miércoles, 18 de mayo de 2016

El Espinar en 1896


Las hemerotecas, que conservan, ordenan y clasifican revistas y otras publicaciones de prensa escrita para permitir su consulta, van siendo escaneadas sistemáticamente para ser volcadas en plataformas digitales al alcance de todo aquel que posea una conexión a internet.



Gracias a la curiosidad innata del ser humano, que en mi caso se ha agudizado con los años, he encontrado en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional, una revista satírica española de tirada semanal, que mantuvo sus publicaciones entre 1880 y 1923. Me refiero a "Madrid Cómico"

En su núm. 706, fechado el 29 de Agosto de 1896 dedican 2 páginas con el título: 

ESPINAR, dos minutos

El propio director, Sinesio Delgado, escribe:


- I –


En las noches negras, cuando el tren rueda por las montañas entre resoplidos de fatiga y crujidos de maderamen, se ven de vez en cuando, como perdidos en las fragosidades de la sierra, unas lucecitas lejanas que revelan la existencia de un pueblo.

Pocos serán los viajeros que no hayan sentido al verlas un irresistible afán de apearse en la primera estación y sumirse en aquella oscuridad misteriosa para acercarse al caserío y asomarse a las ventanas donde brillan las luces, para preguntar a los que las encendieron:

--Pero ¿viven ustedes aquí? ¿Quiénes son ustedes?

Porque la imaginación en semejantes casos hace soñar con gentes extrañas, de otro mundo, que vegetan en la soledad nunca turbada como jabalíes entre breñas.

Yo confieso haber sentido muchas veces, al cruzar el Guadarrama, esa curiosidad que infunde lo fantástico y maravilloso cuando surge al paso en plena realidad de la vida.
Fotos nostálgucas - AlfonsoyAmigos
Atravesando la actual Plaza de la Corredera de El Espinar (Segovia)
Fotografía de 1896

Y mire usted por dónde, cuando menos podía imaginarlo, he venido a pasar tres días, ¡tres deliciosos días por cierto! en uno de esos pueblecillos encantadores y he visto de cerca las misteriosas lucecillas y he oído allá lejos la trepidación del tren y el estridente silbido de la locomotora. De modo que si se le ha ocurrido a algún viajero preguntarse:

--¿Quién vivirá allí?

Yo hubiera podido responderle:

--Pues… yo, que estoy en El Espinar tomando el fresco”

ooOoo

El autor del reportaje ha acudido a El Espinar con ilusión y con tres cámaras de “instantáneas”, pero sin mucha idea de fotografía, según reconoce, para conocer gentes y costumbres como si de un reportero actual se tratara.

ooOoo
Fotos nostálgucas - AlfonsoyAmigos
Atrio de la Iglesia de San Eutropio
El Espinar (Segovia)
Fotografía de 1896


- II –

Ni con un candil de cuatro mecheros hubiera podido encontrar en todo el orbe conocido lugar más a propósito para el desarrollo de mi idea. Cerca de El Espinar veranea mi buen amigo el pintor escenógrafo Amalio Fernández, consumado fotógrafo, maestro en el arte de escoger puntos de vista y para el cual no tiene secretos el hiposulfito y la hidroquinona.

Es además El Espinar un pueblecito modelo, donde se conservan puros los tipos y costumbres de la sierra segoviana, y donde los habitantes todos, altos y bajos, ricos y pobres, tratan con tal cariño y tan extremada consideración a los forasteros, que casi se les puede perdonar que suban, para los citados forasteros exclusivamente, los precios de las alpargatas y de los artículos de primera necesidad.

No es posible que pueblo alguno guarde en sus expansiones mayor orden y compostura. En el teatro, en el baile, en la novillada, no se oye una voz más alta que otra, ni una protesta, ni el menos asomo de pelea o escándalo. Los buenos aldeanos se divierten pacíficamente sin faltar a nadie, ni descomponerse por nada.


A quien se le diga que yo me he plantado, hecho una facha por cierto, con mi instantánea enorme, en mitad de la plaza, momentos antes de la salida del primer novillo, y no sólo no se le ha ocurrido a nadie una cuchufleta, como parecía natural, sino que todos aquellos mozos se han echado a un lado voluntariamente para no perjudicarme el foco, le parecerá un cuento inverosímil. Y no sé yo en cuantos pueblos de España podría permitirme osadía semejante.

- III –

Está El Espinar asentado en el mismísimo corazón de la sierra, entre empinados montes cuajados de pinos unos y mondos y lirondos otros, gracias a las talas intempestivas y a la falta de repoblación, que acabará por dejarnos calva la Península dentro de algunos siglos.

Se llega al pueblo después de tres cuartos de hora de traqueteo en uno de los carricoches de Celestino, que hacen el servicio a la estación y… en cuanto uno se quita el polvo, si tiene esa fastidiosa costumbre, ya se sabe que hay que ir a parar al consulado.



Llaman allí el consulado a la botica, porque es una especie de obligación de todo el que llega la de presentarse en ella a acreditar su personalidad antes de dar un paseo por las tortuosas calle de El Espinar.

Esta obligación no viene de mandato de ley, sino de la excesiva amabilidad del boticario, hombre atento y servicial si los hay, que se desvive por acompañar a los forasteros, que los ilustra, que los mima y que los atiende con una bondad que le atrae desde el primer momento todas las simpatías.

En tan espinosa tarea le ayuda su heredero, guapo mozo, estudiante de derecho en la corte, pero que prefiere cumplir su sagrada misión, naturalmente, cerca de las muchachas.

El alcalde es los que dan la castaña. Cree uno que va a encontrarse con un paleto rudo, de sombrero ancho, calzón corto y capa de paño de Santa María de Nieva, y tropieza con un caballero distinguido, afable, de una ilustración vastísima, vestido a la última con sombrero Frégoli, y que no produciría asombro de ninguna clase si se le presentase diciendo:

--El señor ministro de Gracia y Justicia.

Es además de esto, rico como un montañés y pudo permitirse el lujo de ofrecernos, para que los capearan los mozos en un par de horas, nada menos que veinticuatro novillos relativamente bravos, de su propia cosecha.

Por cierto que la corrida es cosa curiosa:
Fotos nostálgucas - AlfonsoyAmigos
Actual Plaza de la Corredera - El Espinar (Segovia)
Fotografía de 1896

La plaza, construida de piedra siglos ha, con sus burladeros correspondientes, y las ranuras necesarias para introducir tablones en las bocacalles, se acaba de rellenar con carretas, se hace el encierro, termina el rosario, salen de la iglesia el señor alcalde, los sacerdotes, el teniente de la Guardia Civil, el juez municipal y algunos concejales y hacen su entrada solemne en el ruedo precedidos por el tamboril y la gaita, para dirigirse a un corredor previamente engalanado con colgaduras rojas y gualdas.

Se suelta un novillo cada dos minutos, le torean los mozos más atrevidos con boinas, mantas o pañuelos y se concretan los más a huir de él, metiéndose en los burladeros o debajo de las carretas, llenas de chiquillos, mujeres y personas formales.



Hay quien se defiende de las acometidas trepando a los balcones de las fachadas que quedan libres, con el único cuidado de poner en alto la cabeza, almacén del pensamiento, y hacer caso omiso de todo lo demás, como si las posaderas fuesen materia vil y despreciable que pudiera abandonarse a los cuernos.

Acabada la corrida, se organiza un baile en rueda, en que el gaitero borda las jotas del Dúo de la Africana y de La Dolores con arpegios de su invención propia y en el cual las parejas, rindiendo culto a la moral más escrupulosa, toman la danza en serio y brincan sin hablar palabra y como cumpliendo el penoso deber de divertirse.

- IV –

También en El Espinar hay teatro.

En una sala baja del Ayuntamiento se ha levantado un modestísimo tablado, se ha pintado una decoración todavía más modesta y se han colocado unos cuantos bancos para los espectadores.



Allí he visto representar a unos infelices actores, mustios, mal trajeados, con la angustia de una situación dolorosa pintada en los semblantes, la comedia “Del enemigo el consejo”, en la cual no sé si sabrán ustedes que no se habla más que de sacas de dinero y títulos de deuda, son los personajes banqueros y capitalistas encumbrados, y estriba el asunto en el millón que ha de llevar de dote la protagonista.

¡Daba compasión todo aquello! Cuando el galán decía al final del tercer acto: “Tío, ya tengo el millón”, no era posible que se lo creyera el tío ni ningún alma cándida.

Despachaba los billetes, a través de una reja que parecía dar a un calabozo de la cárcel, un joven afeitado. Los recibía en la puerta de entrada un serrano con polainas, su vara y su chaqueta al hombro, y servían de apuntadores indistinta y alternativamente los actores y las actrices de la compañía.

Dudo mucho que este papel llegue a sus manos, pero si así fuere, ¡lléveles este testimonio de admiración y lástima hacia los bohemios desdichados que, por un pedazo de pan, van repartiendo las raspas del arte entre los sencillos aldeanos, apartándoles de la taberna y de la brisca y poniendo, a su manera, el grano de arena en la gran obra de la civilización y de la cultura de patrias!
Fotos nostálgucas - AlfonsoyAmigos
Panaderas de Peguerinos en El Espinar
Iglesia de San Eutropio a la izquierda
Fotografía de 1896


- V –

Un detalle. En El Espinar, cuando mueren los mozos solteros les entierran con palma.

Esta costumbre, que algún fundamento ha de tener, habla muy alto en favor de la virtud de los hombres, pero… hace dudar de los atractivos de las damas.

Texto y fotos de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional


Notas del bloguero:

Isidro Sinesio Delgado García: Escritor español en todas sus facetas.
Dar la castaña: Inducir a error por una falsa apariencia.
Sombrero Frégoli: Estilo de sombrero que sustituyó al de copa.
Dúo de la Africana: Zarzuela en un solo acto de Manuel Fdez.
La Dolores: Ópera de Tomás Bretón.
Enterrar con palma: Enterrar en estado virginal.

Publicado en El Periódico de El Espinar - Página 26

Para ver más Fotos Nostálgicas






9 comentarios:

  1. Como todo lo que publicas... Muy interesante. Muchas gracias Alfonso.
    Cristina Fernandez Gomez

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  2. Muy bueno el blog. Muchas gracias por emitirlo.
    Soledad de la Fuente

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  3. Hola, Alfonso! Muy interesante! Felicidades! Muy curioso conocer la historia de nuestro pueblo!
    La foto de la capea tengo la impresión de haberla visto antes o de que alguien me explicase que el nombre de la plaza venía de aquí, no sé dónde o quién, pero viendo la foto el edificio de la izquierda sigue practicamente igual con sus balcones y la puerta de al lado, así que supongo que es la actual Corredera.
    Ana AS

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  4. Interesantísimo, Alfonso...como siempre te superas. Efectivamente la foto con pié: "La capea" parece sacada del frente de edificios de la Corredera, donde antiguamente estaba el bar Roma, y la titulada:"La presidencia de la novillada...", en el mismo frente pero mas a la derecha, en la calle que sube desde el Ayuntamiento (Antonio Machado?) y donde se sitúa actualmente en la esquina "La Belle Epoque".

    Saludos.

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  5. Muchas gracias Ana y Juan por vuestras aportaciones. No dejéis de ver otras Fotos Nostálgicas http://www.alfonsoyamigos.es/p/fotos-nostalgicas.html

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  6. Muy interesante y muchas gracias por buscar en los ancestros de todos los espinariegos, muy curioso e interesante . Saludos.
    M. Carmen Martin

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  7. Muy bueno e interesante, es bueno saber como vivían nuestros antepasados y como era en aquellos años El Espinar. Gracias por la información. Saludos.
    Lucia Barreno Gil

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