, pues el voluntario debe pedalear muy
cerca del compañero para alcanzarle con el brazo en su espalda y estar atento a
las irregularidades del camino y los extraños que pueda realizar el propio ayudado por su falta de fuerzas.
No basta con contarlo... hay que verlo e intentarlo para darse cuenta de su complejidad.
Pero hay otra circunstancia en la que SÍ
PODEMOS ayudar todos.
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| Alfonsoyamigos comparte la comida |
Dejemos que empujen los más habilidosos, los más fuertes, los mejor preparados; pero seamos capaces en ocasiones de sujetar nuestras ganas de correr, de disfrutar marchando en
cabeza (que ya habrá ocasiones), de
apretar porque tus piernas te lo permiten y... afloja la marcha, reduce el
ritmo de pedalada, deja que el resto del grupo se aleje y permite que los más
rezagados te alcancen, que te vean junto a ellos, a su ritmo, dándoles
conversación y ánimo.
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| Con Alfonsoyamigos nunca te sentirás aislado |
Si ya lo haces así habitualmente es que realmente has comprendido cual es el espíritu
de este Grupo. Si no... aún lo puedes lograr.
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