Después de madrugar más de lo habitual, a las 7,10 de la mañana ya estaba recogiendo a Galo con mi coche, junto al Ayuntamiento de El Espinar. Él llevaba ya unos minutos esperando.
Mientras viajamos, la conversación es amena y será igual unas horas más tarde al regresar a casa.
Con tiempo de sobra llegamos a
Palencia y aparcamos junto a la Estación de tren y de autobuses. Mientras Galo
se pone su equipación, yo aprovecho para tomarme un café y unos churros, el
peor de mi vida... ¡qué malo!
Javier “AmerBik”, nuestro
anfitrión y sus compañeros llegarán a los pocos minutos.
Con AmerBik |
Ya todos juntos y tras los
oportunos saludos, tomaremos tren hasta la localidad de Frómista, lugar de
inicio de nuestra ruta.
A partir de aquí, creo que será
mejor que las fotos den cuenta por si mismas de la ruta que hemos llevado a
cabo.
Señalar que, aunque apenas existe
desnivel en el recorrido de 40 kms realizado, la pista que seguimos es pedregosa en
su mayor parte y en esta ocasión el terreno arcilloso estaba especialmente
pegajoso después de las lluvias de los dos días anteriores.
Estas circunstancias te obligan a mantener el pedaleo continuo, sin darte ocasión de detener el ritmo, salvo que tengas intención de pararte.
Estas circunstancias te obligan a mantener el pedaleo continuo, sin darte ocasión de detener el ritmo, salvo que tengas intención de pararte.
Tal vez la geometría de mi bicicleta, tal vez el taqueado de mis cubiertas o mi propio peso, provocaban una continua acumulación de barro junto a los platos y cambios que, cada cierto número de kilómetros, me obligaba a detenerme e intentar despejar la zona con algún palo improvisado. Me extrañaba comprobar que los demás no acumulaban tanto barro como yo.
A lo largo del Canal del Castilla, encontrarás muchas
ocasiones para tomarte un respiro y hacer unas fotitos, pero hay una hora
establecida para llegar a comer. Galo y yo pensamos que sería interesante
realizar este tramo en otra ocasión, pero llevando en la mochila algún
bocadillo que te permitiera recrearte más de cuanto nos rodea.
Tal vez no se contaba con la
dificultad añadida del barro, que pone a prueba las piernas y las máquinas. Las
primeras necesitan realizar más esfuerzo y las segundas no permiten cambiar con
soltura. Ambas razones provocan que algunos miembros del grupo se demoren con
demasiada frecuencia hasta que, cerca de la mitad del recorrido, piernas y
máquinas toman la decisión “Hasta aquí hemos llegado”.
Los más fuertes del grupo tomarán la decisión de adelantarse, a muy buen ritmo, para completar ruta hasta Palencia y con la furgoneta que tenían de apoyo, regresar por carretera a recoger a los que han dado la ruta por finalizada.
Los más fuertes del grupo tomarán la decisión de adelantarse, a muy buen ritmo, para completar ruta hasta Palencia y con la furgoneta que tenían de apoyo, regresar por carretera a recoger a los que han dado la ruta por finalizada.
Galo y yo seguiremos con otros la
ruta establecida, pero pronto se formarán grupos separados. Nosotros nos mantendremos en
contacto con una pareja de Logroño y con ellos completaremos la ruta, siendo
puristas en el seguimiento del Canal y pasando a última hora por una gasolinera
y el lavado automático.
Estamos ya todos juntos en
Palencia, junto a los coches y en este punto decidiremos despedirnos del resto del
grupo, que nos han acogido de maravilla. Preguntan por ella y queda pendiente
nuestra “QUEDADA”, a la que prometen acudir. Un saludo para todos y muchas gracias.
El regreso a casa tranquilo y
como dije, con amena conversación.