MTB en El Espinar
Después de finalizar la Ruta de la Abuela de hoy, nos dice Luis Ángel a través del WhatsApp:
Después de finalizar la Ruta de la Abuela de hoy, nos dice Luis Ángel a través del WhatsApp:
“Precioso paseo el de esta
mañana. Con todo nublado, niebla y mucho agua y barro en los caminos, pero
hemos rodado muy bien y con mucho ánimo”
Javier “Galo” estaba como loco
por pedalear, aunque no era el único. Desde hacía varios días, su impaciencia
le había llevado a lanzar propuesta para el sábado.
Es el pistoletazo de salida para algunos que están desarrollando de
manera anómala los dedos pulgares de sus manos, a base de mandar mensajes de manera incontrolada. Cualquier motivo les parece bueno para mandar mensaje, aunque solo contenga una cara sonriente.
Cuando nos juntemos de nuevo un
grupo grande, no dejéis de echar un vistazo de soslayo a las manos de los
compañeros. Podréis identificarlos con claridad.
A Galo se le complican temas
personales y nos avisa a última hora del viernes de que tendremos que
prescindir de su compañía y buena guía. Posiblemente no nos pueda acompañar
tampoco el domingo.
Unos convalecientes y otros no,
pero todos deseando dar rienda suelta a un mono enrabietado, aparecemos en El
Espinar ocho amigos. Alguno viene desde Madrid.
Daniel, Ferluy, Juan, Lourdes, Luis
Ángel, Paco, Quique y este portador de virus que no ha podido resistirse.
Ya se ha dicho, la niebla nos
acompaña y estará presente en casi todo el recorrido. El día pugna por aclarar
pero no lo consigue.
No queremos forzar la máquina,
pero el propio terreno nos pondrá las cosas difíciles.
Sin demora nos adentramos en la
zona industrial y tomamos la Vereda de la Talanquera, tantas veces recorrida en
ambos sentidos. Barro no encontramos de momento, pero realizaremos slalom intentando
esquivar los numerosos charcos y lagunillas que nos encontramos. Son muchos los
pequeños arroyos que atraviesan esta vereda y hoy todos llevan agua.
No toca tomar la
Vereda del Guijo, ya la seguiremos en otra ocasión. Se merece una ruta.
Poco más adelante, a nuestra
izquierda, la Casa de El Alberche.
Intentamos ir bastante agrupados,
pero se nota que salvo Juan no andamos muy finos los demás. Ferluy se queja,
pero se le nota fuerte.
Se escuchan los ecos de disparos
de escopeta.
Alcanzamos cruce con la carretera
SG-500 poco más allá del km 9. Un
kilómetro más y nos introducimos en la Cerca Portillo.
Vehículos aparcados, los cazadores están a lo suyo.
Mañana es el último día que les queda con permiso.
Algunas puertas que deberían
estar abiertas, que siempre están abiertas, ahora lucen hermosos candados.
Tendremos que dar algún pequeño
rodeo para retomar el camino, pero lo abandonaremos para rodar campo a través,
procurando no alejarnos de la cerca de piedra, lo más apartados de los tiros de
escopeta que seguimos escuchando.
Por los senderos no hubiera sido
hoy fácil pedalear y sobre el pasto húmedo se complica mucho más todavía. Las
ruedas se clavan en el suelo a cada rodada y salpican agua continuamente.
Con frecuencia tenemos que superar
el obstáculo de vadear arroyo tras arroyo y alcanzar el alto de algunos
repechos que resultan especialmente duros. Nadie se queja.
Hemos llegado a la Cañada Soriana
Occidental, que tomamos tras saltar la cerca pensando que rodaremos mejor durante
un tramo. Barro, agua.
Hace fresco por esta zona y
paramos a tomar una barrita junto a unos coches de otros cazadores que tienen los
perros dentro. Tal vez por curiosidad, tal vez temiendo alguna “travesura” por
nuestra parte, los dueños de los perros y coches descienden de una loma a
nuestro encuentro.
Lo sentimos, no queríamos
molestar, pero parece que ellos no piensan igual.
Seguimos adelante, sabiendo que
todavía veremos a más cazadores. Paco propone volver por donde hemos llegado,
pero es que no conoce la zona. Quiere alejarse de posible peligro y de algún
tiro perdido.
Iremos ahora más agrupados que
antes y procurando no hacer demasiado ruido.
Nos encontraremos a Quique, el
padre de Sergio Carboneras, con la escopeta bajo el brazo. Pararemos gustosos y
cruzaremos saludos.
Intento rodar ya hacia El
Espinar, pero hay compañeros que aún no han visto la cantera de Navalvillar y
me lo hacen notar. Galo también quería haberles llevado a verla.
La verdad es que aparece de la
nada y llama la atención a todo el que se acerca a verla.
Después, ya no hay pérdida, descender
hasta la carretera y abandonarla para pasar junto a la Ermita de San Isidro
antes de llegar de nuevo a El Espinar.
Jorge me avisa que tampoco nos
acompañará mañana, está con bronquitis. ¿Cuantas bajas llevamos?
Mañana veremos quién logra
aparecer.
Y no os olvidéis de dejar un MENSAJE si queréis participar en el sorteo de unas guantes. Tenéis hasta el martes.
MADRE MÍA QUÉ ENVIDIA!!!
ResponderEliminarChicos qué ganas tengo de recuperarme para volver a disfrutar de esta compañá, rutas, risas, pedaleo....
el lunes empiezo rehabilitación, tengo q fortalecer y recuperar parte de mi musculatura, pero en cuanto que me den libertad, ahí estaré. No quiero ponerme una fecha, así no será tan duro, pero voy a ser buena y a obedecer para incorporarme cuanto antes a la vida deportiva.
Muchos besoso amigos
Belén
Lo de las puertas cerradas es de escandalo. Pretenden evitar el furtiveo de robles , me explico. Si esto se hiciera con vigilancia podria pasar por esa puerta un ciclista, caballista, paseante, ,cazador, fotografo quien sea! Pero este ayuntamiento funciona asi : se sacan las vacas de la finca pues cierro asi no se llevan los robles pero el problema esta en que ya se han llevado los robles (algunos de ellos vuelven cargados cuando van a cuidar sus vacas en la cerca del portillo y la dehesa) MAS VIGILANCIA Y MENOS CANDADOS un saludo Alfonso
ResponderEliminarPor lo que veo la ruta ha estado un poco complicada y con obstaculos, entre la niebla, los candados y algun tiro que otro teniais que ir mas pendientes de esas cosas que disfrutar del recorrido, pero al final se ha conseguido.
ResponderEliminarAlfonso, han podido mas las ganas de montar que terminar de curarte, espero estes mejor.
Gracioso montaje¡¡. Un saludo. CHARO.
Joder, cuanta gente buena y buenísima junta.
ResponderEliminarNo he podido acompañaros, un fuerte abrazo, y una ruta divertida.
bsts
jb
No soy habitual de la abuela, pero me ha podido el ansia, y despues de estar toda la semana muy fastidiado con la gripe, no he podido mas y ahi me he presentado, con grandes compañeros, en otros momentos la ruta no es nada exigente, pero en las condiciones fisicas que algunos nos encontramos y las malas condiciones del terreno, seguro que mañana lo pagamos, pero como dice el refran, sarna con gusto no pica.
ResponderEliminarQue felicidad, Alfonso, que se nos ve en nuestras salidas; nos olvidamos de todo por unos momentos, y eso es de agradecer; por un momento había pensado que lo de la cantera era gente nueva y joven que empezabanm ya a acompañaros, hasta que me he dado de que se trataba de una cantera de piedras; jajaja; que más da; lo pasáis genial y nosotros nos alegramos; un fuerte abrazo, Alfonso.
ResponderEliminarIncreible ruta y cantera que desconocía o solo conocía en fotos.
ResponderEliminarLa compañía, inigualable como de costumbre.
Estando fuera de forma completamente, se me ha hecho un paseillo.