Yo también tengo pueblo
Crónica: Enrique Moratalla
En ocasiones los que
hemos nacido en Madrid y vivimos en Madrid escuchamos con cierta envidia cuando
mis compañeros de ruta hablan de su pueblo y presumen de él, como bien lo hacen
cada vez que realizamos ruta por sus “dominios”, El Espinar, San Rafael, La
Estación.
Aunque pocos lo sabían,
mis abuelos y mi madre también son segovianos, y yo también tengo pueblo,
aunque por circunstancias de la vida hacía muchos años que no iba.
Hace menos de un mes me
reencontré con un familiar mío, Ricar, de siempre muy aficionado a la bici,
tanto él como sus hermanos y hablando me propuso el realizar una ruta por mi
pueblo, Navas de Oro, me pareció una idea genial, volver a mi pueblo y encima
disfrutar de un día de bicicleta, recorriendo caminos que nunca pude recorrer
de pequeño.
Así surgió la cosa, se lo
comenté a Alfonso, a Luis Ángel y a Santi y les pareció bien, siempre ávidos de
conocer nuevas rutas y busqué una fecha que nos viniera bien a la mayoría y
concreté con Ricar la fecha y lo convoqué.
Lo que nunca imaginé es
que hasta 18 biciosos de Alfonsoyamigos les apeteciera venir a conocer mi
pueblo, lo que me llenó de alegría y de cierto orgullo, aunque también de
preocupación, pensando, en que lío se iba a meter mi primo.
Y hoy 23 de noviembre, 18
biciosos, Alfonso, Andrés, Ángel, Belén, Antonio Montero, Antonio “Pastelero”,
Daniel “Forlán”, Eusebio, Fernando “Ferluy”, Fernando, Javi “Galo”, Juan,
Lourdes, Luis Ángel, Luis Ángel JR,
Miguel, Samuel, Santi y este narrador marchamos hacia Navas de Oro.
Allí nos recibe una
lluvia pertinaz pero al bajarnos de los coches y acercarnos a casa de Ricar nos
encontramos en su garaje con café (nespresso incluido), leche, bollos, galletas…,
un desayuno impresionante que nos dejó sin palabras y que hizo extremadamente agradable la espera
ante la duda de “salimos o no salimos”.
Pero no estamos solos,
además de estos 18 locos nos están esperando mis primos, Javi (que viene desde
Peñafiel para montar con nosotros), Raúl y Ricar, y sus amigos Miguel Ángel
Serrano (apodado Titán Desert, por haber corrido la carrera del mismo nombre),
Antonio Armuña, Luisillo Copese, Rober Chaparro y Víctor y Francis que vienen
desde Moratalaz.
Al final y tras haber
desayunado ese gran hombre que es Andrés dijo: “Venga a las bicis que hemos
venido a montar”.
Y dicho y hecho nos pertrechamos
con nuestros chubasqueros y decidimos que lo mejor iba a ser dar pedales. Forlán
en ese momento decide que no se puede arriesgar a enfermar y ante la duda de
que el tiempo pueda mejorar durante la ruta prefiere quedarse. Allí quedó por
si alguno flaqueaba para servirnos de apoyo logístico y esperándonos con una
sonrisa como siempre.
Muchas gracias amigo por
el esfuerzo de venir, te lo agradezco de veras.
Al comienzo de la ruta tenía mi inquietud sobre cómo iba a evolucionar el tiempo, de si la ruta sería del
agrado de mis amigos, pero sabía que mis primos habían puesto todo de su parte
para que el día fuera perfecto y así fue. La temperatura ha sido ideal, y el
agua que nunca fue mucha dejando de caer al final de la ruta.
Puente de Constanzana sobre el Río Eresma |
Nos guiaron y cuidaron durante todo el camino y aguantando
estoicamente nuestras paradas fotográficas, nos han hecho disfrutar mucho y mis
compañeros creo que han salido encantados de la ruta por Mi Pueblo.
Y la ruta, pues
sencillamente fabulosa, comenzamos nada más salir de Navas de Oro yendo por las
riberas del Eresma, por esos pinares que recorrí de niño, viendo los pinos
resineros, en los que trabajó mi abuelo y disfrutando de los días que pasé con
él por allí.
Seguimos entre pinos, vemos el Molino del Bernal, bajamos por
trialera hacia el hoyo de Miguelañez y afrontamos la subida del Berral.
Las subidas son más
cortas que las que afrontamos habitualmente, pero el ritmo que llevamos es
bastante vivo y por las zonas de pinar hay algún que otro bancal de arena que
exige que aprietes las piernas.
Continuamos por las
subida hacia el Centro Forestal de Constanzana y el monte de Carbonero, desde
allí, trialera divertida con sus buenas piedras para que mis “amigos” no echen
en falta nada, pero la arena comienza a notarse y los cambios no funcionan como
deben, Toño Montero en varias ocasiones y Eusebio más adelante descubren que no
pueden meter el plato pequeño, lo cual es un verdadero fastidio cuando la
trialera es cuesta arriba.
Terminada la trialera llegamos
al puente de Constanzana, puente que
cruza el Río Eresma y que tiene a sus pies el molino del puente.
A partir de ahí cambiamos
los pinos por las encinas y disfrutamos de la preciosa trialera de las zarzas
dónde Alfonso vuelve a padecer la rotura de uno de sus radios. Por suerte esta
vez el radio no rompe la tubeless y con un par de bridas se solucionó pudo
continuar la ruta sin mayores contratiempos.
Alcanzando el Cerro de San Isidro |
Petroglifos en el Cerro de San Isisdro |
Realizamos una parada en
la plaza del Ayuntamiento donde unos aprovechan para limpiar de arena los
cambios de la bici en una fuente próxima y otros reponemos fuerzas.
A partir de ahí tramo de
carretera que nos lleva al pueblo de Migueláñez hasta afrontar el Cerro de San
Isidro con las ruinas de la ermita del mismo nombre y los petroglifos
prehistóricos que se encuentran en la cima, pertenecientes al municipio de
Domingo García.
Continuamos en descenso
hacia Domingo García, Miguelañez y de nuevo por pinares y disfrutando del
entorno volvemos hacia Navas de Oro, atravesamos el puente sobre el río Eresma
y un precioso rampón final para que nos quede un buen sabor de boca.
Fotografía de Javier "Galo" |
Pero ahí no acaba todo,
llegamos a casa de Ricar y en el garaje, dónde antes había café y bollos ahora
hay jamón, chorizo, salchichón, tortilla de patatas, cervezas, coca cola…
IMPRESIONANTE...
Y además nos abre su casa tanto él como Raúl para que nos podamos
duchar y nos presta una manguera con la que limpian las bicis unos...
Otros nos
aprovechamos de la amabilidad y maestría de Eusebio que nos la deja como una
patena.
Algunos de nuestros
compañeros de ruta no se quedan para la comida pero desde allí marchamos hacia
el Restaurante la Chuleta dónde los 18 biciosos más Ricar, Raúl, Antonio
Armuña, Víctor y Francis damos buena cuenta de la excelente comida que nos
sirve Toño.
Pero por si esto fuera poco, los dos Antonios se retan, Antonio
Pastelero nos ha traído unos riquísimos pasteles y Toño Montero un roscón
relleno de nata para chuparte los dedos.
Bar Restaurante La Chuleta - Navas de Oro |
Un día inolvidable, una
jornada de MTB espectacular. Agradecer a Ricar y Raúl que nos hayan hecho
sentir en casa, os aseguro que habéis puesto el listón muy alto para el que
quiera organizar una ruta, y a mi me habéis hecho sentir orgulloso de mis
primos y de MI PUEBLO.
Muchas gracias a todos
los que habéis acudido a compartir la ruta y el día en Navas de Oro y un fuerte abrazo.