Alto del Caloco - Telégrafo óptico

Por si la salida del sábado no fuera suficiente, para el domingo Ferluy nos tenía preparada una bastante dura.



Oscar se ha animado a repetir, a pesar de venir nuevamente desde Madrid (lo que agradecemos) y Andrés se nos une después de votar. Se presentan puntualmente Jorge y Ferluy con su amigo Paco, que ya lo es nuestro también. Fernando y yo damos la bienvenida a todos.

Por el Camino de los Pastores, muy tranquilos. Giro a la derecha bordeando el Inem (Preventorio), para cruzar carretera y pasar cerca que nos introduce en El Estepar. Nos encontraremos, como es habitual, mucha agua cerca del pilón, que sortearemos cada uno a nuestra manera. Siempre agradable el recorrido, girando junto a cerca de toros bravos y descenso rápido, pasando bajo la Autopista, para llegar a la Depuradora, en la Carretera de El Espinar a La Estación.

Tramo de carretera relajados, primero hasta cruce y giro a la izquierda para, enfrente de la finca de la Yeguada Centurión, coger el primer tramo en subida por la derecha.

Recorrido hasta pasar nuevamente bajo la AP6 y no dejar ascenso hasta tomar toda la altura posible. A la derecha dejaremos finca privada y giro a izquierdas para respirar con un descenso. Dejamos a la izquierda alto de Cabeza Hermosa.

Foto pasando puente sobre el Arroyo Arenales. Risas que se cortarán cuando atacamos el primer tramo de auténtica dureza. Cada uno a su ritmo, pero será más fuerte el tomado por Oscar, Ferluy y Jorge. Andrés y yo llevamos otras revoluciones. Paco y Fernando prefieren subir disfrutando del paisaje.

En la primera puerta, los tres de cabeza ya nos han tomado una buena distancia, han seguido hasta la siguiente. Andrés y yo esperamos a que Paco y Fernando dejen de realizar fotos mentales. Llegan con las pulsaciones disparadas.

Segundo tramo, si cabe más duro, ya que el terreno está en peores condiciones. Veo que los de cabeza nos están ya esperando en el alto. Oscar incluso bajará a buscarnos, para ver si es que nos habíamos vuelto a San Rafael.



Cuando nos agrupamos en un remonte, Ferluy nos tiene preparado regalito, el tercer tramo, con giro a la derecha y repecho muy duro, que parece no conducir a otro sitio que al sufrimiento.

Y eso hacemos, sufrir y sufrir más. Arriba, (no pensábamos que tuviera fin), alivio y se nos presenta explanada con abundante ganado paciendo, que se giran y parecen comentar “¿a dónde van estos atontados?”.

Agrupamiento en pinar para protegernos del sol que ya calienta. Creo que estamos a unos 1272 m de altura. Al fondo, abajo, vemos la Ermita del Cristo del Caloco.

Ferluy propone dirigirnos a la Ermita de San Antonio, pero hoy algunos queremos llegar pronto a casa y las subidas han sido duras.

Primero bajada rápida y sin peligro, hasta llegar a cruzar carretera. Después nuevos tramos de subidas duras, hasta que llegamos a alcanzar las ruinas de la Subestación Eléctrica. (Construcción en ruinas que podemos ver en otros montes).

Descenso rápido no exento de peligro por encontrar zonas pantanosas. Atravesando el Arroyo del Castro, inicio la marcha explorando el mejor sitio para cruzar y meto más de media rueda de bicicleta y hasta la rodilla en el barro. Risas antes de continuar y descenso para coger el Camino de los Castrejones, hasta cruzar con la Carretera de Ávila.
Jorge pierde por el camino una cala (ha roto la suela de la zapatilla), lo que no le impedirá que el regreso hacia El Espinar lo hagamos a muy buen ritmo... y después hasta San Rafael, con algunos tirones en cabeza pensando ya en las cervezas de Las Farolas. Allí coincidiremos con Jesús y Javier, que salieron por La Garganta.

Ruta buena y dura. Gracias Ferluy.

Puente Romano - La Cepeda

Nuestro homenaje a los gabarreros

Esta mañana se nos une Oscar, que se acerca desde Madrid.

Nos juntamos en El Espinar con Javier y aprovechamos para hacernos foto junto al nuevo monumento a los gabarreros.

Junto al cruce de las tres provincias

La intención es subir hasta La Cepeda, por el margen derecho del Boquerón y para lograrlo pasamos junto al instituto y la Cruz de Santa Quiteria.

Empezamos con fuerza, pero el sendero se va endureciendo y las piedras están muy descarnadas. Como en otros lugares, las fuertes lluvias de este invierno han arrastrado gran parte de la arena que había acumulada entre las piedras y suavizaba el camino.

Puente románico en La Cepda

Grandes tramos empujando la bici, como ya sabíamos que ocurriría. Zarzas que se te enganchan a la ropa y te dejan algún recuerdo en la piel, lo mismo que las abundantes ortigas que flanquean el camino. El ascenso es duro, pero llegamos a la puerta de La Cepeda y al encuentro de las tres provincias.

Puente románico en La Cepeda

El objetivo principal de esta ruta ya está cerca y Javier nos guía con precisión por un sendero de vacas que desciende hacia Las Navas.

Gran agua acumulada por doquier que oculta trampas que te pueden dañar un tobillo, ahora que hemos puesto pie en tierra.



Javier esperando al lento de Oscar

Javier nos orienta hacia mojón de referencia y donde no había nada más que una pradera hermosa, aparece de repente el “puente romano” que buscábamos... pequeño, impresionante, sin que seamos capaces de entender excusa para encontrarse allí. Fotos y risas.

Duro retornar hasta la puerta de La Cepeda y giro a la derecha, primero campo a través, para encontrar senderillo que nos subirá, por uno de los parajes que más me gustan, dejando a la izquierda la Boca del Infierno y después hacia el Collado de las Lagunas. Ya es mucho más fácil el rodar por las pistas más anchas, aunque no dejan de mostrarse algunos repechos durillos, que solventamos a muy buen ritmo.

Cruce con grupo ecuestre numeroso y ya estamos en el Alto Gargantilla. El descenso será el mismo que el realizado hace unos días con los hermanos Javi y Juan Pablo. Parada en la fuente de Peña Morena, donde despediremos a Javier que regresa, en solitario, a El Espinar.

El trío restante acabaremos tomando una cervecita, al sol, en Las Farolas.

Otra información que os puede interesar:

La Dehesa de la Cepeda es un territorio madrileño, término municipal de Santa María de la Alameda, que se encuentra completamente rodeado por la Comunidad de Castilla y León, limitando con las provincias de Segovia y Ávila, y curiosamente es uno de los lugares con mejores pastos de la sierra. El origen de este “exclave” se remonta al siglo XIII, para entonces formaba parte de los territorios madrileños y así estuvo seis siglos hasta la desamortización de Mendizábal, cuando el ministro Pascual Madoz expropió muchos bienes comunales. Esa revolución permitió que las tierras salieran a subasta y fueran adquiridas por la familia Sáinz de Baranda, que fue familia del alcalde de Madrid y de ahí pasó a ser de ganaderos humildes, pero todo esto perteneciendo, al igual que ahora, a Madrid.

Puente románico en La Cepeda

En las fotos aparece el "Puente Romano" perteneciente a una antigua vía de comunicación, ya desaparecida, a través de la Sierra de Malagón. Se encuentra "escondido" en la Dehesa de la Cepeda, perteneciente a Santa María de la Alameda (Madrid), pero junto a El Espinar.  Esta Dehesa es una extensión de arbustos y bosque de más de mil hectáreas.  Ocupa una planicie a más de mil metros de altitud, cerca del valle de Enmedio , la mirada lejana de Cueva Valiente y el horizonte jalonado por el Pino del Boquerón. Existe un privilegio sellado por el Rey Alfonso XI dando el uso comunal de la Dehesa de La Cepeda a los concejos segovianos (El Espinar), y en 1351, Don Pedro, hijo de Alfonso XI, ratificaba la decisión de su padre.

APUNTE: El que nombramos popularmente "Puente Romano", es conocido por algunos como el "Puente Canario". Realmente se trata de puente de estilo románico, pues se data entre los siglos XII y XIII.

Chozos del "Buen Retiro"

He salido a pasear con mi mujer y hemos encontrado estos “Chozos del Buen Retiro” que no me he resistido a fotografiar. Y lo hago en honor a mi amigo Santi, que es un enamorado de este tipo de construcciones y colecciona sus fotos en su blog   MTB La Peñota.

Decir que estos chozos en cuestión proliferan por estas fechas en Madrid, como si de setas se tratara y son conocidas vulgarmente como “casetas de la feria del libro”.

La primera Feria del Libro se celebró del 23 al 29 de abril de 1933. Las editoriales madrileñas alinearon sus casetas en el Paseo de Recoletos.  Hasta la fecha se han celebrado más de cincuenta ediciones. Desde 1967 se celebra de forma habitual en el Parque del Retiro de Madrid.

La Garganta y San Isidro en Madrid

Cuando es la Fiesta de San Isidro en Madrid, (su patrono), solo consigo quedar con Ferluy que, convaleciente de una operación en los ojos, propone realizar ruta sin trialeras y que no requiera demasiado esfuerzo. 



Los que conocen San Rafael y El Espinar saben que para cumplir los requisitos que propone Ferluy, no nos queda otra que emprender nueva subida por la Garganta del Río Moros. Esta vez comenzando por el margen derecho. En breve cerraran el paso y hay que aprovechar.



En lugar de marchar hasta Las Campanillas por sendero que nos lleva hasta el pilón, decidimos emprender ascenso por la pista, evitando barro y traqueteo. Así llegamos hasta la Casa del Baldío, donde realizamos una primera foto y primer descanso.

Saltaremos puerta metálica junto a las Casas Forestales de Campanillas y giro a la derecha para rodar junto a la Ladera de Gibraltar.

Creo que vamos a muy buena marcha y en prueba de ello, alcanzamos y acabamos dejando atrás a cuantos ciclistas se nos ponen a la vista, que no son pocos. Ferluy marcha muy bien sin realizar demasiado esfuerzo aparente, y a mí me ha sentado incluso bien la salida de ayer. Se dejan ver los desarrollos altos.

A pesar del ritmo que llevamos, nos permitimos llevar una amena charla y el día ha ido abriendo para dejar una excelente temperatura para nuestro esfuerzo. Ayer se sudaba a la mínima y hoy, en cambio, se agradece incluso llevar los manguitos puestos.

No haremos la primera parada hasta alcanzar el Refugio de la Vaqueriza, donde cambiaremos el agua al canario.

Ya habíamos decidido realizar el recorrido largo, por lo que después de superar el Embalse del Vado de las Cabras, giro a la derecha y subida en dirección Pedriza del Gamonal. Volvemos a subir con estupendo ritmo, pero Ferluy se contiene por la presión que siente en los ojos y que le ha recomendado el médico evitar.

Ya arriba, las vistas magnificas que conocemos y Ferluy se olvida de doctas recomendaciones. Avisa “que aprieto” y allá que vamos los dos, sacando de las bicicletas su máximo rendimiento. Realizamos pequeños relevos que hace mucho más amena la marcha. Acabaremos comprobando que hemos superado en ocasiones los 50-52 kms/hora.



Hemos disfrutado por 2

¡Ah!, se me olvidaba, Ferluy ha cambiado las llantas de su máquina por unas preciosas de carbono y la bici se deja coger con una sola mano, con el mínimo esfuerzo. 

Finalmente descenderemos, por el estupendo sendero que nos lleva directamente a los corrales de Puente Negro. Se reanuda la conversación amena y nos encontraremos a Javi “Vegas” , que ha salido más tarde y espera a unos amigos, antes de que lleguemos a La Estación de San Rafael, donde nos regalaremos, sentados al sol, un par de rondas de cerveza con limón.

Embalse Vado de las Cabras

Otro buen día: Compañía, conversación, paisajes generosos, piornos que ya se dejan ver y un ritmo muy divertido que nos ha permitido disfrutar de lo lindo.

Valle Enmedio - Embalse Cañada Mojada

Pensaba que hoy iba a acabar saliendo solo, pero ayer noche me llamó Javi (Vegas).

A las 9,15 me encontraba con Javi y su hermano Juan Pablo. Querían que les enseñara alguna ruta que no conocieran.

Decido iniciar marcha hacia la Cerca de las Monjas. En la zona donde se rodó el Laberinto del Fauno encontramos mucha agua acumulada. Ayer tarde y durante la noche ha llovido bastante.

Embalse Cañada Mojada

Seguimos ascenso por Aguas Vertientes y cruzaremos Arroyo Mayor, que no trae ya tanta agua como la vez anterior. Giro a la izquierda que hay que conocer y recorrido por mini sendero single muy habilidoso, hasta cruzarnos con el Camino de la Peña del Águila, que seguiremos por zona pedregosa hasta llegar a la puerta metálica.

La temperatura y la humedad ambiental son altas, lo que hace que hayamos roto a sudar al poco de marchar.

Tanto Javi como Juan Pablo se hacen casi al completo la parte dura y pedregosa que recorremos hasta llegar a la pista principal.

Ascenso por la pista de la Cañada Real (GR-88). Javier disfruta más trepando por las piedras, pero subimos a buena marcha hasta el Collado Hornillo (1637m.).

No nos detenemos y seguimos hasta la Fuente del Hornillo que, como es habitual en estas fechas, solamente suelta un hilillo de agua.

Un km por la pista y cruzamos por la izquierda el Arroyo de Collado Hornillo, para coger sendero que siempre se disfruta. Vamos muy rápidos.
Abandonamos sendero y cruzamos nuevamente el Arroyo al llegar y atravesar área recreativa. Bordeamos el Camping Valle Enmedio por nuevo sendero. Algo de carretera, salto de valla y pista hasta el Embalse de Cañada Mojada (1552m.).

La zona está muy verde, preciosa y transmite tranquilidad. Javi está disfrutando de cuanto ve.

Por la zona de El Chuvieco pasamos junto a pilón ya conocido, con caño de bastante caudal. Seguimos a buen ritmo hasta alcanzar el Alto de Gargantilla (1648m.), donde descansaremos en la fuente de J. Bellver, junto al mismo Alto (en este caso, una bañera habilitada) y haremos nuevas fotos.

Fuente Bellver en Alto Gargantilla

Iniciamos descenso trialero que los hermanos no disfrutan al 100% por seguirme a mi ritmo para no perderse. Seguimos el Arroyo Gargantilla, hasta realizar giro a izquierda y tomar camino que nos ofrecerá excelentes vistas. Descenso muy rápido y habilidoso hasta cruce con El Ingeniero, que tomaremos a derechas durante unos cientos de metros. Último descenso hasta llegar a la pista forestal.



Vamos camino de San Rafael. Imposible descender hacia La Casona, ya que han realizado una gran corta de pinos en todo el margen izquierdo de la pista, y están sin recoger, impidiendo el paso por los senderos. Llegaremos hasta depósito de agua y ahora sí descenderemos hasta el inicio-final de ruta.

Rondas en Las Farolas, risas y nuevo reconocimiento de que les ha encantado la ruta. Así da gusto.