Alfonsoyamigos en Asturias
Situándonos
La grandiosidad de los Picos de
Europa ha dejado excesivamente pequeña el resto de la montaña cantábrica. El
despertar montañero en el Norte de España se debe ya en sus inicios a viajeros
que trasladaban su experiencia y conocimientos sobre Pirineos y Alpes, que se
adentraban en los macizos montañosos con un doble afán, conocimiento y
conquista.
Nota 1: Os recuerdo que pinchando en las fotografías las podéis ver más grandes.
Concentraban su actividad en
los Picos de Europa, quedando la Cordillera Cantábrica y el Macizo de Ubiña
como elementos olvidados.
|
Centro de Interpretación de Las Ubiñas y la Mesa |
Mientras que las primeras referencias
escritas sobre una actividad montañera en los
Picos de Europa datan de los
primeros años del siglo pasado, la referencia a
Peña Ubiña es una reseña de
1948 en la revista Torrecerredo editada por un grupo de montaña de
Gijón.
La Cordillera Cantábrica, que se
subdivide en Vasco-Cantábrica, Astúrico-Leonesa, y Galaica, tiene dos grandes macizos: Fuentes Carrionas y
Ubiña. El primero al norte de la provincia de Palencia y el segundo separando
León de Asturias con cimas próximas a los 2500 metros de altitud.
La altitud y
las formaciones de peñas, agujas y cresterías rocosas, dan a este núcleo visión
bien diferente de las montañas que lo rodean.
El núcleo central del macizo es
el más alto e impresionante, el que divisamos a nuestra izquierda al poco de
cruzar el Puerto de Pajares, o el túnel del Negrón si accedemos a través de la
AP66.
Para acceder a sus estribaciones
desde la vertiente asturiana llegaremos a través del valle del Rio Huerna.
Alcanzamos el pueblo de Campomanes 19km más abajo del Alto de Pajares o punto
de finalización de la Autopista del Huerna (AP 66) y tomamos dirección del
Puerto de la Cubilla 27km más arriba.
A 18km,
esta el pueblo de Tuiza de Arriba, donde se encuentra el Centro e Interpretación de las Ubiñas y la Mesa. Este pueblo ha sido siempre el punto de
arranque de la actividad montañera en el macizo.
Para nosotros este será el
punto de arranque de un recorrido que nos llevará a los pies de las grandes
cumbres.
Nota 2: En todas las fotografías aparecemos alguno de los ciclistas de esta aventura, pero en algunas ocasiones os costará localizarnos, perdidos en tan impresionante paisaje.
Recorrido:
Desde
Tuiza de Arriba 1201m
bajaremos a
Tuiza de Abajo 1080m y cogeremos la carretera que nos llevará al
Puerto de la Cubilla 1683m, 9km de subida continuada por las laderas de un
valle espectacular en el que el haya y los avellanos dan paso a la cotoya y al
brezo, con prados en el que las vacas aportan una nota del color en el paisaje.
Desde el
Puerto de la Cubilla
bajamos a la
Casa Mieres 1540m donde los ganaderos y tratantes se dan cita, y
en cuyo bar se pude tomar un suculento bocadillo.
En este punto, nos dirigimos hacia el pie de
Peña Ubiña cruzando vegas donde el ganado pasta y se mueve perezosamente a
nuestro paso.
Entre vega y vega hay un camino pedregoso y duro que nos recuerda
que nuestra bike es mountain.
Estamos dejando a nuestra izquierda la ladera
pedregosa inaccesible de
Ubiña la Pequeña, teniendo siempre frente a nosotros a
Peña Ubiña que con sus 2.417m es la cumbre más alta y emblemática de la zona.
El día es soleado y a estas alturas la suave temperatura permite avanzar sin
sensación de deshidratación y fatiga.
Cuando se alcanza el pie de
Ubiña
giramos a nuestra derecha para alcanzar tras una breve subida por unos prados
verdes y húmedos el
Alto Terreros 1938m, punto más alto de la ruta.
Desde aquí se divisa en todo su
esplendor el circo que forman las grandes cumbres, roquedales, agujas y
cresterías, en cuya parte inferior se encuentra el refugio del
Meizin 1545m,
lugar de encuentro de alpinistas y montañeros.
Este refugio permanece abierto
todo el año.
Son 400m de desnivel que ponen la
adrenalina a tope si se quiere bajar en btt.
Fernando Ferluy no se resiste
“pasa de pulsaciones” y decididamente se asoma al balcón subido en su máquina,
algunos montañeros exclaman “olé” y le aplauden.
Los demás, menos intrépidos,
un trozo a pie y otro sobre la bicicleta.
Iremos llegando al refugio por goteo, apenas viendo al compañero en cuanto se aleja unos cientos de metros.
En el refugio cambiaremos el agua de los bidones por otra más
fría.
Aquí los primeros abrazos, esto marcha muy bien.
Desde el refugio a
Tuiza de
Arriba, en un descenso muy habilidoso por caminos de vivas piedras, que obliga a ser muy cautelosos, pero en este puebo estamos dispuestos a apreciar la gastronomía de la zona en el
Centro de Interpretación de las Ubiñas y la Mesa.
Pero como somos disciplinados
hemos dejado para el domingo nuestra particular
Ruta de la Abuela.
Ruta en btt
de la Carisa, antiguo camino que cruzaba la cordillera cantábrica en época de
celtas y romanos.
Pero esto es otra historia.
Lo que cuenta Javier
Muchos asturianos tuvimos nuestra introducción
a la alta montaña en las montañas de
Ubiña.
Llevo más de cuarenta años acudiendo
de manera periódica a estos montes para subir a sus cumbres o a disfrutar de su
paisaje.
La espectacularidad de esta zona y su fácil acceso te permite
disfrutar de un entorno impresionante en salidas de una sola jornada.
Hace unos meses, buscando rutas
para mountain bike por la
Cordillera Cantábrica, localicé una ruta circular que
se interna en el macizo al pie de las rutas de escalada, lugares donde son los
menos los que acuden.
|
Alto Terreros - 1938 m - punto más alto de la ruta |
Las cañas y calditos del largo
invierno, no se si en
La Típica o en
Las Farolas, sacan conversaciones dispares.
En una de estas comenté que había localizado una ruta en uno de los sitios mas
impresionantes y bonitos que conozco,
Ubiña.
Nadie lo conocía, así que
localice un blog con una ruta y envié el enlace a los “Fernandos” y a Alfonso,
pensando que si la propuesta iba acompañada de una buena fotografía quizás un
año de estos se animaban.
Para mi sorpresa, hace poco más
de un mes salió el tema, restaba encajar una fecha, así que sin más
conversación quedamos para el primer fin de semana de agosto.
El miércoles de
la pasada semana cerramos día y hora, olvidándonos de unas previsiones de la
meteo que pronosticaban agua para el sábado y buen tiempo para el domingo.
Al igual que pasa en
El Espinar,
el microclima puede jugar buenas y malas pasadas.
En este caso, tras el recibimiento
del viernes tarde-noche lluvioso y frio, con una niebla que se cortaba a
cuchillo, nos pedía olvidarnos de salir el sábado.
Pero como expertos en
microclimas, a las 7.30h am ya estábamos en pie con un tiempo que no acompañaba
en
Asturias y un cielo azul hacia
León.
Con la nueva equipación salimos en
coche hacia
Tuiza, y aquí el cielo ya invitaba a coger la bicicleta aunque las
cumbres seguían tapadas.
¡
Joder como destaca el maillot y
qué bonito se ve!
Venga a rodar y a
reírse que tenemos horas por delante para disfrutar.
Alfonso –quietos, quietos,
que hay una foto fantástica-, se pone el trípode, se quita, ahora un contraluz,
luego una foto a los cardos azules de la zona, mas tarde vacas y roquedales.
De
hecho, hay vacas que parecen pegadas al “prau” para que no se caigan.
Los primeros kilómetros hacen
explotar los sentidos, pero es tras llegar a los pastos de verano de la
Casa
Mieres cuando uno ya se introduce en la alta montaña, donde espero que se
muestre toda la singularidad de la ruta.
Como a mí me pasa cada vez que vengo a
estas zonas, quedan sorprendidos, impresionados por el entorno,
parecemos nada ante algo que se hace tan
inmenso.
La bajada hasta el refugio de
Meizin,
es la guinda de la ruta.
Una impresionante ladera con tremendo desnivel, en la
que se pierde prácticamente toda la altura ganada en la ruta.
Como en este año nos han
acompañado los sustos, creía que no íbamos machote alguno. Pero Ferluy sale en picado, con dos…., y Alfonso cuando ve como
baja Ferluy no se quiere quedar a la zaga.
Apenas unos puntos en la inmensidad
de la falda de la montaña.
Por mi parte que deciros, disfrutando con verles -que
estilazo-, se van alejando dos balas rojas.
Nos encontraremos para brindar con
los bidones en la fuente del refugio.
Solo resta bajar a
Tuiza y volver a
hacerlo con cerveza.
La adrenalina nos mantiene eufóricos.
Alfonso: Si no estáis reservando ya billete para el próximo año es que no sois auténticos bici-osos.