Es genial compartir salidas y
buenos momentos con los amigos, pero para este miércoles festivo se me ha
escapado la animosidad de otras ocasiones.
Desde hace un par de días tengo
sensaciones extrañas, el cuerpo me pide una escapada en solitario. Tal vez para
pensar, tal vez para realizar nuevas opciones o ensayar caminos no recorridos, sin
un destino fijo, sin tiempo estimado.
Esta es mi intención,
pero ayer tengo un encuentro con el buen amigo Santi Calvo
MTB la Peñota y se ofrece a acompañarme a
compartir sensaciones.
Poco antes de las 9,00 horas
estaremos ya aparcados en la Carretera de Guadarrama a El Escorial, M-600, junto a merendero reformado, muy
coqueto.
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Al fondo el Monasterio de El Escorial |
Empezamos a rodar con calma,
pues la pista va tomando desnivel desde
el primer momento y las vistas son impresionantes. Vamos superando metro a
metro hacia las curvas en “S” que se nos presentan. (Conté 14).
La charla no cesa, pero a mi me
cuesta rodar con soltura. El ascenso es lento y duro, pero superable. El
Monasterio de El Escorial va quedando por debajo de nuestras ruedas.
En bifurcación de caminos cogimos
la opción de la derecha, que a la postre es la de mayor desnivel y dureza,
hasta que el camino hace lo imposible por nivelarse y acabar cruzando
nuevamente con el anterior camino que hemos abandonado. Hemos recorrido las
eses o zetas que algunas veces hemos cogido en rápido descenso. Ha quedado
claro, se pueden superar.
El ascenso se mantiene y llegamos
al “Arboreto Luis Ceballos”, zona protegida de la Comunidad de Madrid, donde se
pueden realizar diversos recoridos a pié guiados y otras actividades. Una joven
muy amable nos facilitará información y un par de mapas.
Reemprende la marcha el equipo "blue" por zona más
llevadera pero con algún repecho, que sabemos que se endurecerá de camino al Puerto
de Malagón (1590 m). Fuente fresca y recorrido espectacular. Pretendemos llegar a ver el Embalse del Tobar.
Ahora ya estamos nuevamente en tramo
muy duro, con curvas cerradas que no se alivian. A nuestra derecha dejaremos el
Pico de Abantos (1763 m). Caen algunas gotas de lluvia. Ha bajado bastante la temperatura.
Después de varios kms y antes
de llegar al Puerto de San Juan de Malagón, vemos descender rápido a un grupo grande
de ciclistas. Nos recomiendan que no continuemos con el ascenso. Arriba, nos
dicen, está lloviendo mucho. Me cruzo una mirada con Santi y damos la vuelta... será en
otra ocasión.
Pero no hemos acabado... Dejamos
la pista principal por la derecha. El camino forestal que seguimos está
flanqueado por piñas de gran tamaño y hay que procurar seguir rodadas
anteriores que faciliten el paso.
Y aquí están, las “zetas de El
Escorial”. Santi, aún sin conocer su dificultad, se lanza rápido hacia abajo, disfrutando a tope, yo le sigo
más lento y detrás, la lluvia, intenta alcanzarnos.
Por nueva pista principal y ya
más tranquilos, pasando junto al Embalse del Romeral, nos dirigimos a realizar
visita turística por el exterior del Monasterio de El Escorial.
La lluvia nos sigue de cerca pero
nos respeta de regreso al coche y al merendero donde nos tomamos las, cada vez
más habituales, cervezas sin alcohol.
No estamos cansados y no hemos
parado de hablar. Genial salida que yo necesitaba. Gracias Santi.