Ferluy está acostumbrado a salir por las tardes y pegarse buenas palizas de bicicleta y así nos lo demuestra.
Quedamos en el Paseo Ribera a las 19,00 horas y él no solo viene a buscarnos, sino que ya se ha dado alguna vuelta de más.
Saldremos hacia La Estación y allí, por la calle del Centeno, junto al vivero, iniciaremos el ascenso, pasando junto a las instalaciones deportivas y llegando a los últimos chalets.
Atravesamos cancela e inmediatamente empezamos la subida más dura.
A los pocos minutos, el esfuerzo y el calor de esa hora nos provoca algunos problemas a los que no estamos habituados.
Yo intento ir a buen ritmo, pero sudo abundantemente y siento congestión en la cabeza. Hay que aflojar.
Fernando reconocerá después que, hasta llegar a la Fuente de los Navazos, lo pasó bastante mal.
En Majada Alta, a 1367 m, optamos por seguir ascendiendo, como esta previsto, hacia el Cerro Asperillas.
Parece que ahora marchamos mejor y recorreremos los tres tramos de ascenso sin problemas. Parada junto a nueva cancela, en el alto, a 1457 m., que atravesamos para iniciar descenso y ascenso contínuos hasta tomar sendero escondido a la derecha. que nos obligará a tomar pie en tierra para recorrerlo. Está más sucio y peligroso que nunca, con piedras muy vivas. Mejor olvidarlo para la próxima vez.
Ya regresando, cogeremos camino forestal por la izquierda, paralelo a la pista asfaltada, pero que obligará a alguno a tragar más polvo del deseado.
Han pasado recientemente las máquinas oruga dejando, como en otras pistas de la zona, unos 7 ú 8 cms de polvo, en ocasiones más, y el terreno muy ondulado e irregular.
Muy duro de recorrer, muy duro. Las ruedas se clavan y se quedan sin tracción, y la inclinación lateral del terreno se empeña en echarte fuera de la pista.
Hacemos el último esfuerzo por llegar a La Estación. Nuestras bocas secas reclaman cervecita fresca y la siguiente foto da prueba de ello. Ferluy propone realizar en breve una prueba nocturna, habrá que decidirse.