El que avisa no es traidor y a pesar del aviso, hoy hemos
aparecido once bici-osos a la convocatoria.
El rodar por la pista de la Garganta del Río Moros era
engañoso, pues se conocía que la intención era subir o trepar, como más
adelante se verá, hasta el Puerto de Pasapán e intentar también coronar junto
al refugio. Pero hay gente para todo...
Ha habido algunas bajas de última hora, tal vez porque se lo
han pensado dos veces, pero a la hora prevista hemos salido a rodar un buen
grupete.
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Fuente de los Aserraderos |
Nos alegra ver a Alberto, que se acerca desde
Las Rozas; a
Miguel, que nos acompaña por primera vez y al máquina José “Bombi”, querido
amigo, que siempre se hace de rogar.
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Puerta de Campanillas |
Así, nos hemos juntado Alberto, Ferluy, Iraitz, Javi “Galo”,
Javier Baranda, Juan “platón”, José “ Bombi”, José “cheli”, Miguel, Santi Calleja y yo
mismo acompañándoles.
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El tío de la vara también presente |
Javier pide respeto a las canas, Ferluy regresa de dos
semanas de vacaciones y dice no haber tocado la bicicleta, Bombi no ha vuelto a
montar desde que lo hiciera con nosotros subiendo al
Refugio de la Salamanca (
hace ya un
porrón de salidas), Iraitz dice haberse
hecho ayer nuevamente “
La Tocata”.
Sería por tanto muy normal rodar a marcha
templada y con esa intención empezamos por
Gudillos.
Algunos estiran el pelotón hacia la
Fuente de los
Aserraderos, nuestro manido "
pilón”, pero allí nos esperan para reagrupar
después de haber calentado todos las piernas y para quitarnos ya algo de exceso
de ropa.
Saltar la Puerta de Campanillas y coger pista se realiza sin
apuros.
Seguimos agrupados, pero parten en cabeza Javier y Juan, que
aún llevando charla imponen un ritmo rápido del que no son conscientes ni ellos
mismos.
Los demás les seguimos manteniendo cierta distancia, pero a su ritmo.
Iraitz avisa de que se resiente de ayer y que ve probable
tenerse que dar la vuelta.
Le animamos a seguir.
Bajamos medio punto la marcha, pero en verdad el ritmo es
bueno.
Paramos para tomar un pequeño descanso junto al puente del
Arroyo
Gargantilla.
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Duro, muy duro ascenso |
Increíble, Javier vuelve a estar en cabeza. O se encuentra
muy bien o tiene intención de abandonarnos más adelante. Ya veremos.
Cuando tenemos a la vista el
Embalse del Tejo o de
Las
Tabladillas, con mínimo nivel de agua retenida, observo que a la derecha del
camino han habilitado, con tubo de
pvc y unas piedras, una fuente donde antes
solamente había unas tierras fangosas.
Agradecidos a quien se ha molestado en
dar vida a esta fuente, que bien acogemos ciclistas y seguro que caminantes.
Nuestro amigo Javier Sanz nos informa de que esta fuente (
existente desde primavera de 2012), recibe el nombre de
Fuente de la Chispa.
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Pedriza del Gamonal |
Superamos el punto más alto de la pista, bordeamos el
Embalse de El Espinar y paramos brevemente en la fuente ya conocida por todos.
Javier vuelve a adelantarse. ¿Es que lleva prisa o se ha
puesto un culote con alitas? Nos tememos que haya tirado por la pista hacia
casa.
Realizamos giro cerrado para coger km en ascenso hacia la
cantera (
hoy en día abandonada), pero desechamos esa opción y cogemos pista por
la solana.
Unos cientos de metros y ahí
está Javier, esperándonos.
Un par de curvas y tenemos a la vista el peor tramo del
recorrido. Una pared frente a nosotros.
Les aviso de que son 400-500 metros descarnados, de dureza
extrema, que hay que superar trepando y empujando la bicicleta. Galo y Miguel
realizan un primer tramo montados, pero al final también ellos desisten.
Se podría decir que el ascenso es patético.
Cada muy pocos
metros hay que detenerse para recobrar el aliento y las pulsaciones, que se
disparan con el esfuerzo.
Estamos junto a la
Pedriza del Gamonal.
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Puerto de Pasapán |
Galo, Platón y Miguel se han adelantado y se preocuparán al
no vernos llegar con prontitud, pero es que Bombi ha tenido un bajón de glucosa
y siente hasta mareos, el resto no vamos muy sobrados.
Se recupera después de
que algunos compañeros le provean de varios “
chutes”.
Cuando ya podemos dar pedales, el cuerpo lo agradece y las
piernas se recuperan algo.
Todavía tendremos tramos duros para llegar hasta el
Puerto de Pasapán (1843 m), pero arriba nos encontramos satisfechos y con un día espléndido.
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Mirando a Segovia desde el refugio |
Sabemos por donde se sube al refugio, pero a algunos nos
surgen dudas. ¿
Subir o no subir?
Platón, Miguel y Santi deciden intentarlo y se les une al
rato Alberto e Iraitz, que se ha recuperado totalmente. Empiezo a dar pedales
como contagiado por el entusiasmo y lo mismo harán Cheli, Javier, Ferluy y
hasta Bombi, al que decide dar escolta Galo para echarle una mano si es preciso.
A alguno le dará tiempo a recrearse del paisaje y hacer unas
fotos, mientras el resto vamos llegando como cuentas de un rosario, poco a poco,
con alguna distancia entre nosotros.
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En el refugio del Pasapán a 1998 metros de altitud |
SI SEÑOR, con letras mayúsculas, porque todos hemos
alcanzado el refugio, a
1998 metros de altitud, o a
2000 si te subes al tejado del propio refugio.
Distinguimos perfectamente todos los montes cercanos e
incluso el
Pantano de Valmayor en toda su extensión.
Todo un lujo las vistas
que tenemos a nuestro alcance e incluso parece que tenemos más cerca la
Luna,
visible de día.
Ninguno se arrepiente de la ruta y del esfuerzo realizado.
Ya no resta nada más que descender cogiendo principalmente
el
GR 88, con mucho desnivel, que se encuentra plagado de piedras de cantos muy
vivos, peligrando que ocurra alguna caída o algún reventón de rueda.
En algunos
tramos especialmente peligrosos, los frenos al rojo vivo se dejan oler.
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Descendiendo por el GR 88 |
En el
Área Recreativa de La Panera, cientos de domingueros
se arremolinan junto a las barbacoas habilitadas en estas fechas y el olor a
chuleta a la parrilla no nos deja indiferentes.
Al llegar a
La Estación, coincidimos con Santi Fernández,
Carlos y Jesús, pero van con prisa y no nos acompañan a tomar unas cervecitas.
Aprovecharán otros espinariegos para despedirse ya de nosotros y regresar a
casa.
Ha sido genial, a todos se nos ve contentos y ya empiezan a
olvidarse los esfuerzos realizados. El cuerpo se encargará de recordarlos esta
tarde o mañana, ya veremos.