domingo, 18 de mayo de 2014

Atlético Campeón de Liga y el Puerto de Cotos se resiste

Cambiar de planes sobre la marcha es de inteligentes


No se puede decir que esta haya sido una ruta inacabada, puesto que ha tenido un comienzo, ha tenido un fin y todos hemos regresado a casa... pero tal vez no haya resultado como teníamos previsto.

Alfonsoyamigos
Puede que esta ruta comenzara el día que apareció convocada en el blog, cuando los compañeros pudieron leer la propuesta y conocieron los antecedentes de la última vez que se realizó. 

Sea como fuere, no se trataba de una ruta más.

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Esta es la nómina de los que deciden acudir sin pensárselo demasiado:


Andrés, Ángel Cogolludo (después de su ausencia durante todo el invierno), Ángel Sierra (como un niño con su nueva Kona de 29”), Carlos, Daniel (abrigadito), Enrique, Ferluy (con ataque de alergia), Jorge (que comparte la dirección de la ruta de hoy con su amigo... Jorge II), Juan Pérez, Juan “Platón”, Lele, Lourdes (que está más fuerte de lo que cree), Luis Ángel, Luis Ángel Jr. (entre examen y examen), Patrick (bien hidratado y vitaminado), Samuel (¿qué le pasa a tus tripitas?), Toño (se nota el entrenamiento entresemana) y este plumilla que os aburre la mayoría de las semanas (que ya empieza a sufrir los rigores del calor). 

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Ya comenté que Toño había sugerido esta ruta en varias ocasiones y que podía tener una motivación especial para mí (también explicada), pero además se han cocinado hoy otros ingredientes.

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El Triunfo del Esfuerzo al proclamarse el Atlético de Madrid merecidísimo Campeón de Liga ha dado alas a los atléticos presentes en la ruta.  Por lo menos ha generado mucha alegría... y se ha notado.


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Pero también había que contar con otras variables presentes:
Un constipado persistente, molestias intestinales en algunos compañeros (dos tienen que pasar por letrinas), alergias que no se logran mitigar ni con aerosoles, rotura del tornillo de abrazadera de tija e incluso un GPS mal calibrado que demora la hora de inicio de ruta. Amiga, no te vuelvas a despistar ¿eh? (no he dado nombres). 

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Jorge fue Jefe de Ruta en la anterior ocasión (de malos recuerdos para mi) y nuevamente se ofrece para llevarnos a buen puerto... al Puerto de Cotos, pero me comenta que quiere enseñarnos nuevo recorrido y allá que vamos todos.

Se escuchan algunos leves lamentos cuando atacamos los primeros repechos. Hemos cogido el Camino del Calvario que, sin abandonarlo, nos podría llevar al Puerto de Navacerrada.

Bordeamos el Embalse de Navalmedio y seguiremos pegados al cauce del arroyo del mismo nombre. Nos acompañan en estos tramos otros ciclistas solitarios o de otros grupos. Se ve mucho ambiente.

Hay que conocer el punto donde debemos cruzar el arroyo y tomar sendero divertido, pero los dos Jorges-guías nos dan la indicación oportuna.

Por la zona de los Riscos de la Majadilla Verde y por Camorritos disfrutamos de geniales senderillos habilidosos pero sin excesiva dificultad.

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Cruzamos las vías del tren y descendemos por carretera que nos devolvería a Cercedilla, pero tras curva hay que tomar salida por la derecha con pequeño repecho duro. Pensábamos que íbamos pegados y que todos éramos conscientes del desvío pero nos faltan compañeros.

Andrés, Ferluy y Juan iban algo retrasados y no se percatan del desvío. El descenso rápido por carretera les pone de nuevo en Cercedilla

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Mientras, el resto, que no conocemos su situación, permanecemos a la espera. 

Alguna llamada cruzada, Ángel y Jorge que regresan en busca de los demorados y no los encuentran. Cuando logramos reunir a todo el grupo, el trío ha tenido que remontar nivel perdido y recuperar varios kilómetros... y ya han pasado muchos minutos.

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Acabaremos cruzándonos con el Camino del Agua que tomaremos. Se ven tramos en los que las antiguas tuberías de conducción de agua han quedado al descubierto. Hace ya muchos años que tuve en esta zona una de mis dos caídas más graves (se lo cuento a Luis Ángel y le muestre la cicatriz).

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Todos disfrutamos de los senderos, pero siguiendo el trazado de estos caminos perdemos mucha altura ya conseguida, que habrá que remontar nuevamente no sin esfuerzo.


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Alcanzamos la zona de Las Dehesas y cogemos pista forestal por encima del Embalse Arroyo de la Venta. Pero apenas estamos unos kilómetros sobre Cercedilla a pesar del recorrido ya realizado.

Ahora hacia Fuenfría, siguiendo el recorrido que ya conocemos. Algunos compañeros van muy sobrados de fuerzas, pero otros acusan el esfuerzo realizado hasta ahora.

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Nos agrupamos frente al Mirador de los Poetas. Son más de las 12,00 horas y dudamos si será conveniente seguir con el plan inicial. De momento continuamos hacia el Puerto.

El Puerto de la Fuenfría nos saluda ya familiarmente con un ¡hola qué tal! en vista de que últimamente le visitamos con bastante frecuencia: 
De camino a la Bola del Mundo, de paso hacia el Cerro de la Camorca, en trámite hacia Segovia, tras recorrido por Las Pesquerías o de regreso hacia San Rafael en ruta de 73 kms.
Los minutos han ido transcurriendo. Unos quieren continuar, otros no y los hay que dudan.

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A todos nos cuesta renunciar y no conseguir nuestro objetivo, pero la sensatez aconseja tomar rumbo de regreso. 
Continuar significaría finalizar demasiado tarde.

Se baraja la posibilidad de realizar descenso por alguna trialera de recorrido desconocido para nosotros. Consultado un grupo de ciclistas “descender” nos quitan la idea.


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Nuestro Jefe de Ruta de hoy ejerce su prerrogativa como tal y toma la decisión de regresar por la pista hacia Cercedilla. ¡Bien hecho!

No hemos regresado pronto, tampoco tarde y nos da tiempo a compartir unos refrescos y unas risas. 

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Nadie duda que habrá que repetir esta ruta en breve y poner una pica en el Puerto de Cotos, antes de que algunos compañeros comiencen con su particular horario de verano. De momento nos despedimos de Fuenfría.

Extraña mañana ciclista, una ruta que no quedará marcada especialmente en nuestros diarios, pero que hemos disfrutado como todas las que hacemos juntos este formidable grupo.

¡¡AÚPA ATLETI!!




sábado, 17 de mayo de 2014

Historia de la ermita del Carmen

Dentro del ciclo de charlas sobre la historia de San Rafael, la Asociación Cultural Centenario (ACCE) propone la que, sin lugar a duda, más interés y expectación está despertando; La historia de la ermita del Carmen



Tras varios años de compilar historias y sucedidos sobre nuestra ermita, ACCE propone una charla muy visual y didáctica que acompañará de fotografías, documentos e historias sobre la ermita. 
Allí podremos ver desde contratos, certificaciones, facturas, anuncios, cartas e incluso papeletas de las rifas que se realizaron para obtener fondos para la construcción del templo.

Fotografía de Nacho Calvo

 Las explicaciones de la asociación nos acercarán a la intrahistoria de los personajes, de sus esfuerzos y desvelos por hacer realidad el sueño de la colonia en aquel incipiente San Rafael de principios del Siglo XX.

Descubrirán las historias que hay detrás de cada objeto y sus donantes. 
Incluso se podrá observar una fotografía inédita del día de la inauguración de la ermita el 8 de agosto de 1918. Esta fotografía formará parte del panel informativo sobre la historia de la ermita que se inaugurará el próximo día 19 de julio con ocasión de la Romería del Carmen.  

Adjunto podemos ver la carta de pago por ocupación del suelo de la ermita que ascendió a 31 pesetas.



También podremos ver los planos, fechados en 1917, con los que se construyó la ermita e incluso el primer boceto del interior del templo también datado de 1917.


Texto: Luis López

Una charla que no te debes perder




jueves, 15 de mayo de 2014

Nos vamos al Puerto de Cotos

No dejes de hidratarte bien


La ruta que proponemos para este próximo domingo no va a dejar indiferente a ninguno de los compañeros y amigos que decidan acudir a la cita.

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Parte del grupo que acudió en 2012
Hasta la Fuente de la Fuenfría todo iba bien


Han tenido que pasar casi dos años para que yo me animara a repetir esta ruta. Toño Montero me la ha recordado y sugerido varias veces en distintas ocasiones, pero siempre he encontrado alguna excusa para aplazarla.

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La pájara hacía su aparición
Los compañeros preocupados


Es

domingo, 11 de mayo de 2014

No subiremos al Cerro de la Camorca...


Crónica de Javier Baranda

En la propuesta que se realizó el viernes de esta semana, se recoge como un lamento que la ruta de la pasada semana “Las Ermitas” resultara tan suave.

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De hecho, pasaban las doce cuando el grupo finalizaba en la Plaza de la Corredera de El Espinar. Todo un logro.

Es más, en la crónica de ese día se escribe una frase casi lapidaria “Esta ruta, una clásica e histórica, debería quedar relegada a ruta de preparación, o a nivel de turística pero no como ruta de los domingos”.

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En el plan de ruta de hoy se dice ”no subiremos al Cerro de la Camorca pero andaremos por las cercanías”. 

Ya la frasecita me sonó a amenaza, algo como “que los machotes se pongan las pilas”.

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En la “Ruta de la Abuela” pregunté si la salida de este domingo iba a ser tan dura como yo me suponía, pero no me quedó muy clara la respuesta.

Hace meses me retiré cuando llegamos al Carril del Gallo por encima de Revenga y también se circuló próximos al Cerro de la Camorca.

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Galo comentó que se evitan los dos rampones que alcanzan la pista asfaltada de la cola del pantano y se entra por la derecha del mismo directamente al bosque de acebos. Ruta que ya hemos hecho varias veces de bajada desde la Fuente de la Reina.

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Emprendimos ruta desde La Estación del Espinar a las 8.30h –los de El Espinar tienen su cita a las 8h en la rotonda que hay junto al cuartel de la Guardia Civil- y llegamos a La Estación, ya de regreso y final de ruta, a las 14.45h –sacar dedos y contar-, los de El Espinar media hora más tarde en casa.

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Toño nos envía la foto de su rutómetro y le marca 71,9 km.

Seguro que esto ha sido una venganza por la salida relajada del pasado domingo. Pero puede que alguno todavía coja la bici está tarde porque le ha sabido a poco.

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Me repito, salimos de La Estación del Espinar a las 8.30h 23 amigos de la btt y la distancia más corta entre este núcleo y la estación de tren de Los Ángeles de San Rafael no es la línea recta. Menos en esta ocasión, ya que Ferluy nos avisa de que no se puede vadear el Río Moros.

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Antes de proseguir, intentar dar el nombre de todos los compañeros sin dejarnos a ninguno: Alberto, Alejandro, Alfonso, Andrés, Ángel, Daniel, Ferluy, Fernando, Galo, Isidoro, Javier B, Jorge, José "Bombi", José "Cheli", José "Kona", Juan Pérez, Juan "Platón", Luis Ángel, Patrick, Samuel, Santi Calleja, Sergio, Toño,

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Calentamos dirigiéndonos a la Garganta, para cruzar el río a la altura de las piscinas y coger caminos y veredas en los que ganamos altura para alcanzar la Estación de tren de los Ángeles.

Aquí un paréntesis, me apetece escribir la antigua estación ya que con la reducción a mínimos de los viajes del ferrocarril Madrid-Segovia, hasta las cabras echan la siesta en el balastro de las vías.

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Primer hito, Fernando pincha, se resuelve el problema con la eficacia habitual.

Nos dirigimos a Otero, para seguir hacia Venta la Vieja y Revenga. Vamos dejando a nuestra izquierda la horrible autopista que cruza, rompe, y aísla de forma salvaje a personas y animales.

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El caso de Otero es sangrante, una carretera hecha para romper y no una vía de comunicación para unir y favorecer. Espero disculpéis mi cabreo cuando contemplo este desastre.

El camino se hace rompepiernas, permite circular con rapidez, pero siempre en una sucesión de subidas y bajadas que estiran el grupo y dan escaso descanso a los que vamos en cola.

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Vacas y terneros nos observan al pasar, mientras disfrutan la rumia de pastos verdes y jugosos. Lavandas y genistas aportan un contraste de color que durará unas pocas semanas, hasta cuando empiecen a apretar los calores del verano.

Próximos al pantano de Revenga, Javi Galo coge un camino a la derecha que se interna entre pinos y acebos, entorno del que disfrutaremos hasta las proximidades de la Fuente la Reina.

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Aparecen las primeras rampas, alguna trialera obliga a la mayoría a poner pie en tierra. Los acebos invaden ambos lados del camino, sus características hojas y el brillante color nos animan a los que en cola sentimos en exceso el cansancio de la jornada. 

¡Pinchazo! y esta vez me toca a mí.

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Una vez dejados caminos y veredas, en los que comparto algunos tramos del recorrido con la bicicleta, vamos que me bajo y empujo, alcanzamos una carretera que nos llevará después de varios kilómetros a la Fuente de la Reina. Siempre picando hacia arriba, dejando poco espacio para la recuperación.

Qué buena fuente.

¿Desde aquí cual es el punto más próximo donde pueda subirme a un coche?

Joder, hasta Induráin lo hizo a la altura de Arriondas en una Vuelta a España. Pero, Induráin machote me has ganado, tu te bajaste con las cámaras de la Vuelta presentes; yo me acobardo, no se lo comento a nadie, así que no me queda más remedio que seguir.

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Me acompaña ese grupo de incondicionales que siempre van animando a los de cola. Aprovecho para evadirme en mis reflexiones “desde donde no disfruto”. Se me nota animado a esta altura de ruta.


Tenemos por delante 4,2KM “de falso llano” a la Fuenfría. A la altura de la Casa Eraso, nuestro amigo de fatigas Patrick nos dice que se va a tirar de la bici ya que tiene un calambre en la pierna izquierda.

Dicho y hecho. Juan, siempre dispuesto a ayudar al compañero, se aplica a hacerle estiramientos para tratar de recuperarle.

Después de un rato, se sube en la bici y a sufrir hasta la Fuenfría. Pero seamos generosos, llegué a la Fuenfría con un ritmo no diferente del de Patrick.

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El camino al collado Marichiva y la bajada a La Estación del Espinar son tan conocidos que a todos nos salen alas y a algunos incluso nos aparece esa reserva de fuerza que surge cuando conoces lo que resta.

Surge el último hito, la rotura de cadena de nuestro amigo Dani (Forly), lo que nos detiene apenas cinco minutos y a seguir, que estamos cerca de casa.

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La despedida ha estado fuera de lo habitual, ni abrazo ni refrescos, llevamos prisa para fichar en casa.

Pero sabemos que  ya queda menos para el próximo fin de semana.

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Nota de Alfonso: Javier, no presente en esas ocasiones, no relata las no menos de cuatro caídas que ha tenido Isidoro en los lugares más tontos del recorrido, la caída de Alejandro de espaldas sobre zarzas al intentar superar un tramo con demasiado desnivel y la “caída del día”, la mía, que resbalo al vadear uno de los arroyos y me voy al agua. El arroyo que el mismo Javier supera sin problemas. 




sábado, 10 de mayo de 2014

A la abuela se le ha ido la olla

Esta ha sido la frase que más se ha oído a lo largo de la ruta de hoy: A la abuela se le ha ido la olla.
Un grupo de siete... no, ocho (vuelvo a no salir en las fotos) amantes nietos de la abuela se han atrevido a "soltar piernas" hoy. Puede que alguno nos resintamos mañana.

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Andrés, Carlos (que parece cogerle gusto a estas rutas y nos alegramos), Fernando, Galo (recuperándose de su gripe) Javier, José "Kona", Juan (que sigue tan contento con su flamante "burra") y este narrador.
Hoy no se ha madrugado y la subida de temperaturas se ha hecho notar desde la primera pedalada a estas horas. Para mañana, inicio de ruta a las 8,30 y veremos si no habría que haber quedado antes. Todo por Lourdes, con la que esperamos contar mañana.

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Salvo que cojas la pista forestal desde San Rafael a El Espinar, o viceversa, pocas opciones quedan para intentar localizar rutas con poco desnivel y la "Abuela" lo sabe. Además, de todos es sabido que siempre intenta sorprendernos con alguna variante.
Y hoy no ha sido menos, el Apeadero de San Rafael ha sido testigo de como cogíamos algo de altura desde los primeros minutos.
"Pues si que empezamos bien", se oye murmurar entre dientes.

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Los toboganes rompepiernas se suceden. La pista se encuentra en mejores condiciones que en otras ocasiones, con hierba crecida que ha asentado el polvo habitual. Pero olvidémonos de llevar una pedalada fluida, pues hay que reducir marcha y hacer esfuerzo con mucha frecuencia.
Alcanzaremos el aparcamiento de La Panera y alguno se alegrará por un instante al ver la pista, pero esta alegría le va a durar poco, pues las variantes se suceden.
¿Dónde está el sendero? Parece no existir, pero la Abuela conoce la zona mejor que los indígenas y no duda.

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Arroyos no faltarán y mojarse o no los pies dependerá de la habilidad de cada uno.
Y nuevamente... "A la abuela se le ha ido la olla". Señal inequívoca de que otro rampón se presenta ante el grupo, sin opciones de escapar si no quieres llevarte una colleja.
Es  verdad, no se ha aumentado el ritmo. Carlos, que ha adquirido el plato pequeño que le sobraba a Juan, asciende sin problemas por el camino sinuoso y en dura pendiente que tenemos por delante.

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¿Sabe la abuela a dónde va? De esta acabamos todos perdidos en el monte__. Nietos de poca fe.
Y es que cada vez que cogemos pista o pasamos por un sitio reconocible, inmediatamente la abuela coge variante a derechas o a izquierdas, que te hace perder la orientación.

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Atravesaremos zona amplia que ha sido alambrada y cercada, probablemente para repoblar, pero que ha echado por tierra (nunca mejor dicho), senderos por todos conocidos.
Fernando, disfrutando de la ruta, silba o tararea cuando el desnivel negativo le permite rodar sin dar pedales. Por su mente fluye la eterna pregunta: ¿Ir o no ir... mañana? Esa es la cuestión. Y los demás no nos atrevemos a decantarnos por la respuesta final, aunque las casas de apuestas dan 4 a 1 a que no acudirá.

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El ritmo no es el habitual, lo sabemos, pero no os quepa duda de que la ruta de hoy ha sido un auténtico rompepiernas, a la que no le han faltado duros desniveles, vadeo de arroyos, barro, ramas sueltas... y muchas risas.
El final en Cafetería Jara el mejor colofón.
Y mañana más